Lola Rojas

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2 días después...

6 de diciembre de 2020...

(...)

Aquel domingo todos los adolescentes del pueblo nos preparábamos para una misma cosa... La fiesta de las luces.

Aquella fiesta sería el día siguiente, 7 de diciembre, esta era una festividad digna únicamente de Sunny Hill y marcaba el inicio del invierno. Gracias a la ubicación geográfica del pueblo, justo una de las primeras noches de diciembre, se puede ver una lluvia de estrellas en el cielo. Desde esa noche, las nevadas empiezan.

Este año la fiesta de las luces coincidió con la fecha de una de mis tradiciones colombianas favoritas, el día de velitas, el cual suelo celebrar con mamá y los últimos años con mis amigas.

Este año, el lugar sería la casa del lago de los Silverman, por lo que Jane dijo que en un momento de la fiesta todos prendieran velitas para que yo no me quedara sin festejar el día... Lo sé, qué buena amiga.


Jane no hablaba con sus padres, todas ya nos habíamos enterado de lo sucedido en la cena de acción de gracias porque se había vuelto el tema favorito de la semana no solo del pueblo entero, sino de los periódicos, revistas y los noticieros, titulares como: "Los Silverman, abogados pertenecientes a la Élite de Estados Unidos están enfrentando su propio divorcio desde hace meses, y lo han mantenido en secreto, ¡te contamos los detalles!" "Jane Silverman la IT Girl del momento, ¿devastada por el divorcio o aliviada?" y así había muchos más.

Durante esta semana, ella no había hablado con Spencer y Diane hasta que ayer en la noche, tuvo que decirles que quería realizar la fiesta allí, ellos no tuvieron otra opción más qué aceptar.

Violet por su parte... No tengo nada que decir.... O bueno, no quiero decirlo. Nos admitió a todas su adicción a la marihuana pero solo me confesó que esa noche de la cena había consumido LSD. Yo le dije que necesitaba ayuda, pero ella seguía negada a aceptarla.

El 26 de noviembre tras el ataque que ella tuvo frente a todo el pueblo le mentimos a Marianelle quien estaba muy alarmada diciendo que tuvo un ataque de ansiedad por su ruptura con Robert, no le dijimos nada más por suerte ella no hizo preguntas. Ellie la madre de Violet dijo que debía volver a terapia pero Violet le pido una última oportunidad... Espero que no la desaproveche.

Esta mañana, Violet había escrito por nuestro viejo grupo -por el cual no hablábamos desde hace semanas- diciendo que quería hacer una pijamada antes de la fiesta, Jane propuso hacerla de una vez en la casa del lago, y todas accedimos. Así que ahí estábamos viajando, en varios carros, a la casa del lago que quedaba a 25 minutos de nuestras casas en el pueblo.

La zona del lago era una zona privada en Sunny Hill, uno de los lados del lago conectaba con el pueblo y de hecho pasaba por Pale Wood. Pero, el otro lado del ancho lago, era una zona residencial de cabañas divinas, en medio de las montañas, que era muy exclusiva.

Eran cerca de las 6:30 pm, mientras en el carro de Jane las ventanas estaban abajo y sonaba It's nice to have a friend, de Taylor Swift.

La cabaña de Jane era del mismo estilo que su casa, moderna, con grandes ventanales, toda de madera. En cuanto entramos el aire acondicionado cálido nos recibió pegándose a nuestra piel y calentándonos del frio que hacía, porque si hay algo que tenía esa zona en invierno es que es bastante fría:

- Bien pónganse cómodas, voy a preparar palomitas- dijo Jane dejando sus cosas en la sala

- ¿Te ayudo? - le peguntó Sophie, y ella sin girar dijo...

- No. Gracias. - y salió de la habitación dejando un silencio tensó, y a Sophie mirando el camino por el cual ella se había ido.

- No estes mal- dijo Sarah tratando de consolarla

- Ella está pasando por muchas cosas- dijo Violet

- Está siendo muy injusta- dijo Sophie, y tuve que morder mis labios para no decir lo que en verdad pensaba a cerca de su actitud, por suerte Isobel no era así de discreta como yo

- ¡Injusta! por Dios Sophie, tú sabes que lo que le dijiste en esa fiesta hizo que todo se rompiera

- ¡Ella las eligió! - gritó ella haciendo referencia al grupo de Valentina

- No. Ella se había dio con nosotras, pero tú la espantaste- le dije bajando la cabeza, ella se quedó callada

- Cambiemos el tema- propuso Sarah y todas estuvimos de acuerdo menos ella, que seguía callada.

- ¿Están listas para la fiesta? - pregunto Iz

- Más que nunca- respondí

- ¿Cuál es la temática? - preguntó Violet

- Ropa blanca- dijo Sophie, Violet asintió

- La comida estará lista en unos minutos, vayan a las habitaciones de arriba y arréglense. Las veo en la sala de cine en 15 para ver una película- dijo Jane volviendo, todas asentimos, ella recogió las cosas y fue a su habitación, no pude evitar suspirar ante su actitud, si bien Sophie la había hecho hacerlo, ella se estaba alejando también, porque en el fondo quería o tal vez necesitaba aquello.

(...)

La sala de cine constaba de tres grandes sofás de cuero café con una gran pantalla al frente, un minibar en la parte de atrás y una zona de snacks en una de las partes laterales. Jane, Isobel y yo estábamos ubicadas en la primera fila, mientras que Sophie, Sarah y Violet estaban en la de atrás.

La película que habíamos puesto era Ángeles y demonios, una de mis películas favoritas, antes habíamos visto El código Da Vinci. A pesar de nuestras diferencias, y de que estábamos alejadas, habíamos jugado cartas, habíamos reído, hicimos un karaoke, tomado, incluso bailado. Pero sobre todo nos reímos, y de alguna forma ese escenario me recordó al del inicio de esta historia, la pijamada del 29 de julio que lo empezó todo.

Era la primera noche en meses, en la que nos comportamos como lo que se supone que éramos, mejores amigas, y estábamos cumpliendo eso que dijimos, pasar nuestra última oportunidad juntas y de la mejor forma. Sin embargo para la segunda película ya eran cerca de las 4am y todas estábamos muertas:

- Estoy cansada- dijo Sarah casi dormida, Jane detuvo la película

- Yo igual- todas recogimos nuestras cosas

- Gracias- dijo Violet con los ojos llenos de lágrimas era la única sentada mientras todas recogimos los platos y los vasos que usamos

- ¿Por qué? - le pregunto Iz confundida

- Por darme este momento con ustedes, como antes... Como en los viejos tiempos- todas sonreímos

- No importa que pase Vilu, siempre seremos parte de la historia de la otra- le dije y lo creía

- Si. Gracias por esta última oportunidad para nosotras- dijo ella y todas la abrazamos, cuando nos separamos unas miradas incómodas bailaron entre Jane y Sophie quienes rápidamente se alejaron.

Sin más, cada una fue a su habitación y durmió la última noche del otoño... El lago ya se debía estar congelando, y pronto el bello pasto de la casa debía estar congelado en blanca y suave nieve.

Quedaba solo un día para la fiesta que lo acabaría todo. 24 horas para invierno. 1440 minutos para el desastre. Si hubiese sabido lo que iba a pasar, me hubiese gustado que esa noche del 6 de diciembre hubiese sido eterna. Pero él hubiera no existe.

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora