Sarah O'Connell

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Jamás había escuchado esa canción, "¿Qué ganas?" creo que se podría volver una de mis canciones favoritas, es muy hermosa, a pesar de que no soy la mejor en Español lo que lograba captar de la letra me gustaba.

La luna brillante se asomaba en el cielo cuando alcé los ojos y a pesar de que era la noche de las luces, el cielo se veía particularmente oscuro...Como si anunciará algo.

Todo mi grupo se había separado, Jane estaba con sus nuevas amigas, Isobel había salido con Luke, Sophie estaba con Valery, Emma, Lucca, Andrew, y David. Lola estaba con Emil, y Violet... ¿Violet? hace un tiempo que no la veía por ningún lado, no desde hace unas horas que la vi escabullirse a la cocina y seguro ya no estaba lúcida, me empecé a preocupar y a buscarla por todos lados, caminaba entre las personas para tratar de encontrarla, cuando miraba por las ventana hacia afuera de la casa, la oscuridad del mundo me daba una sensación de escalofrío.

Ignoré dicha sensación y me encamine a la cocina donde la había visto por última vez pero no había rastro de ella, por alguna razón mi corazón empezó a palpitar con fuerza, solo escuchaba mis latidos, ¿dónde mierda estaba Violet? Oh...Cuando la encontrara me iba a escuchar... Pero entonces, unas manos atraparon mi cintura y me levantaron del suelo por la espalda:

- ¡Mierda! bájame ¿quién eres? - estaba asustada esa sensación seguía apoderándose de mi cuerpo, y Violet era la única imagen en mi cabeza, mi instinto siempre fue muy bueno, ese día lo comprobé. Sin embargo, cuando el misterioso me bajo, estaba en el jardín donde todos estaban dejando las velas, en cuanto estuve en el suelo me giré para encontrarme con esa persona

- Sorpresa

- ¡¿Qué haces Christopher?! Casi me da un infarto

- Hey cálmate, ¿estas ebria? estamos en una fiesta no en una puta película de misterio

- ¿Acaso no te has visto Elite? - dije haciendo alusión a la famosa serie de Netflix, él sonrió

- ¿Estás paranoica hoy? - lo fulmine con la mirada- Vale me doy cuenta de que estas irritada- tome aire y respire, quizá Chris tenía razón debía calmarme

- Lo siento, estoy un poco estresada

- ¿Por?

- No veo a Violet por ningún lado, y después de acción de gracias, no quiero que haga alguna tontería

- Estará bien, ya verás

- Eso espero- Christopher pasó su brazo por mi cintura y me pego a su cuerpo instintivamente mis ojos subieron a los suyos y luego bajaron a sus labios, las luces de las velas los iluminaban, se veían gruesos y húmedos

- ¿Qué haces Christopher? - pregunté en un susurro

- Nada- respondió él en el mismo tono.

- Chris...

- Sarah...- Nuestras respiraciones se estaban mezclando, y cuando él ya tenía los ojos cerrados preparado para besarme, yo vi a lo lejos a Danielle con los ojos llenos de lágrimas, mientras tocaba su vientre con delicadeza, y entonces giré la cabeza, y estampo sus labios contra mi mejilla, mientras en el rostro de Danielle se dibuja sorpresa absoluta- ¿Qué haces?

- Lo correcto.

- ¿Qué?

- Christopher, es hora de madurar. Vas a ser padre en un mes, ¿eres consciente de eso?

- Si.

- Yo creo que no. La madre de tu hija está por allí sola, a punto de echarse a llorar

- Ella sabe que no me interesa

- Eso no es una excusa para comportarse como un hijo de puta con ella. Tú y yo sabemos que lo "nuestro" jamás se dará.

- Solo es diversión

- Esa diversión nos trajo a este momento, yo ya no quiero pagar más consecuencias- él suspiró, pero me soltó

- Bien, no te voy a obligar a nada que no quieras, pero solo entiende que en el momento que quieras...

- Estarás ahí... Lo sé- termine la frase por él- Pero no creo que suceda. Quedan apenas 6 meses Chris. Luego no nos volveremos a ver nunca

- Nunca digas nunca- alcé los hombros y le di una sonrisa, mientras me giraba en mis talones y me alejaba de allí.

Debo admitir, que no solo hice eso de alejarme de Christopher por Danielle, pues las últimas semanas había estado pensando mucho en todo lo que había pasado en estos primeros seis meses de historia y me di cuenta de que, al que siempre quise...Fue a Jack.

Estaba decidida a buscarlo, sabía que tendría que estar por algún lado, pues Jane lo había invitado, pero también sabía que no había venido solo, pues estaba con Susan.

Y fue ahí... Donde supe que el tiempo es un hijo de puta y que jamás es suficiente. Me encontraba justo en la mitad de todo el jardín, frente a mí se veía el lago, pero en el muelle, estaba nada más y nada menos que Jack Moore y Susan Chester comiéndose la boca como si no hubiesen comido en semanas.

Mi vista estaba empañada de agua, la escena parecía sacada de una jodida película de Netflix, y entonces ambos se separaron, ambos en sus rostros tenían esa sonrisa estúpida, que yo hacía cuando pensaba en él... Y entonces giró su rostro hacia mi dirección y la sonrisa desapareció, luego Susan hizo lo mismo y también paso a una mirada glacial:

- ¿Sarah?

- Felicitaciones, se ven geniales juntos- Susan alzó una ceja, pero no me quede para ver nada más, solo empecé a caminar entre la multitud una vez más mientras apretaba mis manos contra mi pecho y trataba de respirar

Mire mi reloj con la vista borrosa, faltaban apenas 20 minutos para la caída de estrellas cuando sentí que su mano agarraba con fuerza mi muñeca:

- ¡Sarah!

- Suéltame, Jack

- ¿Qué te pasa?

- Nada.

- No mientas

- ¿Por qué preguntas cosas estúpidas?

- Quiero que lo digas

- ¿Qué? - él se quedó en silencio- Que me duele cuando te veo con otra, ¿eso querías oír?

- Sarah...

- No. - Yo suspire y me pase las manos por la cara frustrada, me valió una mierda el maquillaje en ese momento, seguramente ya estaba vuelta mierda- ¿Sabes cuál es nuestro problema? - puse mi dedo índice en su pecho

- ¿Cuál? - preguntó él con la voz ronca

- Ambos fuimos muy cobardes

- ¿De qué hablas?

- Tú fuiste cobarde al jugar ese juego y no dar la cara...Y yo fui muy cobarde al nunca admitirlo...

- ¿Qué?

- Que estoy enamorada de ti. Pero creo que ya es muy tarde. El tiempo se nos acabó, y con ella nuestra última oportunidad

- Sarah.

- La elegiste a ella, y no te culpo por eso Jack. Solo...- suspire frustrada- Déjame ir.

Sin más me solté con fuerza y caminé a la cocina dejándolo allí solo, necesitaba un trago... O quizás varios, solo sé que no quería estar sobria en la caída de las estrellas. 

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora