Nathaniel Morgan

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Dos días han pasado desde Halloween... Ya es lunes 2 de noviembre de 2020. ¿Qué les puedo decir? Odio Halloween.

Todo iba bien, hasta qué York y Adams entraron en escena arruinando nuestra noche. Mierda aún me dolía el ojo, el hijo de puta me había golpeado más fuerte de lo que esperaba y como era de suponerse mi pómulo estaba de un color morado intenso... A pesar de la mierda de ese día, Jane sabía cómo hacerme sacar una sonrisa, y así fue, el día siguiente, habíamos estado todo el día juntos:

1 de noviembre de 2020: 6:58pm, casa Morgan, Sunny Hill, Colorado:

- Auch- dije mientras Jane pasaba el hielo por mi ojo izquierdo, ella estaba sentada a horcajadas sobre mí, en mi cuarto.

- Lo siento- dijo ella susurrando concentrada en mi

- Te ves linda preocupada- ella sonrió

- ¿Solo preocupada?

- No te aproveches Silver Jane- ella soltó una carcajada que me contagió- ¿Del 1 al 10 que tan mal esta mi ojo? - ella puso una mueca

- ¿La verdad?

- Si

- Esta terrible Nate. Pero hay algo bueno...

- ¿Qué? - pose mis manos en su espalda baja y la acerque a mí, ya sentía como mi cuerpo se prendía por su calor

- El morado resalta el color de tus ojos- no pude evitar reír, ella hizo lo mismo.

Tras eso termine haciéndola gemir mi nombre en mi cama.

Actualidad...

2 de noviembre de 2020: 2:35pm, casa Morgan, Sunny Hill, Colorado:

Como iba diciendo, todo el día me la pase junto a ella y fue perfecto, hasta que sus padres la llamaron y le dijeron que me invitaban a cenar hoy a la casa Silverman, ¿por qué? Bueno, porque al parecer sus padres estaban empezando a sospechar que estábamos saliendo... Y la verdad, no estaba muy seguro de lo que Jane y yo éramos en este momento.

Ella y yo estábamos en una relación abierta desde el 1 de septiembre, eso ustedes ya lo saben... Pero, si no teníamos compromisos, ¿por qué mierda no salíamos con nadie más? ¿por qué no nos apetecía estar con alguien más? seamos sinceros y coloquemos las cartas sobre la mesa, actuábamos como enamorados, y no puedo negar que yo lo estaba... Pero ¿ella lo estaba? De todas formas teníamos una apuesta que ninguno quería perder.

Como hoy era lunes, Jane había estado en el instituto todo el día, yo me dispuse a buscar ingresos para las universidades, leer nuevas carreras, luego me frustré tanto que decidí hacer ejercicio en la sala de gimnasio en mi casa. Tras terminar, me duche y baje a la cocina en busca de una manzana.

Sin embargo, al llegar a la cocina, me encontré con Erick y mi madre riendo mientras él cocinaba no sé qué cosas, a pesar de que lo odiaba, el olor hizo que mi estomago doliera:

- ¡Nate! ¿por qué no has bajado a desayunar con nosotros? - preguntó mi madre entusiasmada

- La pregunta se responde sola Daphne- le respondí tajante

- Espero que al menos almuerces con nosotros- dijo ella, mire un momento a ambos y me lo pensé, la verdad tenía hambre y lo que sea que Erick preparaba olía estupendo.

- Bien.

- ¡Genial! Le diré a Cynthia que coloque la mesa- mi madre salió dejándonos solos a Erick y a mi

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora