Mi verano había sido emocionante, el primer mes había viajado a Italia a visitar a mi familia, por parte de mi padre, y luego me fui a Haití para trabajo comunitario.
Me la había pasado increíble, pero todo tiene su fin, y en este caso el verano estaba a pocas horas de terminar. Llegue a Sunny Hill siendo casi las 7 de la noche y lo primero que hice fue llamar a mi hermano:
- Hola Andrew
- Hola Lucca, ¿a qué hora llegas?
- Acabo de llegar
- Genial, estoy en casa de mis tíos, te esperamos- dijo él con entusiasmo
- Ok
Unos minutos más tarde ya estaba rodeado de toda mi familia, mi tía Alessia Cassano, la hermana de mi padre, se había casado desde hace 23 años con Gabriel Abbott, lo cual a mi abuelo Alessandro Cassano, uno de los empresarios más grandes y reconocidos tanto en Italia como en el mundo, no le hizo nada de gracia, para él la tradición era irrefutable sus hijos debían casarse con personas de su mismo origen, pero ella al mudarse a Estados Unidos quebranto esa tradición y desde entonces ella y me abuelo no se hablan, de hecho, Luke, mi primo, ni siquiera conoce al abuelo, aunque tampoco ha mostrado interés en hacerlo.
En mi último viaje a Italia, vi al abuelo arrepentido, quería entablar de nuevo la relación con su hija, y me pidió hacer todo lo que estuviera a mi alcance para convencerla, sin embargo, no sería trabajo fácil, acababa de preguntarle si pensaba ir, pero su rostro pálido me dio la respuesta.
Por otro lado, mi padre Franco Cassano, aún tiene relación con mis abuelos, pero no lo suficientemente buena. Mi padre se casó con Nicoletta Rossi, mi madre, la hija del socio más importante de mi abuelo, por lo cual quedó como el "preferido" ante sus ojos cuando lo hizo, mientras que mi abuela Francesca no estaba de acuerdo... Mi padre amaba a mi madre sin duda, pero no era la persona con la que quería casarse, ella era Marianelle De Santi, de hecho, la alcaldesa del pueblo...Pero eso es otra historia.
Mi madre no es del todo italiana, ella nació en Florencia, pero su padre nació aquí en Estados Unidos, su nombre era Andrew, por eso mi hermano menor es el único de mi familia que no lleva un nombre italiano, en su honor.
La noche se pasó rápido. Tras la sorpresa que le dimos a Luke todo había sido felicidad, pero por alguna razón veía cierta angustia en el rostro de mi primo. Nos mudaríamos al día siguiente y todo estaba organizado a la perfección.
A la mañana siguiente cuando salí de la casa de mis padres con cajas y maletas, el sol golpeó mis ojos verdes, haciendo parpadear más de la cuenta.
Y en ese momento entre los destellos de luz que veía, logre divisar a la única persona que me hacía sentir fuera de mi mismo... Emanuelle Agrest, o también conocida como Emma. Estaba paseando a su perro llamado Einstein, se veía particularmente hermosa, con su cabello castaño pintado en varios mechones de rubio y su hoddie en pleno verano, no pude evitar sonreír como un idiota al verla... Tampoco pude frenar el impulso de salir corriendo hacia donde ella estaba:
- ¡Emma! - grité en la lejanía para llamar su atención
- Hola Lucca- dijo ella sonriendo
- ¿Cómo has estado?
- Muy bien, ¿cómo te fue en Haití?
- Increíble... Fue divertido
- No lo dudo- el celular de Emma empezó a sonar... era su padre Bruno Agrest y para mi mala suerte, una de las personas que mi padre más odia en el mundo- ¿Hola? - Emma empezó a alejarse para hablar con su papá... Cada vez que estábamos juntos y nuestros padres aparecen o hacían acto de presencia de alguna forma debíamos alejarnos
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Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}
Teen FictionEl último año suena aterrador, pero a veces las cosas se vuelven más llevaderas cuando tienes amigos para compartirlas. Para ellas, que han sido amigas por años y tienen un lazo inquebrantable, ese último año, podría significar el fin de su amistad...