Capítulo 27: Los recuerdos del ahora

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- Bien, si os digo 10 centímetros, ¿cuánto sería?, preguntó Bob desde la mesa con un plano de Hawkins en miniatura.

Mientras, nosotros sujetábamos un metro para medir el salón y, así, encontrar a Hopper.

- No estoy seguro. ¿Ash?, dijo Mike.

- Eh...no sé, no se me dan muy bien las mates - dije con una sonrisa tímida - ¿Sra. Byers?

-¡Esperad! - respondió ella - ¡6 metros, 50 centímetros!

-¿Y de Tippecanoe a Danford Creek?, preguntó Bob.

-¿A Danford? ¿Dónde está Danford?, preguntó Joyce perdida.

-¡En el comedor!, gritó Will.

-¡5 metros, 25 centímetros!, respondió Joyce tras llevar el metro a donde decía Will.

-¿Y de Danford a Jordan?, preguntó otra vez Bob.

-¡Oh, vamos! Tiene que ser suficiente, dijo Joyce.

- No, no lo es. Te aseguro que no lo es, dijo Bob.

- Venga, ¿no puedes deducirlo?

- Pues es difícil. La proporción no es exactamente 1x1. Pero si me retorcieras el brazo como estás haciendo, te diría que la X está...casi a un kilómetro al sureste de Danford.

-¡Gracias!, dijo Joyce antes de darle un beso en la mejilla.

Joyce cogió el mapa y fue a toda velocidad hacia el coche y nosotros, tras ella. Bob, despistado, nos siguió.

Llevábamos ya un buen rato dando vueltas por el mismo sitio con el coche y, por más que Joyce miraba el mapa, no localizábamos a Hopper. Sólo había un enorme campo sobre el que dábamos vueltas y más vueltas.

- No hay nada. Ahí no hay nada, dijo Mike.

- Paciencia. Seguid mirando, dije intentando calmar la situación, aunque por dentro estuviera igual de nerviosa.

-¿Estamos cerca?, preguntó Joyce a Bob.

- En las inmediaciones, respondió Bob.

-¿Cómo que en las inmediaciones?

- Pues que estamos cerca. No lo sé, no es exacto...

- Pero si lo estábamos midiendo.

- Te dije que la proporción de la escala no es exactamente...

Mientras Joyce y Bob discutían, Mike y yo nos mirábamos desesperados intentando encontrar algún rastro del jefe de policía. De repente, Will, que estaba sentado a mi lado, se incorporó de golpe y soltó:

-¡Tuerce a la derecha! Lo he visto.

-¿Dónde?, preguntó Joyce.

- Aquí no, en mis recuerdos del ahora.

Al decir esto, le miré extrañada. ¿Qué recuerdos? ¿Cómo podía haberle visto? Estaba totalmente confundida.

-¿En tus qué...?, preguntó Bob.

-¡A la derecha!, ordenó Will.

Sin pensárselo 2 veces, Joyce torció el volante y atravesamos el cartel del campo de calabazas. Íbamos tan rápido que Joyce a penas puedo ver el coche de Hopper delante nuestra y nos chocamos contra él levemente.

-¿Estáis bien?, preguntó Joyce.

-¡Creo que voy a vomitar...!, dije recuperando el aliento.

- Super espía, dijo Mike jadeando.

-¿Qué hace Jim aquí? ¿Joyce?, preguntó Bob, extrañado.

- Chicos, quiero que os quedéis aquí, dijo Joyce.

-¡No, mamá! ¡Mamá! ¡No es seguro!, dijo Will.

-¡Por eso quiero que os quedéis aquí! ¡Quedaos aquí!, ordenó antes de cerrar la puerta.

Desde dentro del coche, lo único que oíamos era a Joyce gritando el nombre de Hopper como una energúmena. Nosotros no aguantábamos más y salimos del coche. Avanzamos y nos asomamos al agujero por donde se habían metido.

-¿Estarán bien? Esas plantas no me dan buena espina, dije preocupada señalando con la cabeza unas enredadera movedizas.

- Will, ¿tú ves algo, me refiero, en tus recuerdos del ahora?, le preguntó Mike.

Will negó con la cabeza. En ese momento, escuchamos detrás de nosotros el ruido de unos motores. Nos fijamos bien y eran unas furgonetas del laboratorio de Hawkins que se acercaban a nosotros. Entonces, los tres empezamos a temblar y nos miramos mutuamente sin saber qué hacer al respecto. De las furgonetas, se bajaron varias personas con trajes que les cubrían el cuerpo entero y entraron con linternas por donde se habían metido Joyce y Bob.

Estábamos esperando a que salieran cuando, de repente, Will se tiró al suelo retorciéndose de dolor. A Mike y a mí casi nos da un infarto en ese momento.

-¡Will! Will, ¿qué te pasa?, pregunté intentando ayudarle.

- Will, ¿estás bien?, preguntó Mike.

De repente, Will se puso boca arriba, le daban espasmos y parecía totalmente poseído. Mike y yo nos apartamos mirándole con auténtico terror.

Érase una vez en Hawkins - Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora