Sarah O'Connell

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Después de la pequeña discusión entre Nate y Jane, todas nos fuimos por separado. Por mi parte, me dirigí a mi casa donde Anna ya me estaba esperando con un sándwich en su mano (mi desayuno):

- Sarah, debo ir a la casa de Marie a recoger mi agenda que deje allí, ¿podrías llevarme?

- De acuerdo- acepte por la exclusiva razón de que Christopher Danvers es vecino de Marie, y frente a su casa hay un parque en el cual entrena todas las mañanas.

Christopher es de tez blanca, ojos color café claro, cabello negro, mide cerca del metro 78, y tiene músculos formados por el entrenamiento que hace al jugar básquetbol. Lo sé, esto podría llamarse acoso, pero he estado enamorada de él desde hace casi tres años.

Desde que llegue a Sunny Hill, es decir hace 5 años, lo conocí, pero por cosas del destino no fue sino hace 3 años que hablamos por primera vez más allá de un "Hola, ¿cómo estás?". Fue entonces cuando nos volvimos amigos, e incluso fue invitado a mi fiesta de 17 años en la primavera de 2019... Fiesta en la cuál el me invito a salir, pero yo me negué, ¡Lo sé! No tienes porque hacerme esa cara, deja me contarte la razón por la cual le dije que no.

Christopher es exnovio de una de las mejores amigas de mi hermana, su nombre es Danielle, y siempre he tendió la leve impresión de que no le caigo muy bien, para rematar ellos terminaron en esa fiesta, era ilógico que apenas terminando con su novia me invitara a salir.

Luego de eso, unos meses más tarde en verano del mismo año, nos encontramos por casualidad en un crucero en las Bahamas, donde ambos pasábamos nuestras vacaciones, y fue ahí donde nos volvimos realmente unidos, sin embargo, nunca habíamos llegado a ligar realmente.

Lleve a mi hermana a la casa de Marie, y mientras ella volvía yo me quede en mi Mercedes Benz C200 rojo observando el parque y buscando con la mirada a Christopher, y cuando estaba a punto de perder la esperanza vi a ese chico entrenando con sus earpods puestos.

Pude derretirme en ese instante si no fuera porque mi hermana y su amiga me devolvieron a la realidad:

- Hola Sarah- dijo Marie sonriendo

- Hola Marie

- Vamos a jugar un rato, ¿te unes? - preguntó Anna mientras jugaba con el balón de voleibol en la mano

- Claro, no tengo nada mejor que hacer- dije bajando del auto lista para jugar.

No pregunten como, ni cuándo pero ya se habían unido varias amigas de mi hermana al juego y estábamos en la cancha a nada de empezar el partido, cuando vi que Christopher se sentaba en una silla cerca a nosotras y me miraba con atención, con un gesto con la mano me saludó y yo le devolví el gesto. Podía sentir su mirada en mi espalda y eso me puso nerviosa, pero no perdería el juego por ese pequeño detalle.

Unos 20 minutos más tarde, el partido termino, en el cual mi equipo se llevo la victoria, me giré para buscar a Chris, quien para mi sorpresa seguía ahí sentado viéndome:

- Buen partido- dijo sonriendo

- Gracias, estoy agotada- dije mientras me sentaba a su lado

- ¿Vas a ir a la fiesta hoy? - preguntó Chris y cuando estaba a punto de responder, Danielle, se acercó a saludarlo.

- Hola Chris- dijo ella dándole un beso en la mejilla y dejándome sorprendida por eso.

- Hola Dani- dijo el incómodo

- Te veo esta noche en la fiesta, ¿verdad, guapo? – "guapo" no conocía bien a Danielle, pero sin duda no era de mi agrado. Lo bueno, es que soy consciente de que yo no era del suyo.

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora