Harry hace caso con respecto a buscar el espejo y la capa ha permanecido doblada dentro de su baúl. Harry desea poder olvidar lo que ha visto en el espejo, pero no puede. Comienza a tener pesadillas. Una y otra vez, sueña que su padre y madre desaparecen en un rayo de luz verde, mientras una voz aguda se ríe.
—¿Te das cuenta? Dumbledore tenía razón. Ese espejo te puede volver loco — dice Ron, cuando Harry le cuenta sus sueños.
Ambos doblan un pasillo y de un hueco cuya gárgola vigila la entrada sale Dumbledore oyendo pacientemente a un invitado.
—Perdona por la charla tan larga... a veces hablo como si hubiese esnifando tres kilos de coca... para después ser una recluída social.
—¿Tía? — Pregunta Harry. Isabel - con su ropa de trabajo - se encuentra al lado de Dumbledore. Por alguna razón, Dumbledore observa a Isabel con interés.
—¡Oh, hola Harry! ¿Como te ha ido? ¿El monstruito ya está webeando? ¿Como encuentras a Quirrel; bueno, malo, inútilmente extraño?— Harry se marea ante las preguntas de su tía. El muchacho siempre ha pensado en que su tía sabía todo, incluso lo que uno pensaba a futuro. El muchacho visualiza a la prima de su difunto padre. Por alguna razón que desconoce parece que la vejez no pasa por ella, ha oído por Sirius que no hay mucha diferencia entre Isabel siendo adolescente y siendo adulta.
—¿Qué hace aquí? — El director se despide, dejándolos a solas. Isabel emprende camino al patio y Harry junto a Ron la siguen.
— Ah, tenía que visitar al viejo... por asuntos del ministerio. Y aprovecho de verlos a ustedes. Gusto en verte Ron — El chico se sonroja por haber sido visto y que ella sepa su nombre. Ella se sienta en una banca y los invita a hacerlo. — Oye Harry, extrañamos tu presencia esta navidad en casa, ¿Porqué te quedaste?
—Bueno... quería ver cómo es Hogwarts durante la navidad, Ron me acompaña así que no me siento solo. — En parte es cierto, no podía decirle que se quedó para buscar información sobre Nicolás Flamel.
—Ah, yo creí que era por Lily... tú madre se siente desolada... oh, no te sentas mal. Solo sufre el síndrome del nido abandonado. Sólo escríbele estos días para que deje de fastidiar.
Ron mira a Harry y éste le devuelve su mirada, como queriéndose preguntar si es correcto interrogar a una funcionaria del ministerio sobre algo importante como lo que resguarda Fluffy. Sin embargo, Harry sabe que Isabel no es de las que hablan sobre su familia con el ministerio, y si él le pide que no hable sobre esto, ella mantendrá la boca cerrada.
— Ahm, tía...
— ¿Mmh?
— ¿De casualidad sabe de Nicolás Flamel?
—Ah —dice ella cruzando las piernas, su mirada es la de alguien que sabe la razón detrás del nombre. —, sí, lo conozco pero no te diré.
— ¿porqué no?
— Estás en un colegio wacho, pero no toda la información son libros, busca. — No es la respuesta que quería, pero le ha dado una pista.
— Bien... — Harry piensa en si es correcto preguntarle si sabe que el profesor de pociones - y que es su íntimo amigo - está buscando lo que Fluffy resguarda.
—¿Que más? — Harry realmente cree que su tía sabe todo. Su pregunta cambia de rumbo.
—El profesor Prince... es su amigo — «En efecto» responde ella. — ¿Porqué me odia?
—Porque cree que te luces a alguien a quien odia.
—¿Quien? —Isabel frunce el ceño, evitando reírse ante la pregunta, a su parecer, tan weona. El niño claramente heredó los ojos de Lily, pero está convencida que su inteligencia no forma parte.
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QUANTUM SALTUS: HOGWARTS [1976 - presente] (aka "Latinas en Hogwarts")
Fanfiction" ℂ𝕦𝕒𝕟𝕥𝕦𝕞 𝕊𝕒𝕝𝕥𝕦𝕤" 𝒂𝒌𝒂 " 𝕝𝕒𝕥𝕚𝕟𝕒𝕤 𝕖𝕟 ℍ𝕠𝕘𝕨𝕒𝕣𝕥𝕤" En una fecha sin importancia, dos muchachas conciben el cambio de sus vidas de manera "mágicamente" (nótese el sarcasmo) al dentrarse sin explicación a un libro de Harry Pot...