Nathaniel Morgan

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Tenía resaca, demasiada de hecho, el día anterior había estado tomando en casa de Luke, Lucca y Andrew, solo habíamos estado los 4, y se lo había dicho a Jane, la había invitado, pero ella dijo que se iba a quedar esa noche en casa de Sarah, me alegré por ella, al fin se estaban acomodando las cosas de nuevo, o bueno eso pensaba.

Ya eran cerca de las 12:30 pm, cuando decidí revisar mi celular, y entonces, en redes sociales, la noticia del día era lo que había sucedido en New York unas horas antes. La noticia estaba en todos los titulares, de los periódicos más importantes del país. Lo peor de todo, es que los culpables siguen fugitivos. Golpee con fuerza la pared de mi habitación, ¡joder! esto podría costarnos caro. Llame a Lucca en seguida y prendí un cigarrillo:

- Ya te enteraste- afirmo él al contestar

- Lo acabo de leer.

- Nate, todo se va a ir a la mierda

- Lo sé.

- Pueden abrir el caso de nuevo

- Lo sé.

- Nate, debes alejarte, de inmediato

- Lucca...

- ¡Sé por qué lo haces! pero nos va a salir caro si seguimos en esto, y no sé tú, pero yo no quiero terminar como Nathan, yo tengo algo que quiero cuidar, y es Emma, y no voy a arrastrarla a esta jodida mierda con nosotros. Me imagino que Luke piensa lo mismo con Isobel, y tú, piensas lo mismo con Jane. - me quedé en silencio, tenía razón.

- Tenemos que esperar a que haya novedades. Luego veremos qué hacer

- Vale

- Debo irme- dije

- Adiós Nate.

Lucca tenía toda la jodida razón, me había encargado de arrastrar a mis mejores amigos a este hoyo, pero jamás pensé que todo podría volver a empezar, se supone que las cosas acabaron en 2016 cuando el oficial Owen Brown desapareció, pero ahora, veo que la historia se repite como un puto bucle.

Mientras mi mente divagaba en todo lo que había pasado con respecto a esto, una y otra vez, arreglé mi habitación y abrí las ventanas pues el olor a tabaco y a whisky estaba impregnado en el aire.

Salí de mi habitación hacia la cocina por un vaso de agua, pero mi hermana me grito cuando estaba a punto de bajar las escaleras:

- ¡Nate!

- ¡Cállate joder! - hasta ese momento no me había dado cuenta de que me dolía la cabeza. Instintivamente me llevé las manos a ella.

- ¡¿Qué carajo te pasa?!

- ¿Qué me pasa de que Isobel? - no estaba para sus interrogatorios.

- ¿Por qué tienes resaca?

- ¿Por qué crees? - respondí con ironía

- ¡Nate! ¡Hoy llega mamá!

- ¡¿Y qué?! es sábado joder, me vale mierda si viene el mismo presidente

- ¡Joder! No puedes dejar de comportarte como un puto niñato malcriado por ella

- No.

- Mierda Nate. - decidí irme antes de seguir peleando.

Ya en la cocina, saqué una aspirina y un vaso de agua, que me tomé para que bajara el dolor de cabeza y se me pasara la resaca. A mi alrededor todos mis empleados se movían de un lado a otro haciendo como tres tareas diferentes, mi hermana se tomaba muy enserio la llegada de Daphne a casa.

Nuestra Última Oportunidad {Primera Parte}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora