Capítulo 82: Pérdidas

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Erica y yo llegamos al piso de arriba gritando los nombres de Lucas y Max repetidamente, pero no parecían contestarnos, lo que significaba que tenían problemas muy serios. La puerta del desván estaba cerrada con cerrojo y lo único que oíamos eran golpes y gemidos de dolor de nuestro amigo.

-¡Lucas!, gritaba Erica golpeando la puerta.

-¡Joder! - exclamé, angustiada - Déjame probar con esto.

Agarré el bate con las 2 manos y empecé a golpear la cerradura hasta que consiguiera abrirla.

-¡Vamos, Ash! ¡Dale fuerte!, me animó Erica.

De pronto, oímos un grito de Lucas que nos llegó hasta el alma.

-¡Maaaax!

-¡No...! ¡No, no, no! ¡Noooo!, grité al borde del colapso.

Entonces fue cuando sentí el impulso de golpear la cerradura con todas mis ganas gritando lo más fuerte que pude y conseguí cargármela. Solté el bate y Erica y yo tiramos del pomo hasta que abrimos la puerta de una vez por todas. Pero cuando subimos al desván, ya era demasiado tarde.

-¡Lucas!, exclamó Erica una vez más.

Aquel fue el momento en el que, por un segundo, me faltó el aire. Lucas estaba sentado en el suelo envolviendo a Max en sus brazos y tenía la cara ensangrentada y llena de lágrimas. Jason se había peleado con él y Max parecía haber salido muy mal parada del trance.

-¡Necesita un médico! - gritó él, desconsolado - ¡Llama a una ambulancia! ¡Corre! ¡Rápido, por favor!

Erica no tardó ni un segundo en darse la vuelta y salir en búsqueda de una cabina de teléfono para llamar al hospital. Pero yo no pude seguirla. Me quedé paralizada al ver el cuerpo de Max tan herido y a Lucas tan destrozado. Realmente, mi mejor amiga se estaba muriendo.

-¡Maaaaax!, grité rompiendo a llorar.

Aquel grito me salió de lo más profundo del alma. Después de lo deprimida que había estado Max durante tantos meses, de lo que había luchado por tratar de estar lo mejor posible para enfrentarse a Vecna y después de haberse salvado una vez de la maldición, ahora parecía que se nos iba de verdad. Corrí a su lado, me arrodillé y comprobé que las articulaciones de sus brazos y piernas estaban completamente rotas y desencajadas y que por sus ojos resbalaban lágrimas de sangre. Además, sus iris y sus pupilas eran de color blanco y no paraba de convulsionar.

-¡Max, Dios mío! ¡Di algo, por favor!, grité, histérica.

- Lucas...Ash..., balbuceó ella.

- Sí, estoy aquí, estoy aquí...Estamos aquí, dijo Lucas con un hilo de voz.

- No...siento nada...no veo nada, dijo ella mientras se me rompía el corazón en pedazos.

- Ya lo sé, lo sé...Tranquila...

- Tú puedes, Max...Vamos, no te duermas, dije yo acariciando su brazo.

- Ya hemos pedido ayuda, ¿vale? - añadió Lucas - Tú aguanta.

- Tengo miedo...tengo miedo. Tengo mucho miedo. Tengo miedo, repitió la chica una y otra vez.

- Ya lo sé...Tranquila, tranquila..., la consoló él con la voz quebrada.

- No quiero morir, no estoy lista, sollozó Max, asustada.

- No digas eso, te vas a poner bien, ¿vale?, dije yo mientras las lágrimas seguían brotando de mis ojos.

- No te vas a morir...Aguanta, no te vas a morir, añadió Lucas.

Lo que ninguno de los 3 sabíamos es que, aunque no la pudiéramos ver, Ce estaba ahí, a nuestro lado, llorando con nosotros. Se conectó a través de su mente en una pizzería a muchos kilómetros de distancia para detener a Vecna el tiempo suficiente como para salvar a Max antes de que la matara del todo. Gracias a ella, a Steve, Nancy y Robin, que habían iniciado la fase 4, llamada "flambé", con la cual habían quemado el cuerpo de Vecna estando en trance y, también, a Murray Bauman, que, desde la lejana Rusia, había quemado a un grupo de demogorgons en una prisión rusa con un lanzallamas, lo cual provocó que se quemaran todos los enlaces de Vecna a su mente, Max se había salvado. Pero Ce no pudo hacer más por ella, ya que Vecna también se había enfrentado a ella en una batalla mental y la había hecho ver con sus propios ojos cómo maldecía a su amiga. Por suerte, Ce sacó las fuerzas que necesitaba a tiempo y detuvo la maldición, pero, aún así, la vida de Max se iba apagando.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora