Isobel Morgan

5 1 0
                                    

Mi madre es la peor dando sorpresas, hoy lo confirme.

Todo iba tan bien el día de hoy, había llegado a eso de las 4pm a mi casa con Jane porque planificaríamos todo para mañana, uno de mis días favoritos en todo el año. Todo saldría de maravilla, pero Daphne Jones siempre tan inoportuna tenía que llegar a presentarnos al tal Erick Dickens.

Jane y Luke decidieron irse, la puerta principal se acaba de cerrar, estábamos solos los 4 en la sala. A pesar de que la lágrimas estaban nublando mi visión, me fije en el hombre frente a mí, llevaba un traje blanco a juego con su camisa azul cielo, su cabello negro estaba un poco desordenado, tenía una barba de pocos días, y sus ojos cafés lucían cansados, su semblante era frio e imponente, sin duda me recordaba a mi propio padre... Clark Morgan:

- ¿No van a decir nada? - dijo mi madre

- ¿Qué quieres que digamos? - respondió Nate tajantemente

- No lo sé, quizá saludar y presentarse- mi hermano se rio irónicamente, decidí interrumpirlo antes de que dijera algo grosero

- Bien, hola, Erick, somos los hijos de Daphne, Nathaniel y Isobel Morgan, aunque claro eso ya lo sabías... ¿Contenta?

- ¡Isobel no seas descortés!

- Está bien querida- dijo Erick agarrándola de la muñeca con ternura- Deben acostumbrarse. Es un placer conocerlos chicos

- Ahórratelo, ni mi hermana ni yo estamos interesados en conocerte- dijo mi hermano

- ¡Nate! - dijo mamá pero mi hermano la ignoro

- Eres el prometido de Daphne, pero eso no te hace nada nuestro, eres bienvenido en nuestra casa, al fin y al cabo es de ella, pero no nos interesa caerte bien ni conocerte y jugar a la familia feliz y perfecta, porque créeme, somos todo lo contrario.

- ¡Nathaniel basta! - grito mi madre con lágrimas en los ojos

- No mamá, él tiene razón- dije- ¿Cuál es la necesidad de presentarnos a un tipo que hasta hace tan solo unas semanas nos enteramos de que existía? - ella se quedó callada- No somos importantes en tu vida, nunca estás aquí y si te interesara que fuéramos parte de tu vida nos hubieses contado hace mucho, no cuando están a punto de casarse. No juegues a que nos importe porque perdiste ese derecho hace mucho tiempo. Y siempre he tratado de defenderte, porque tu al menos seguiste velando por nosotros, pero no hay mucha diferencia entre Clark y tú. - Nate cogió mi mano con dulzura, no me había dado cuenta de que estaba llorando, y el gesto de mi hermano me ayudó a calmarme... Al final, Nate había sido la única persona que no se había ido, y agradecía que hubiera vuelto de la universidad, porque esos años en los que no estaba fueron los peores para mí.

- Creo que ya ha quedado claro lo que opinamos- dijo Nate

- No esperaba que tuvieran otra reacción, sé que es difícil adaptarse a los cambios y aceptar que nuestros padres también tienen derecho a una nueva vida, yo también pase por su lugar chicos, espero que algún día me permitan formar parte de su diario vivir y formar una buena relación, pero ya veo que en este momento no quieren y está bien, lo acepto totalmente- dijo Erick viéndonos para luego mirara mi madre- Voy a la habitación querida estoy un poco cansado del viaje.

- Ehm, claro, Cynthia una de nuestras empleadas te puede acompañar a la habitación principal para que te acomodes. - dijo mi madre secándose las lágrimas

- Permiso- Erick salió de la habitación con Cynthia quien al parecer había estado detrás de ellos todo el tiempo.

- Lo que acaban de hacer es muy injusto- dijo mi madre con determinación

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora