Relatos de un don Nadie

Amen

Tengo miedo no miento, y miento si digo que no lo hago, por miedo lo digo o lo digo por hacerlo últimamente se me cruzan varias mentiras como ideas. Se que no sabias porque ni yo lo entendía ni me entendí, crucé un arcoíris encapuchado para terminar encerrado en ese placar viejo, tropezando con miradas deformes, prejuzgado por el intento de no hacerlo. Ya no es amor ahora es quietud, momentos de nostalgia y malestares constantes, buscándole la pena al valor de tu sonrisa, trastocado por esas frases estoicas, que hirieron para buscar una búsqueda de cicatrices, como esa necesidad constante de recuerdos felices aún sabiendo la infelicidad del presente, regalo barato del tiempo, lo acogió de algún rincón brillante del pasado para acortarlo a palabras borrosas que hoy en día trato de seguir escuchando
Sentí algo y no fue amarillo, necesito ese croma unos segundos antes de dormir para soñar rosado y rosando el autoestima, no me den más silencio que se esta volviendo un caos, silencienlo con disturbios  les pido, corten al cúter con amor mirándose al espejo, valoren su mirada porque es única, tus muñecas no merecen dolor la ansiedad si.