36: Recuerdos

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Hay una abolladura en el sillón que mide exactamente el largo, la forma y el ancho de mi cuerpo.

Me muevo en mi agujero de seguridad y comodidad, exhalo un suspiro y miro con desgana a la pared. El material que tengo debajo se hunde un poco más cuando me muevo, amoldándose a mis caderas.

En el fondo de mi mente, mi cerebro se comunica con mis oídos al captar el débil sonido de los ronquidos de Jungkook en el dormitorio más alejado.

Llevo una hora instalada aquí, acurrucada en un bulto de incredulidad inexpresiva después de que Yoongi y Taehyung se deslizaran como sombras por la puerta. Mi mente se arremolina con las implicaciones de las palabras de Yoongi, implicaciones que no me llegaron hasta unos minutos después de que se fueran.

Cambia sus vendas una vez al día,

Aliméntalo.

Mantenerlo hidratado.

Todos estos comentarios llevan a una conclusión horriblemente inevitable: me quedaría sola aquí con Jungkook, haciendo de enfermera, chef y sirvienta, durante más de un día.

Tal vez más de dos, o tres, o incluso cuatro.

¡¿Cuántos malditos días planean dejarme aquí sola?!

Y lo que más me aterra es el hecho de que me dejen aquí, sola e indefensa, con mi única compañía el herido Jungkook que no puede defenderme más de lo que podría hacerlo un inofensivo conejo en este momento.

¿Y si alguien me ataca? ¿Irrumpe en esta casa de baja altura y trata de hacerme daño a mi o a Jungkook?

Los otros hombres pueden pensar que esta casa es una zona de seguridad infalible, pero yo no he dejado de mirar el peor escenario posible y planearlo.

Todo es posible.

Suspirando, me levanto de la abolladura del tamaño de ______ y arrastro los pies hasta la cocina. No estoy segura de cuándo se dignará Jungkook a agraciarme con su presencia consciente, pero estoy segura de que tendrá sed cuando se despierte.

Rebusco en los armarios de la cocina hasta que mis manos se topan con la superficie lisa y fría de un vaso. Lo saco, lo lleno de hielo y agua, y me detengo al salir para echar un vistazo al contenido del refrigerador.

Genial. No hay comida, y no tengo dinero ni transporte para ir a comprar al supermercado. Sólo me queda esperar que alguno de los hombres de disposición más blanda (*tos tos* no Yoongi) se acuerde de que existo y me traiga comida antes de que los dos nos muramos de hambre.

Reflexionando sobre esto, vuelvo a atravesar la sala de estar y el pasillo, con los suelos de madera frescos y texturizados bajo mis pies descalzos.

Al lado del sillón, mis zapatos están desordenados en una pila. Paso por encima de ellos ligeramente en mi camino hacia el dormitorio.

Dentro de la oscura habitación trasera, los ronquidos de Jungkook resuenan un poco más fuerte. Es una forma extendida encima de las sábanas, su largo cuerpo no se ha acomodado completamente en la parte superior, de modo que sus pies aún calzados cuelgan del extremo.

Santo cielo, eso me molesta.

Haciendo una mueca, dejo el agua y me acerco al extremo de la cama. Sus zapatos son, por supuesto, algún tipo de bota con cordones.

También conocido como el tipo de zapato más difícil de quitar para otra persona.

Me pongo a trabajar inmediatamente, sin preocuparme de despertarle por las experiencias anteriores de hoy.

[ JJK ] Blood Ink ✔️ TRADUCCIÓN AL ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora