Capítulo 3: Contad conmigo

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Amigos no tenía, pero enemigos, unos cuantos. ¡Maldita vida! Y es que había un niño muy pesado en el instituto que nadie soportaba. Su nombre era Troy Harrington. Sí, podría ser mi hermano, ya que tenemos el mismo apellido, pero, por suerte, no es de mi sangre porque me daría vergüenza. Era realmente odioso, pero tengo que reconocer que gracias a él, conocí a los mejores amigos del mundo.

Ese día llevaba puesta una camiseta de manga larga blanca bajo una chaqueta vaquera rosa, pantalones negros y botas del mismo color con pompones rosas. Habían terminado las clases y yo me fui en bici a casa sin esperar a mi hermano, ya que aún estaba enfadada con él por no avisarme de que sus amiguitos iban a ir a la fiesta. Y cuando iba a irme, vi a un grupo de chicos discutiendo y me acerqué a curiosear. Entonces, vi que Troy le ponía la zancadilla a uno de ellos y este se cayó. Fruncí el ceño y me acerqué hacia allá.

-¿Se puede saber qué haces, Troy?, pregunté con los brazos en jarra.

- El cara rana cree que Will Byers sigue vivo. Pero el marica ese tiene que estar en otro mundo, ¿verdad?, se burló él.

- Tío, ¿no sabes qué es el respeto? Venga, vete a tu casa de una vez - dije mientras el chico que se había caído se levantaba y me miraba junto a Troy con desprecio - ¡Ahora!

- Lo que tú digas, fantasmilla, dijo yéndose con una sonrisa y con su amigo detrás de él.

- Disculpadle, es un payaso, dije mirando a los 3 chicos.

- Lo sabemos. Ah...y gracias por defendernos, dijo el chico negro.

- De nada. Por cierto, vosotros sois amigos de Will, ¿no?, pregunté.

- Sí, yo soy Mike Wheeler. Y ellos son Lucas y Dustin, dijo mientras los otros saludaban.

-¿Wheeler? ¡No me digas que Nancy es tu hermana!

- Pues sí... ¿la conoces?, preguntó Mike mirando a los chicos, extrañado.

-¡Claro, está saliendo con mi hermano!

- Espera, espera - dijo Dustin con un curioso ceceo que me llamó la atención - ¿Steve Harrington es tu hermano?

Yo asentí y todos me miraron fijamente.

-¡Vaya, pobrecita...!, dijo Mike.

- Steve no es tan idiota como parece, podéis creerme - dije y ellos asintieron sin estar seguros del todo - Bueno, quería deciros que no hagáis ni caso a Troy. Seguro que Will sigue vivo.

-¡Claro que lo está! Y no vamos a parar hasta encontrarle, dijo Lucas.

- Lo sé y...si en algún momento necesitáis ayuda, por favor, contad conmigo, dije con una sonrisa.

-¿Conoces a Will?, preguntó Mike.

- Sí, digamos que es...el único al que considero mi amigo en este pueblo. Es muy bueno conmigo y me preocupa que esté perdido.

- Le encontraremos. Gracias...Eres la única que se ha ofrecido a ayudarnos, dijo Dustin.

- Gracias a vosotros. Y si sabéis algo, contádmelo, ¿vale?

- Vale. Si quieres, puedes pasarte hoy por mi casa, dijo Mike.

-¿Qué? ¿En serio?

-Sí, nos vendrá bien alguien más investigando con nosotros.

-¡Vale, perfecto! Allí estaré. Hasta luego, dije yéndome.

Los cuatro nos despedimos y quedamos a una hora en casa de los Wheeler. Así que me monté en mi bici y me fui del lugar. Aquel día fue el principio de una gran y duradera amistad. Entonces, llegué a casa y allí estaba Steve.

- Hola, enana - dijo, pero no respondí - ¿Qué? ¿Sigues enfadada?

Yo le seguí ignorando y me dirigí a la cocina para comer.

-¡Venga, no puedes estar así toda la vida! Sabes que Tommy y Carol son mis amigos y tenían que venir.

-¡Pfff...amigos, dice! Ellos no son amigos de verdad. Son dos idiotas que te están comiendo la cabeza. La única normal de todos los que vinieron fue Barb.

-¿Barb? ¿La que se cortó? - preguntó y asentí sin mirarle - ¿De qué la conoces?

- Estuvimos hablando ayer y la ayudé a curarse, ya que vosotros fuisteis incapaces de hacerlo, dije con un tono enfurecido.

- Sólo fue un corte de nada...Y fue Nancy quien la trajo, yo en un principio, no quería invitarla.

- Ya, claro, como es una pardilla...¡Pues que sepas que fue un encanto conmigo, cosa que tus "amigos" no van a ser nunca!, dije mirándole con el ceño fruncido.

-¿Por qué les odias tanto?

-¡Son venenosos para ti, Steve! A ti parece que te adoran, pero a mí me tratan como la basura.

- Eso no es verdad. Eres mi hermana, nadie se atreve a tratarte así.

-¿Ah, no? Pregúntale a medio Hawkins.

Mi hermano se detuvo unos segundos para procesar lo que acababa de decir.

-¿Se meten contigo?, preguntó en estado shock.

- Tal vez, pero como estás cegado por esos dos, sólo te importa ir por ahí pavoneándote y creyéndote el puto amo.

Steve se quedó callado mirándome mientras comía a toda velocidad para salir de ahí cuanto antes y encerrarme en mi cuarto para aislarme de todo durante unas horas.

- Por cierto, esta tarde no voy a estar aquí. Me voy a casa de los Wheeler.

-¿Y eso? ¿Vas a hablar con Nancy?, preguntó.

- No, estaré con su hermano, Mike, y unos amigos.

-¡Ah, así que ahora estás haciendo amigos!

- Sí. Amigos de verdad - recalqué mirándole a los ojos - Vamos a investigar sobre la desaparición de Will Byers.

-¿El hermano de Jonathan? ¡Pff, no te lo recomiendo, es un pervertido!

-¡No hables así de él! Y que sepas que su hermano y yo somos amigos, por si tampoco te habías enterado.

-¡Por favor, ese niño debe estar en el otro mundo!, soltó Steve.

Entonces ya no aguanté más. Esa era la gota que colmó el vaso, así que me giré, le agarré del cuello de la camiseta con las dos manos y me lo acerqué para decirle un par de cosas.

- A mí no me vuelvas a hablar así. Para hablar mal a alguien, tienes a tus queridos Tommy y Carol. Y que sepas que Will Byers no está muerto y le voy a encontrar, te guste o no. Como sigas así, te vas a arrepentir, Steve Harrington. Acuérdate de esto, dije soltándole.

Y le dejé ahí, pasmado y sin saber qué responder. Yo me fui a mi cuarto y esperé a la hora con la que había quedado con mis amigos de verdad: Mike, Lucas y Dustin, para buscar a Will Byers.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora