Lola Rojas

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Todos estábamos en la sala de espera juntos, como hace un mes no sucedía, lo cual es peculiar, Sarah tuvo que pasar esto para que estuviésemos de esta forma todos.

Estábamos hablando de la comida de hospitales (lo sé bastante raro el tema de conversación) mientras yo observaba a todos.

Isobel estaba sentada en el regazo de Luke quien espontáneamente le daba besos en las mejillas o en el cuello. Sophie y David tenían las manos entrelazadas y de vez en cuando Sophie apoyaba su cabeza en el hombro de él. Robert tenía su brazo rodeando los hombros de Violet rodeándola y atrayéndola a su cuerpo, como si de alguna forma la protegiera, pues Violet se había alterado demasiado al ver a Sarah en el estado en que estaba.

Entre Robert y David estaba Dominick. Jane tenía la chaqueta de Nate puesta y tenía la cabeza recostada en su hombro, estaba tratando de dormir, pues de todos ella no había dormido ni 15 minutos... Pero le costaba, ella no duerme de día, la luz no la deja. Mientras los veía recordé algo peculiar que pasó esta mañana...

Cuando salimos de la habitación de Sarah a desayunar los chicos nos estaban esperando, Jane estaba destruida, no paraba de llorar, y a pesar de que Sarah la hubiese perdonado ella no podía calmarse. Cuando Nate vio que Jane estaba en tal estado se acercó y la abrazo, ella lloró en su pecho mientras él acariciaba su cabello con ternura y le decía cosas como "No fue tú culpa bella" "ella estará bien" "no llores más, estoy contigo".

Todas quedamos sorprendidas con la escena. Violet y yo compartimos miradas confusas, Isobel sonreía con condescendencia y Sophie se tensó de inmediato mirando mal a Nate. Para ninguna era un secreto que, en definitiva, Sophie estaba en desacuerdo con la relación que se estaba empezando a dar. Pero lo que estaba haciendo él por ella era algo que nadie había logrado... La coraza de Jane estaba cayendo y estaba muy feliz por eso.

El recuerdo de esta mañana fue interrumpido, cuando Emil colocó sus manos sobre las mías, que estaban en mi regazo sosteniendo mi libro... El libro que él me había regalado:

- ¿Estás bien? - me preguntó en susurros

- Si. Perfecta- sonreí, él estaba por decir algo más, pero la voz de Christopher lo interrumpió.

- Me largo- espetó furioso

- ¿Qué pasa? - preguntó Dominick

- Sarah, eso pasa- dijo- Es una...- Isobel lo interrumpió antes de que él insultara a nuestra amiga

- ¡No te atrevas! Lárgate, sobras aquí. - él nos fulminó con la mirada y salió de nuestra vista. Jane había despertado, pero no mencionó nada... Era extraño, es la más impulsiva.

- ¿Quién se cree ese hijo de puta? - dijo Violet

- Ya se fue, es lo único bueno de todo esto- dije

- Creo que yo también me voy- dijo Dominick colocándose de pie, lo que genero una sonrisa en Nate.

- ¿Qué? ¿por qué? - preguntó Sophie de inmediato... De acuerdo, algo raro sucede... Algo que deben saber de mí, es que soy muy buena observando, ha sido una capacidad que he desarrollado con el paso del tiempo, y una herramienta a la hora de escribir, así que bueno, se me da bien eso de leer a las personas, y créanme aquí algo pasaba.

- Sarah y yo no somos tan unidos, el saber que está bien ya concluye mi tarea. Si pasa algo me avisan. – explico Dominick, Sophie asintió a regañadientes. - Adiós chicos.

- Adiós Dom.- dijimos todos menos Nate y Jane, quien había vuelto a cerrar los ojos. Dominick los observó y se fue.

(...)

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora