Capítulo 37: El Baile de Invierno

89 4 0
                                    

Un mes después del fin de esa horrible aventura, llegó el último día de curso antes de Navidad. Will ya estaba totalmente recuperado y el Dr. Sam Owens había sobrevivido al ataque del laboratorio. Estuvo unas semanas en el hospital y, como agradecimiento al jefe de Policía, consiguió el papeleo para que Hopper adoptara a Ce como su propia hija.

Aquella noche, al igual que todos los años, se celebraba el Baile de Invierno, una fiesta con baile a la que todo el mundo iba arreglado para pasarlo bien. El año pasado habíamos ido Mike, Lucas, Dustin, Will y yo, pero ninguno teníamos pareja, así que bailamos todos juntos y nos comimos la mayor parte del buffet libre. Pero ese año era diferente. Ce y Mike se tenían el uno al otro y Max se iba a declarar a Lucas esa misma noche. Aunque yo no tenía pareja, no iba a desaprovechar la oportunidad de estrenar un look elegante para la ocasión. Me puse un vestido amarillo con un estampado de florecitas blancas y con un lazo rosa que se ataba por detrás. De peinado, llevaba una coleta alta ondulada recogida con un "scrunchie" rosa a juego con el lazo del vestido y me solté 2 pequeños mechones que me caían por los laterales de la cara. En cuanto al maquillaje, me había pintado unas sombras color rosa palo, me había puesto un gloss y me había dado un toque de colorete. De accesorios, me puse unos pendientes de perlas grandes blancas y unas pulseras plateadas y doradas. Estaba hablando por teléfono con Ce mientras me ponía mis zapatos, que eran unos botines marrones con algo de tacón.

- Vale, Ce. Dile que te ponga sombra rosa y un toquecito de malva. ¡Sólo un poquito! ¿Me oye, jefe? No queremos que parezca que le han dado un puñetazo en cada ojo, ordené estrictamente sabiendo que Hopper la estaba maquillando.

- Entendido. Sólo un poquito, escuché decir a Hopper a través del teléfono.

- Después, el gloss de los labios y, por último, el colorete, por favor, en dirección ascendente. ¿Queda claro?

- Clarísimo, dijo Hopper, aún dudando de cómo quedaría el resultado.

- Bien. Nos vemos allí, Ce, dije con una sonrisa.

- Eh...vale. No me esperéis. Creo que, a este paso, llegaré un poco tarde, dijo viendo la que estaba liando Hopper manchándose con la sombra de ojos.

- De acuerdo. ¡Hasta luego!, dije colgando.

Nada más colgar, sonó una voz por el walkie-talkie.

-¿Hola? Ash, ¿me recibes?

- Te recibo, Max. ¿Alguna emergencia?

- Ayúdame. ¿Qué me queda mejor? ¿El gloss o el pintalabios rosa pastel?

- Hmm, ¿de qué color son tus pantalones?, pregunté.

- Rosa claro, respondió.

- Pues, sin duda, el pintalabios rosa. Es el mejor para estrenar labios.

-¿Qué?, preguntó, sobresaltada.

- Hoy te vas a declarar a Lucas, ¿no? Tendrás que ir con el pintalabios adecuado, dije con cara de pillina.

-¡No hables tan alto, te van a oír! Y sí, hoy lo haré, pero, ¿y si sale mal?

- Tía, ¿en serio? Lucas está hasta las trancas desde el primer momento. ¡Hoy triunfas, amiga!

-¡Shh, más bajito! Voy a salir ya. Te espero en la iglesia en 15 minutos.

- Vale, nos vemos allí. Adiós, dije antes de colgar.

Me encantaba ayudar a mis amigas con la ropa y el maquillaje. Mi sueño era ser modista y esos momentos en los que podía mostrar mis dotes eran mis favoritos. Mientras me ponía los pendientes mirándome al espejo, entró mi hermano a la habitación.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora