Capítulo 51: Refuerzos

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Ce seguía gritando y nosotros teníamos el corazón latiéndonos a mil. Algo se movía en su pierna y no sabíamos de qué se trataba.

- ¿Qué es eso?, preguntó Érika.

- Tiene algo dentro, respondió Mike, alterado.

- ¡Es asqueroso!, comentó Dustin.

- Habladle. Que no se duerma, ¿vale?, ordenó Jonathan mientras se levantaba.

- ¿A dónde vas?, pregunté yo.

- A por algo que nos pueda ser útil, respondió antes de salir corriendo hacia la cocina de uno de los restaurantes.

- ¡Aguanta, Ce!, exclamé acariciando su brazo.

- ¡Eh, eh! ¡No te duermas! ¡Ponedla de lado!, ordenó Mike.

Steve nos ayudó a movilizarla, con mucho cuidado, para no hacerla daño.

- Escucha, no tiene tan mala pinta - dijo Robin, mientras los demás la mirábamos, desconcertados - En mi equipo de fútbol teníamos una portera, Beth Wildfire. Otra chica le pegó un patadón en la pierna y se le salió el hueso de la rodilla. Una pasada.

- Robin, la llamó Steve.

- ¿Sí?

- No es el momento.

- ¡Perdón!

En ese momento, Jonathan llegó corriendo junto a nosotros con un cuchillo envuelto en un paño y se agachó frente a nuestra amiga.

- Vale...Escucha, Ce. Esto te va a doler un montón, ¿vale?

- Sí, respondió ella con la voz llorosa.

- Pero tienes que quedarte quieta - prosiguió Jonathan - Toma. Quiero que muerdas esto, ¿vale?

Jonathan le cedió una cuchara de madera a Mike, que se la pasó a Ce para que la mordiera y, así, soportara el dolor mejor. Después, se puso un guante de plástico en la mano, cogió el cuchillo y lo aproximó a la herida.

- ¡Joder, joder!, exclamó Dustin, nervioso.

- Hazlo, ordenó Mike sujetando la mano de su novia.

- Vale..., dijo Jonathan, tembloroso.

Mientras todos contemplábamos la escena sufriendo por Ce, Jonathan empezó a cortar la herida con el cuchillo. Todos moríamos de la impresión y de asco viendo cómo la pobre gritaba y mientras se derramaba la sangre. Entonces, Jonathan soltó el cuchillo, respiró hondo e introdujo los dedos en la cicatriz para atrapar al bicho, lo cual nos impresionó más todavía y gritamos de dolor acompañando a Ce en el sentimiento. Me tapé la boca con la mano y me agarré al brazo de mi hermano, que contemplaba la escena, tan nervioso como los demás.

- ¡Jonathan!, le llamó Nancy.

- ¡Cállate!, le pidió él, nervioso, tratando de coger al bicho.

- ¡Para, para! - le gritó Ce, soltando la cuchara y haciendo que él se detuviera - Puedo hacerlo...

Entonces, Ce se incorporó y, mientras Mike y Dustin la sujetaban, ella apuntó con la mano a su herida y empezó a mover al bicho con la mente, lo cual seguía matándola de dolor.

- ¡Dios!, exclamó ella, mientras la mirábamos, boquiabiertos.

Ce hizo tanta fuerza para extraer al bicho que los cristales de los escaparates que teníamos detrás de nosotros estallaron en mil pedazos. Finalmente, consiguió sacar de su pierna a un bichejo parecido a un renacuajo sangriento al que lanzó por los aires. Cuando este cayó al suelo e intentó escapar, alguien lo mató de un pisotón. Alzamos la mirada y vimos que se trataba del jefe de Policía de Hawkins y padre adoptivo de Ce, Jim Hopper, al que nos causó un gran alivio ver allí. A su lado izquierdo, estaba la madre de Will, Joyce Byers, y, a su derecha, un hombre calvo con gafas, barba, algo desaliñado y vestido con una camiseta de tirantes. Era Murray Bauman, un amigo de Illinois del policía, que sabía hablar ruso y que les había ayudado en una investigación junto a un soldado ruso llamado Alexei, el cual les guió para llegar al arma que estaba abriendo el portal, pero que, desgraciadamente, fue asesinado por su jefe en el festival.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora