El Dr. Owens sacó de los archivos un plano del laboratorio y un rotulador.
- Vale, aquí estamos nosotros y aquí, la salida más cercana - señaló él - Pero aunque logremos llegar allí, no hay escapatoria.
-¿A qué se refiere?, preguntó Hopper.
- Las puertas se sellan cuando hay un fallo.
-¿Cuando hay un fallo?, preguntó Joyce.
- Si no hay electricidad, el edificio queda sellado.
-¿Y no se puede abrir a distancia?, preguntó Bob.
- Con un ordenador, pero hay que reiniciar los interruptores.
-¿Y dónde están?, preguntó Hopper.
- En el sótano. Tres plantas más abajo.
Hopper cogió el plano y se dirigió a la puerta.
- Eh, ¿a dónde vas?, preguntó Bob deteniendo a Hopper.
- A reiniciar los interruptores.
- Vale, ¿y luego qué?
- Nos largamos cagando leches, respondió el policía con total seguridad.
- No, cuando vuelva la electricidad. Si quieres abrir la puerta, tendrás que reiniciar el sistema informativo y anular los códigos de seguridad manualmente.
- Vale, ¿y cómo lo hago?, preguntó Hopper sin entender nada.
- No podrás, al menos que sepas Basic.
- No sé qué es eso.
- Es un lenguaje de programación, dijo Mike.
- Está bien. Enséñame, dijo Hopper a Bob.
-¿Y de paso te enseño francés, Jim? ¿Y alemán? - preguntó Bob con ironía y se dio media vuelta - ¿Y usted, doctor? ¿Sabe Basic?
- No, respondió el doctor, apenado.
- Está bien. Iré yo, dijo Bob.
- No, Bob, dijo Joyce abrazándolo.
- Tranquila, no me pasará nada. Recuerda: Bob Newby, el superhéroe, dijo Bob con una sonrisa encantadora.
No pude evitar sonreír al escuchar aquello, pero, a la vez, temía por la vida de Bob. No le conocía de nada, pero demostró ser muy valiente. Entonces, Bob y Hopper recogieron el cuerpo de un guardia muerto lleno de sangre y Bob se hizo con su pistola, su walkie y su linterna y se dirigió hacia el sótano.
Después de una larga espera, la cual se nos hizo eterna, se oyó la voz de Bob por el walkie decir: "ábrete, Sésamo". Al segundo, el botón de la puerta principal se puso azul.
-¡Está abierta!, exclamó el doctor.
- El cabrón lo ha conseguido, dijo Hopper, orgulloso.
- Vale, nos vemos fuera, dijo Bob.
De pronto, se vio a través de una de las cámaras a un pequeño demogorgon bajando hacia el sótano.
-¡Jefe! Tenemos compañía, avisó el doctor a Hopper y a Bob.
-¿Dónde?, preguntó Bob.
- En la escalera oeste, respondió el doctor.
- Vale, tengo una idea, dijo Bob.
Este volvió al ordenador y activó la alarma de incendios y, con ella, los chorros de agua del techo para distraer al monstruo. Este fue directo a la planta de arriba.
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Érase una vez en Hawkins - Stranger Things
Teen FictionHola, soy Ashley Harrington. Nací en Hawkins, un pueblo de Indiana. Os voy a contar la aventura que viví junto con mi grupo de amigos: Mike, Will, Lucas, Dustin, Once y Max, en la que nos enfrentamos a las oscuras criaturas del Mundo del Revés. Todo...