Érase una vez en Hawkins - Stranger Things

Capítulo 55: Un verano puede cambiarlo todo

Pasaron 3 meses y el otoño llegó a Hawkins. Desde aquel 4 de julio nuestra vida cambió por completo. Ya sabéis, un verano puede cambiarlo todo. Y tanto que lo cambió. No sólo volvió el azotamentes para intentar matar a Ce cargándose el centro comercial Starcourt, sino que, encima, perdimos a Billy y, repito una vez más, supuestamente, a Hopper. Además, el alcalde, Larry, fue detenido por corrupción, todo el mundo se enteró de lo sucedido en Hawkins a través de los informativos y Steve y Robin tuvieron que buscarse un nuevo trabajo, ya que la heladería "Scoops Ahoy" se había incendiado.

Aquel día, mientras mi hermano y Robin probaban suerte echando el currículum en una tienda de videojuegos, cómics, música y películas, nosotros ayudábamos a los Byers, incluida Ce, que había pasado a ser parte de la familia, a vaciar la casa. Joyce había estado pensando en mudarse del pueblo antes de nuestra aventura y la única razón por la que no lo había hecho era por Hopper, pero, desde que lo perdimos en la batalla de Starcourt, no le quedó más remedio que buscar un piso en otra ciudad. Entonces, cuando ya habíamos ayudado a meter varias cajas en el camión de la mudanza, Will y yo acordamos tomarnos un rato a solas para despedirnos. Mientras tanto, en la casa de los Byers, Nancy se despedía de Jonathan; Ce, de Mike, Joyce le entregó a esta una carta de Hopper que había encontrado en su uniforme y Lucas, Max y Dustin seguían recogiendo las cajas que quedaban.

Will y yo anduvimos por detrás de su casa hasta llegar a la orilla de un estanque, donde nos sentamos a hablar. Estuvimos sin saber qué decir durante unos minutos, ya que era difícil empezar la conversación en un momento tan delicado. Cuando Will me comunicó que se mudaban, sentí un gran dolor en el pecho. Después de ese horrible verano, también iba a perder de vista a mis amigos Will y Once. Era lo mejor para salud mental de Joyce, y también de Ce, ya que, si se quedaban, iban a ver a Hopper por todas partes y eso les dolía mucho a las dos. A una, porque era su padre y a la otra, porque, a pesar de sus discusiones, siempre había sentido un cariño especial por el jefe de policía y, después de superar la pérdida de Bob Newby, justo cuando iban a empezar a darle forma a su relación, todo se fue al traste. Entonces, me tuve que aguantar y soportar la mudanza de mi mejor amigo lo mejor que pude. Mientras contemplábamos el agua del estanque con la brisa azotándonos el rostro, nos miramos mutuamente con una sonrisa triste. Esa conexión entre nosotros era muy especial. Con tan sólo una mirada, nos decíamos muchas cosas y nos sentíamos comprendidos.

Will Byers fue mi primer amigo de verdad, ya que nadie antes me había hecho sentir escuchada o integrada, ni había compartido sus aficiones conmigo como escuchar música, dibujar o jugar a Dragones y mazmorras, ni me había apreciado tal y como era cuando era la fantasmilla del instituto. Pensar que iba a empezar una nueva vida en otra ciudad separado de mí me hacía venirme abajo, pero, al menos, estaría con Ce, que ahora era como una hermana para él y para Jonathan y una hija para Joyce. Suspiré hondo y traté de buscar la manera de iniciar nuestra última conversación antes de mudarse.

- Me acuerdo de...aquel 7 de noviembre de 1983...Llegué al instituto y vi a tu hermano colgando un cartel con tu foto y tus datos en el tablón de anuncios. Le pregunté que qué te había pasado y cuando me dijo que habías desaparecido la noche anterior, me entró un escalofrío. Eras mi único amigo en este pueblo y, de pronto, no había ni rastro de ti. Pero gracias a eso, me uní a tu grupo y conocí a todos los demás que, en seguida, me hicieron sentir parte de la familia que somos. No podía dejar de pensar en que estabas perdido y que no te volvería a ver. Así que hice de todo para buscarte.

- Pues...al final salió bien, ¿no?, me preguntó él, sonriente.

- Parece que sí - respondí yo entre risas - Gracias a ti, conocí a los mejores amigos que se puede tener. Siempre hemos estado tan unidos, como si fuéramos amigos de toda la vida, y ahora...voy a sentir un gran vacío cuando te vayas...