Sophie Allen

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Entramos a esa fiesta todas juntas, y duramos casi una hora así, hasta que la mayoría de nosotras ya tenía suficiente alcohol en la cabeza como para seguir "calmadas".

Fui con Jane a la cocina por otra cosa que no fuese cerveza, porque ninguna de las dos es amante a ella y nos encontramos una botella de vodka, de la cual nos adueñamos:

- Debes cumplir tu parte del trato enana- "enana" así me decían mis amigas de cariño, no me molestaba de hecho me gustaba esa apodo, y tenía sentido, era una de las más bajas del grupo.

- Lo sé, me sorprende que no te hayas quitado el collar aún.

- Palabra es palabra- dijo y dio un sorbo a su trago- además no me he encontrado a Nate así que no importa

- Bueno, espero que siga así

- Yo igual- los ojos de Jane se fijaron en la parte de afuera del jardín y una sonrisa cruzó su rostro. - Mira quien está ahí- voltee mi cabeza como la chica del exorcista y al verlo todos los nervios cruzaron mi cuerpo

- Oh no...

- Oh si

- Vamos Jane, 5 minutos más

- No, Sophie, es ahora o nunca

- Aghh, de acuerdo.

Tome lo que quedaba en mi vaso rojo y me dirigí afuera, al lado de la piscina donde estaba David rodeado de un grupo tanto de chicas como de chicos, sus ojos se fijaron en los míos y juro que pude derretirme en ese momento:

- Hola, ¿Sophie? - preguntó amablemente

- Si, hola- afirme un poco tímida

- Te ves preciosa- dijo él y pude sentir como el color emergía a mis mejillas

- Gracias, tu te ves muy guapo- ¡Ayuda! Los nervios se estaban empezando a apoderar de mi ser, maldita la hora en la que hice este trato con Jane.

- Seguro que sin la camisa manchada de café me veo mejor- dijo y se rio.

- ¡Oh, Dios!, siento tanto eso

- Está bien tranquila- dijo riendo

- ¿Qué estás tomando?

- Cerveza, ¿tú?

- Vodka

- Vaya, no pensé que fueras una chica de ginebra

- Dicen eso seguido.

La charla simplemente empezó a fluir, y mientras eso ocurría ambos estábamos sentados cerca de la piscina y empezábamos a conocernos.

Me contó que su última relación terminó hace dos meses y que ya no sentía nada por ella. Me dijo que se mudó a Sunny Hill por asuntos del trabajo de sus padres, y por ser tan aplicado lo aceptaron en Pale Wood el último año.

Nació en Chicago, pero desde muy pequeño vivió en Denver. Tiene una hermana mayor que se graduó hace tres meses de la UCLA (Universidad de California) de la carrera de pedagogía infantil.

Luego me preguntó sobre mí y le dije que mis padres eran abogados y viajan por todo el país, que mi última relación fue hace casi 18 meses y no acabó bien, que por suerte esa persona vive en Alaska. Le dije que tengo 3 hermanos y que mis amigas son básicamente el pegamento en mi vida.

Después de hablar por horas y de conocernos, no pregunten como, pero empezamos a tomarnos fotos, lo sé, el alcohol empezaba a hacer efecto en ambos. Nos tomamos fotos, con filtros muy divertidos de Instagram y reímos todo el rato.

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora