51: La dualidad de Jeon Jungkook

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"Tú...¿qué?"

Es un poco confuso, tengo que admitirlo.

No es que no pueda entender el atractivo de su petición; rozar con sus labios una creación de su propia mano que expresa todo lo que es, ha sido y podría ser.

No es a mi a quien quiere besar, digamos, no en la forma más básica de su boca caliente sobre mi piel. Lo que quiere es sentir contra él todo lo que representa la tinta trazada en mi piel, solo y en conjunción con su propia marca extendida por las hendiduras y colinas de sus costillas.

Tampoco me desconcierta su deseo por mi visión frontal. Se siente atraído por mi y quiere tocarme donde ha dejado una marca permanente en mi piel. La línea de pensamiento parece coincidir con la de un animal macho que frota sus olores en los animales de su manada.

Lo que me confunde es él.

La forma en que me mira.

Su boca está afelpada y dulcemente fruncida, con un puchero inocente a pesar del duro contraste de los anillos de metal negro enganchados alrededor. La piel rosada está ligeramente enrojecida en la parte inferior de donde lo he mordido, pero eso no quita la suave y gentil separación de ellos.

Pero sus ojos...

Sus ojos son casi obscenos, casi lascivos en el calor puro y sin adulterar que los atraviesa. Sus párpados, de gruesas pestañas, están bajos y pesados, y casi ocultan el negro ardiente que hay detrás de ellos y que me roba el aliento.

El ángulo agudo de sus gruesas cejas negras se arquea por encima, dando paso a la suave extensión de su frente, sombreada por una pincelada de flequillo negro como el carbón.

Jungkook está tan cerca de mi como es posible, con su frente rozando la mía, los labios entreabiertos mientras nuestras respiraciones se enredan.

Me mira como si fuera el último sorbo de agua en la vista de un hombre que se está secando lentamente en el desierto.

La necesidad hirviente arde a través de mi piel, el aire de mis pulmones se siente espeso y atascado como si la feroz hoguera de mi estómago hubiera dejado pasar su humo enjaulado hacia ellos.

Es como si la bonita curva de su boca fuera un pobre intento de ocultar la maldad de sus ojos.

Me sorprende cómo puede representar dos emociones tan diferentes en una sola expresión facial.

Cada mirada es el antagonista absoluto de la siguiente, sus ojos astutos pero su boca dulce, sus cejas inclinadas pero las curvas de sus mejillas llenas y sanas. Es una serie de entidades emocionales diferentes empaquetadas en un paquete sexy, dulce y enigmático.

"Te lo he pedido," dice Jungkook en voz baja, con una voz que refleja su boca pero no sus ojos. Me estoy conteniendo para no soltarme, conteniendo la lujuria que me grita a través de la ventana del alma de su visión. "Vamos a ir despacio, y puedes decir que no. Lo estoy intentando."

Hay un discurso totalmente diferente que proviene de su mirada negra. Me atrae, me tienta a ceder a lo que quiere, cuando quiere hacerlo.

¿Miedo? me desafía en silencio. ¿De qué? Se que me cuidaría.

Mi toalla de baño sigue abierta sobre mi muslo, el material apretado en mis puños mientras lo sujeto con fuerza para mantener el resto de mi cuerpo cubierto. Pero, si soy sincera, sólo tengo que agarrarla más fuerte para no tirar toda la maldita cosa por completo.

Es demasiado para mi.

"Bien," digo, aclarando la garganta y manteniendo la voz informal. "PERO, tienes que entregar cualquier 'chantaje' que tengas después de esto."

[ JJK ] Blood Ink ✔️ TRADUCCIÓN AL ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora