Robert Davis

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A pesar de que amaba a Violet, no estaba muy seguro de que ella me amara a mí. Desde hace unos meses estábamos juntos, específicamente desde agosto y en esos tres meses había sido varias las veces en las que le había demostrado mi amor, no solo con palabras, sino con acciones, mientras ella no lo había hecho.

No hay una sensación peor que cuando le dices te amo a tu pareja y ella solo te contesta con un te quiero. Y creo que ese era el problema de los dos, yo daba todo por ella, y ella no daba nada por mí.


Hoy en el cumpleaños de Emil la noté distante en cuanto llegue, pero no le di muchas vueltas, a veces dejarla que se aleje es mejor que ahogarla en preguntas. Hace unos minutos la vi entrar al baño, he estado pendiente de la puerta esperando a que saliera, pero no lo ha hecho y me estaba empezando a preocupar:

- Vilu- dije mientras tocaba la puerta del baño, y ella no respondía- Nena abre la puerta- de nuevo silencio- Violet por favor- unos segundos después la puerta se abrió.

- ¿Qué? - dijo ella tajantemente, su piel estaba pálida y sus labios estaban resecos, me fije en su mano izquierda, tenía un porro de marihuana en ella

- ¡¿Qué mierdas estás haciendo?!- le dije señalando el cigarrillo

- Shhh- dijo ella tomando mi mano y cerrando la puerta con seguro - No grites, ¿quieres que todos se enteren?

- ¿Qué te pasa Violet?

- ¿Qué me pasa?

- ¿Por qué estás fumando esta porquería? - ella se rio por lo bajo, mientras pasaba sus manos por su falda blanca plisada corta, que de hecho me recuerda a los uniformes de las jugadoras de golf

- No tengo porque darte explicaciones- se llevó el cigarrillo a los labios una vez más y aspiró el contenido

- Vilu por favor, solo quiero ayudarte- ella me miró, sabía que iba a refutar pero en vez de eso, soltó el humo y se calló una vez más. Me acerqué a ella lentamente y le pase una mano por la mejilla estaba hirviendo y llena de sudor, de la nada empezó a reírse, se apartó y apagó el cigarrillo en el lavamanos

- Me gustan tus ojos, son un color café muy brillante, no lo había visto tan brillante hasta hoy- dijo casi susurrando, sabía que estaba bajo el efecto de la marihuana, vi sus ojos rojos y sus mejillas dilatadas, escuchaba su respiración estaba alterada, me acerqué de nuevo y pase mis dedos por su cuello llegando a la vena yugular para tomarle el pulso, y como me temía estaba alterado y arrítmico.

- Vilu, ¿bebiste algo?

- ¿Hmh? - dijo ella riendo- ¿Escuchas eso? es lindo... Tarara tarara tarara pum tarara tarara- empezó a tararear la melodía de lo que sea que escuchara.

- Violet- sostuve su rostro con delicadeza obligándola a enfocarse en mí- ¿qué bebiste?

- No sé, un poco de esto y aquello

- ¿Cuánto tomaste?

- ¡No lo sé, Robert! - me gritó

- Mierda- susurre soltándola y pasando las manos por mi rostro y mi cabello desesperado, ella cayó al suelo muerta de la risa

- Te ves divertido cuando estás enojado- volvió a estallar en risas pero de la nada se calló de nuevo

- Hey, ¿qué pasa? - le pregunté sentándome a su lado tomándole la temperatura, estaba ardiendo

- Creo que voy a...- no termino la frase porque vomitó en el váter justo tras ella, corrí a su lado y le sostuve el cabello desordenado mientras ella seguía con sus arcadas.

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora