QUANTUM SALTUS: HOGWARTS [1976 - presente] (aka "Latinas en Hogwarts")

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Harry encuentra Hogwarts como un lugar inesperadamente parecido a un sombrero mágico, donde cualquier cosa se puede encontrar. Los seres que no son docentes son curiosos pero difíciles; los fantasmas de cada casa en Hogwarts son muy diferentes entre sí, Peeves, el postergeist un bromista de cuidar y el peor, si es posible, es el celador, Argus Filch.
Harry y Ron de alguna manera se las arreglan para chocar con él, en la primera mañana. El celador los encuentra tratando de pasar por una puerta que, desgraciadamente, resulta ser la entrada al pasillo prohibido del tercer piso. El celador sin creerles que ambos chicos estaban perdidos, estuvo convencido de que querían entrar a propósito y los amenazó con encerrarlos en los calabozos, hasta que el profesor Quirrell, que pasó por allí, los rescató.

Filch tiene una gata llamada Señora Norris, una criatura flacucha y de color polvoriento, con ojos saltones como linternas, iguales a los de Filch. Patrulla sola por los pasillos. Si uno infringe una regla delante de ella, o ponía un pie fuera de la línea permitida, se escabulle para buscar a Filch, el cual aparece dos segundos más tarde.
Filch conoce todos los pasadizos secretos del colegio mejor que nadie (excepto tal vez los gemelos Weasley), y puede aparecer tan súbitamente como cualquiera de los fantasmas. Todos los estudiantes lo detestan, y la más soñada ambición de muchos es darle una buena patada a la Señora Norris.

Y están las clases. Hay mucho más que magia, como Harry descubre muy pronto, es más que agitar la varita y decir unas palabras graciosas.
Hay que estudiar los cielos nocturnos con sus telescopios, cada miércoles a medianoche, y aprender los nombres de las diferentes estrellas y los movimientos de los planetas. Tres veces por semana van a los invernaderos de detrás del castillo a estudiar Herbología, con una bruja pequeña y regordeta llamada profesora Sprout, y aprenden a cuidar de todas las plantas extrañas, hongos y a descubrir para qué se deben utilizar.

Pero la asignatura más aburrida es Historia de la Magia, la única clase dictada por un fantasma. Harry oyó que el profesor Binns, que en ese entonces ya era muy viejo, un día se quedó dormido frente a la chimenea del cuarto de profesores y a la mañana siguiente cuando fue a dar clase, había dejado atrás su cuerpo. Binns habla monótonamente, mientras escribe nombres y fechas, y hace que Elmerico el Malvado y Ulrico el Chiflado se confundieran.

El profesor Flitwick, el de la clase de Encantamientos, es un brujo diminuto que tiene que subirse a unos cuantos libros para ver por encima de su escritorio. Al comenzar la primera clase, saca la lista y, cuando llega al nombre de Harry, da un chillido de excitación y desapareció de la vista.
La profesora McGonagall era siempre diferente. Harry había tenido razón al pensar que no es una profesora con quien se pudiera tener problemas. Estricta e inteligente, les habla en el primer momento en que se sentaron, el día de su primera clase.

-Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderán en Hogwarts -dice-. Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya están prevenidos.

Entonces transforma un escritorio en un cerdo y luego le devuelve en su forma original. Todos lucen muy impresionados y no aguantan las ganas de empezar, pero muy pronto se dan cuenta de que pasarán mucho tiempo antes de que puedan transformar muebles en animales. Después de hacer una cantidad de complicadas anotaciones, les da a cada uno una cerilla para que intentaran convertirla en una aguja.
Al final de la clase, sólo Hermione Granger ha hecho algún cambio en la cerilla. La profesora McGonagall muestra a todos cómo se ha vuelto plateada y puntiaguda, y le dedica a la niña una excepcional sonrisa.

La clase que todos esperan es Defensa Contra las Artes Oscuras, pero las lecciones de Quirrell resultan ser casi una broma. Su aula tiene un fuerte olor a ajo, y todos dicen que era para protegerse de un vampiro que había conocido en Rumania y del que tenía miedo de que volviera a buscarlo. Su turbante, les dijo, era un regalo de un príncipe africano como agradecimiento por haberlo liberado de un molesto zombi, pero ninguno creía demasiado en su historia. Por un lado, porque cuando Seamus Finnigan se muestra deseoso de saber cómo había derrotado al zombi, el profesor Quirrell se ruboriza y comienza a hablar del tiempo, y por el otro, porque han notado que el curioso olor sale del turbante, y los gemelos Weasley insisten en que está lleno de ajo, para proteger a Quirrell cuando el vampiro apareciera.