QUANTUM SALTUS: HOGWARTS [1976 - presente] (aka "Latinas en Hogwarts")

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Al día siguiente Isabel despierta algo desorientada, con sus ojos entre cerrados vaga alrededor del desconocido lugar. «Huele a madera y a pintura fresca» dice su conciencia, da vueltas en la cama y se cubre hasta el cabello con el cubre cama. Mira la repisa para ver su celular, pero, solo encontró el cable USB conectado al cargador portátil. En segundos se hizo la pregunta que revolotea en las mentes de los adolescentes en el siglo XXI:

«¿Lo dejé con o sin contraseña?»

Inmediatamente se sienta en la cama y como si su trasero fuera un recordatorio, rememora lo sucedido.

La tragó un libro,
Viajó en el tiempo,
Quedó atrapada en Hogwarts,
Descubrió que es una bruja
Conoció a los merodeadores
Es pariente de James y ahora
vive con los Potter.

— Mierda — masculla, abriendo el armario y sacando lo primero que encuentra, se viste apresuradamente y sin siquiera lavarse la cara baja con urgencia hacia la área de la cocina, encontrándose con un matrimonio mirando por los hombros de su hijo, quién está muy concentrado fisgoneando con sus dedos un objeto que no le pertenece

—entrega eso potter, no es tuyo.

—¿no se la pediste? — pregunta la madre de james. El chico traga lentamente su saliva y mira a ambos padres, para luego responder:

— No.

Isabel con molestia en su rostro, le quita su pertenencia sin delicadeza. Euphemia regaña otra vez a su hijo por tomar cosas sin permiso.

— Tenía curiosidad — se defiende — y queía saber como funcionaba. Intenté despertarla pero pensé que estaría muy cansada.

—Que excusa tan patética Potter. No querías que me enterara, para así poder meter tu nariz en mi celular.

—¿Así lo llamas? — pregunta Euphemia con curiosidad.

Maldita curiosidad gryffindor.

—Lo lamento Euphemia,— «sí que se siente raro llamar a un adulto por su nombre» Se dice Isabel, sentía que en cualquier momento su madre llega por la puerta y le daría el paipe por irrespetuosa. Sin evitarlo, un escalofrío recorre su espalda. — Pero mientras menos sepan cómo funciona, mejor. — Informa lo último mirando al señor potter, afortunadamente, él lo captó de inmediato.

— Pero-

— Silencio, James. Es la desición de Isabel. — El adolescente se levanta, ha de suponer que intenta no darse por vencido.

— Pero yo-

— Siéntese señora — exclama Isabel con burla, y ahí muere todo intento.

Ya pasado ese momento, James le pregunta a su madre si ha llegado las cartas de Sirius y compañía, sin embargo, solo habían llegado las de Remus y Peter. Un poco más deprimido, James se prepara a comer el almuerzo que su madre le había preparado.

—¿He recibido una carta? — pregunta Isabel, que está sentada en el sillón.

— No querida, posiblemente en donde viva tu amiga es más complicado recibir o enviar lechuzas.

— Mmm. — Eso fue lo único que salió de los labios de Isabel.

—¿Donde está tu amiga? — pregunta Potter, que recibe una mirada de regaño de su madre.

—En donde no te importa Potter.

—¡Vamos! somos primos...

—Primos segundos.