Mis hermanos habían viajado a Aspen esta semana para pasar tiempo conmigo. Era miércoles, y después de salir de clases, Susan y yo nos dirigimos a una cafetería, que de hecho me recordaba la que había en Sunny Hill. Fuimos allí con mis hermanos para pasar el rato.
Susan, es sin duda mi mejor amiga, es aquella que tiene la capacidad de sin decir una sola palabra hacerme entender que todo va a estar bien. Además ella los últimos días desde que volví a Aspen ha sido la que me ha apoyado incondicionalmente sacándome varias sonrisas.
Eso de dejar mi hogar una vez más y sobre todo dejar a Sarah me dolía demasiado, pero ahora entiendo que Sunny Hill jamás me hizo sentir completo a diferencia de Aspen, y que a pesar de todo, mi destino era terminar aquí. Irónico, lo sé, pero así funciona la vida, con caminos que jamás esperamos.
Cuando todos terminamos nuestra comida nos pusimos a charlar un rato, extrañaba a mis hermanos muchísimo y estaba muy feliz de que me visitaran:
- Bueno ya no tenemos nada que hacer...- empezó a decir Susan con cierta picardía
- ¿Qué? - pregunté riendo- No me gusta esa cara- ella levantó las manos en señal de rendición
- Hey, sabes que en esta cabecita solo pasan cosas buenas- y sonrió dulcemente
- Escúpelo, Susan- dijo Dallas mi hermano, de apenas 13 años
- Bueno... El día está precioso, admiren la belleza del otoño en su esplendor, así que ¿por qué no tomamos unas fotos? - dijo Susan
- Me agrada la idea- dijo Lucy mi hermana menor de 15 años
- ¡Genial! Esa es la actitud chica - grito Susan energéticamente
- Esperen...- dijo Cameron mi hermano de 16 años- Y si lo hacemos más divertido
- ¿A qué te refieres? - le pregunte con intriga, las ideas de mi hermano no eran siempre las mejores.
- Bueno, ¿qué pasaría si tú y Susan se toman las fotos y las subimos a tu Instagram y casualmente Sarah O'Connell las viera y no sé, quizá le doliera?
- ¡Estás loco! - grito Susan mientras yo me quede callado
- No, no lo estoy. Pero, Sarah no es mi persona favorita en el mundo, ha lastimado muchísimo a mi hermano, incluso lo echó de su propio pueblo, que sufra un poco no me dolería, y tampoco debería dolerles a ustedes- dijo furioso
- Lo que paso me lo merezco y lo sabes Cam- le dije y él se quedó callado tensando la mandíbula- Pero me gusta la idea
- ¡¿Qué?!- gritó Susan- ¡Has perdido la razón! No puedes hacerle eso
- ¿Y por qué no? además ni siquiera es que vayamos a besarnos en las fotos, solo unas típicas fotos de amigos, si ella las malinterpreta es su problema, no el nuestro. - Susan parecía debatirse qué hacer
- No sé si sea correcto...
- ¡Vamos Su! - le dijeron mis hermanos al tiempo
- Vale, lo haremos- dijo ella no muy convencida y todos gritaron
Pagamos la comida y salimos del lugar hacia una de las calles de Aspen, que por lo general a esa hora no era tan transcurrida.
No voy a mentir, mi vida en Aspen es mejor de lo que me gustaría admitir, extraño Sunny Hill, pero este es mi hogar, y estoy rodeado de personas que realmente me valoran.
Llegamos a la calle y nos ubicamos en medio de ella, Cameron sacó su celular y con ayuda de mis hermanos sacamos las mejores fotografías.
Al final con Susan nos decidimos por tres, una donde yo la abrazaba por la espalda mientras ella moría de risa, porque aunque no se notara en la foto, le estaba haciendo cosquillas en el abdomen.
En la siguiente seguía abrazándola por detrás pero esta vez le besaba la mejilla derecha y ella sonreía a la cámara con una mirada dulce y traviesa, creo que es la foto donde más se deja ver su personalidad.
Y por último, Susan se había subido a mi espalda dejando que el viento del otoño le alborotara su hermoso cabello, mientras alzaba los brazos y hacía con las manos el símbolo de amor y paz, mientras yo me encargaba de sujetar y sonreír por las ocurrencias de mi mejor amiga.
Camino a casa mis hermanos andaban unos pasos delante nuestro mientras Susan y yo nos reíamos unos pasos detrás. Le pasé el brazo por el hombro y ella rodeo mi cintura con el suyo:
- Jack- dijo ella casi susurrando
- ¿Hum?
- ¿Piensas volver algún día? - la mire confundido- a Sunny Hill. – aclaró
- Yo...- su pregunta me había tomado desprevenido, aclaré mi garganta y conteste- Sé que debo volver, y sé en qué momento quiero hacerlo, está cerca, muy cerca, pero no pienso quedarme. Aspen es mi hogar, no hay nada en Sunny Hill que me ancle a quedarme.
- ¿Y Sarah?
- Sarah tomó una decisión por ambos, y la entiendo. No quiero obligarla a cambiar de opinión pero también debo ser un poco egoísta y pensar en mí, puedo volverme a enamorar- ella sonrió
- Por supuesto que lo harás
- Además, en Sunny Hill no estás tú- la alce desde la cintura y ella pataleo en aire
- ¡Idiota, bájame!
- Yo también te quiero Su- le dije dándole un beso en la frente al dejarla en el suelo
Y así volvimos a casa juntos, como debía ser en esos momentos, y así los días fueron pasando y la historia me obligaría a volver a Sunny Hill, y eso cada vez estaba más cerca... Y algo era seguro, nada bueno sucedería.
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Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}
Teen FictionEl último año suena aterrador, pero a veces las cosas se vuelven más llevaderas cuando tienes amigos para compartirlas. Para ellas, que han sido amigas por años y tienen un lazo inquebrantable, ese último año, podría significar el fin de su amistad...