Otro hueco rellenado de aire, seguimos vendiéndole oxígeno a las plantas, cada vez empeora aún más la brecha sensorial, apatía y hedonismo, las piedras pierden su color por tanto colorante derramado en el mar, no lo entiendas aprehende, respiramos un humo que destruye pulmones, más amor menos hipocresía, libertad de conciencia, silencio, más silencio, uno tan ruidoso que llene de dulzura a los ojos. Es lo mismo de lo mismo, como un bucle infinito de inseguridad retocado por literatura germánica para agradecerle un poco a Borges tantos gritos, basta, es mucho, es demasiado poco. Relleno del relleno del relleno y más relleno, pocos aprecian el arte, tal vez esos pocos ni lo aprecien así pierde sentido el arte, cuando la bala jamás impacta en tu cien, no se desparrama la sangre e intentan civilizar la ansiedad del pudor reflejado en los ojos, tantas miradas acosan al mago, el actor no quiere actuar, la bailarina odiaba la danza, el cantante se cansó de la música pero el mundo siguió girando, giro tanto que se mareó y vomitó esperanza, una muy diferente, ondulada, con pocas respuestas pero también suficiente, entre tanta duda nace el pensamiento contrastante, ese que libera al ciego del hermetismo pero cega a hermes, mentiras de profetas resultaron ciertas, la verdad pasó a la mano de escritores y los filósofos mataron personas, literalmente.
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Relatos de un don Nadie
RandomCompilación de textos reflexivos, anecdoticos y fantásticos