Capítulo 21: Niño zombie

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Tras unas pesadas horas de clase, salimos al patio en la hora del recreo. Se nos ocurrió investigar más sobre la chica nueva, ya que no nos podíamos creer que fuera ella quien superara a Dustin en Dig Dug. Nos pusimos tras unas vallas y la vimos haciendo trucos sobre su monopatín. La verdad es que era bastante buena.

- Es imposible que ella sea MadMax. No puede sacar 751.000 puntos en Dig Dug porque es imposible, dijo Mike.

- No es imposible. Lo viste con tus propios ojos. Lo que no sabemos es si es ella al 100%, contesté.

- No creo que sea ella, me respondió él.

- Pero se llama Max, dijo Lucas.

-¿Y qué?, preguntó Mike.

- Pues, ¿a cuántos Max conoces?

- No lo sé...

-¡A 0 exactamente!

- Sí y se presenta en el colegio el día después de que alguien con el mismo nombre bata nuestro récord. ¡Es flipante!, dijo Dustin.

- Exacto. Así que tiene que ser MadMax. Es ella, dijo Lucas.

- Además, le mola el monopatín. Eso es un puntazo, dijo Dustin.

-¿Un puntazo?, preguntó Mike.

- Límpiate, amigo. Se te cae la baba, le dije a Dustin.

-¿Qué? ¿En serio?, preguntó limpiándose.

- No, pero estabas a punto - dije mientras escuchaba a Lucas reírse - Y tú no te rías, que estabas igual.

-¿Yo? ¡No! Eso no es verdad, dijo Lucas, un poco sonrojado.

- Lo que tú digas, dije riéndome.

- Pero es verdad. La chica es guay, dijo Dustin.

- Pero si ni siquiera has hablado con ella, replicó Mike.

- Pero no es necesario. Fíjate...¡Mierda! He perdido el objetivo, dijo Dustin al no ver a Max.

Empezamos a mirar por todas partes y, al final, Will la localizó subiendo las escaleras del baño.

-¡Oh, ahí!, exclamó.

Antes de entrar por la puerta, vimos cómo tiraba un papel arrugado a la basura. Dustin y Lucas se miraron mutuamente y fueron corriendo, así que tuvimos que seguirlos. Dustin se puso a rebuscar entre los papeles y, mientras, Lucas y Will lo tapaban. Yo me moría de vergüenza y me alejé unos metros al ver que se acercaba la gente y los miraba raro.

-¡Lo tengo! ¡Es esto!, dijo Dustin desdoblando el papel.

-"Dejad de espiarme, raritos", leímos los 5 a la vez.

-¡No me jodas!, exclamó Dustin.

-¡Somos unos cantosos! Creo que la hemos asustado en su primer día, dije cruzándome de brazos.

-¡Qué mala primera impresión!, exclamó Lucas.

Los 5 nos reímos y escuchamos la voz del conserje que decía:

- William Byers. Ha venido tu madre.

Will se despidió de nosotros y el conserje lo acompañó hasta el coche de Joyce.

-¿Creéis que está bien?, preguntó Dustin mientras veíamos cómo se iba.

- Siempre está raro cuando tiene que ir allí, dijo Lucas.

- No lo sé. Hoy está callado, dijo Mike.

- Siempre ha sido callado.

Yo permanecí seria en silencio, viéndole entrar en el coche y cómo este arrancaba. Sentía mucha pena por Will. Sabía que desde que le encontraron y volvió a las clases, la gente lo miraba de manera diferente y hasta le llamaban el "niño zombie". Al menos, ahora sabían quién era. Will iba muy a menudo a un psicólogo a explicarle cómo se sentía y cómo iba avanzando su trauma tras perderse en el Mundo del Revés. Me destrozaba verlo así de triste. No se lo merecía.

Esa tarde, estuve en casa preparando mi disfraz para Halloween, mi fiesta favorita del año. Los chicos se iban a disfrazar de los Cazafantasmas, una peli recién estrenada que nos había encantado a todos. Pero desgraciadamente sólo hay 4 y son hombres. Y, ¿sabéis lo que me sugirieron los muy idiotas? ¡Que fuera de fantasma! Obviamente, pasé. Ya tenía bastante con que me llamaran "fantasmilla" en el instituto. Así que decidí hacerme uno mucho mejor para dejarles con la boca abierta.

Iba a disfrazarme de Terminator en versión mujer. Yo siempre tan original. Tenía una chaqueta de cuero negra que me prestó Steve, la cual me iba a poner encima de un mono negro, con unas botas negras altas con cremalleras, la lente negra con luz roja, como en la película, y para terminar, la metralleta falsa que compré en el almacén de Joyce. ¡Iba a ir espectacular! Y además tenía preparada una broma para los chicos por haberme tratado como un simple fantasma. ¡Se iban a enterar!

Mientras terminaba de colocar mi disfraz, oí a Steve llegar a casa. Escuché cómo subía y abría la puerta de mi cuarto.

-¡Hermanita, te traigo pollo!, dijo enseñándome un paquete del KFC que desprendía un aroma delicioso a alitas.

-¡Oh, sí! ¡Gracias, te quiero!, dije cogiéndolo y dejándolo en mi escritorio.

-¿Me quieres a mí o al pollo?, preguntó mi hermano.

- A los dos, respondí riéndome.

-¡Eh, mola el disfraz! Ten cuidado con mi chaqueta, por favor. Como le pase algo, no te vuelvo a traer comida en la vida, dijo acariciando su preciada chaqueta de cuero que me dejó para el disfraz.

- Descuida. Bueno, ¿qué tal con los padres de Barb?, pregunté mientras empezaba a comer las alitas.

Steve se tumbó en mi cama y, desde ahí, empezó a contarme.

- Pues mientras se inflaban a pollo frito, nos han dicho que piensan vender la casa y que han contratado a un detective para que investigue dónde puede estar Barb.

- Pero...

- Lo sé. No la van a encontrar - dijo Steve interrumpiéndome, que tenía la mirada fija en el techo - Pero no les hemos dicho nada para no liarla.

- Ya...habéis hecho bien, aunque no sé cuánto más podréis aguantar..., dije, pensativa y apenada por aquella pareja que no eran conscientes de que no encontrarían a su hija.

Sólo hablé con Bárbara aquella vez que se cortó jugando en la fiesta de Steve y la ayudé a curarse, pero se hizo mi amiga al momento. Aunque fuera por un rato, Barb fue mi amiga. Y siempre que recuerdo esa vez en la que Ce estaba buscándola a través del tanque en el gimnasio del instituto y gritó "¡muerta!", me dan escalofríos. La pobre chica murió en el Mundo del Revés sin merecérselo y, por eso, se quedará en mis recuerdos para siempre.

Will tuvo muchísima suerte de salir con vida. Por eso, durante ese último año, le habíamos estado protegiendo mucho, aunque sabía que eso tampoco era bueno. Y es que esa dimensión oscura en la que se perdió y el monstruo que nos atacó, el demogorgon, eran imposibles de olvidar. Lo que ninguno de nosotros se esperaba, excepto Will, era que esa oscuridad iba a volver muy pronto, por no decir que nunca se había ido.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora