Cuando llegamos al sótano de Mike le explicamos a Ce lo que les contó el Sr. Clarke.
- Hace falta mucha energía para crear una puerta. Pero tiene que ser lo que pasó. Si no, ¿cómo llegó Will allí?, dijo Mike.
- Eh...sí, respondió Ce.
- Lo que queremos saber es, ¿sabes dónde está la puerta?, preguntó Lucas.
Once negó con la cabeza.
-¿Y cómo sabes lo del Mundo del Revés?, preguntó Lucas, algo enfadado.
-¡Tranquilo! Ya encontraremos la forma de llegar a esa puerta, dije calmando el ambiente.
En ese momento, miramos a Dustin que estaba dando vueltas con una brújula en la mano.
- Dustin, ¿qué haces? Dustin...¡Dustin!, le llamó Mike.
- Enseñadme las brújulas, dijo, nervioso.
-¿Qué?, preguntó Mike.
-¡Las brújulas, todas las brújulas! ¡Ahora mismo!, gritó.
Nos miramos mutuamente extrañados e hicimos lo que pedía.
-¿Qué tiene esto de especial?, preguntó Mike.
- Todas apuntan al norte, ¿no?
- Sí, ¿y qué?, preguntó Lucas.
- Pues que eso no es el norte.
-¿A qué te refieres?, preguntó Mike.
- Pues a lo que acabo de decir. Que eso no es el norte.
-¿Cómo no va a ser el norte? Me estás asustando, dije, rayada.
-¿Cómo podéis ser tan zoquetes? El Sol sale por el este y se pone por el oeste, ¿no? Por tanto, ese es el auténtico norte, dijo señalando otra dirección.
- Quieres decir que las brújulas están rotas, dijo Mike.
-¿Tienes idea de cómo funciona una brújula? ¿Crees que llevan una pila?
- No...
- No. Exacto. Porque no la necesitan. La aguja se siente naturalmente atraída por el Polo Norte, explicó Dustin.
- Entonces, ¿qué es lo que les pasa?, preguntó Lucas.
- Eso es lo que no recordaba. Pero ya lo sé. La dirección de una brújula se cambia con un imán. Si hay un campo magnético más potente, la aguja lo señala.
- Pero tiene que ser un imán muy grande, ¿no?, pregunté.
- Sí. Y por eso he recordado lo que ha dicho el Sr. Clarke. La puerta tendría tanta potencia que...
- Afectaría al campo electromagnético, concluyó Mike.
-Exacto.
-Por tanto, si seguimos el norte de la brújula..., empezó diciendo Lucas.
- Debería llevarnos hasta la puerta, terminó Dustin.
- Bien pensado, Einstein, le dije a Dustin dándole un codazo amistoso.
Sin pensarlo dos veces, salimos directos a la calle guiados por el norte de nuestras brújulas. No teníamos ningún rumbo fijo, pero estábamos seguros de que encontraríamos la puerta.
Llevábamos como media hora caminando y ya estábamos por las vías de tren abandonadas del bosque.
-¿Está muy lejos?, preguntó Lucas.
- No lo sé. Esto indica la dirección, no la distancia. Tienes que aprender más sobre las brújulas, dijo Dustin.
- Sólo pregunto.
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Érase una vez en Hawkins - Stranger Things
Teen FictionHola, soy Ashley Harrington. Nací en Hawkins, un pueblo de Indiana. Os voy a contar la aventura que viví junto con mi grupo de amigos: Mike, Will, Lucas, Dustin, Once y Max, en la que nos enfrentamos a las oscuras criaturas del Mundo del Revés. Todo...