•[𝟑 𝟕]•

247 33 9
                                    

Isabel observa alrededor como si su cuerpo se detuviera y todo lo demás sigue su curso. Es bastante extraño lo que suceden a su alrededor; acciones, movimientos, risas de la gente que la preparan para ser la próxima señora Black se ven mucho más veloces de lo que normalmente es.

Y aunque Brooke en parte tenga razón de un futuro incierto, tampoco confía en qué Remus se haga cargo del bebé y luego desaparezca dejándola sola, y no habrá un Harry Potter que le dé el golpe y las palabras precisas para que éste regrese.
¿Para qué estar con alguien que sabes que tarde o temprano se va a ir por miedo?
No le gusta cuando la gente abandona, se siente horrible, es como si te trataran como un objeto que no vale ni mirar, y lo dejan de lado, como una basura que no es reciclable.

Y sin embargo, tampoco siente alegría por ser desposada por Regulus. Su conciencia le martilla la cabeza con miles de preguntas y suposiciones que aún no pasan, una de ellas es la posiblidad de que regulus no acepte al bebé, al punto que le odie sólo con verlo. Creando que su interior se agite del temor.

— Joven — Le saca de sus pensamientos la organizadora. Ni le ha importado recordar su nombre. —, estamos listos ¿Quien la llevará al altar?

Isabel se le empañan los ojos al recordar ese detalle. ¡Maldita sea! ¡Ni siquiera Fleamont o James pueden llevarla al altar! ¡Podría decirle a Sirius pero éste se negaría! ¡Y Severus ya está demasiado ocupado con Voldemort y ni sabe de esto!

— Yo...

— Ah, joven por favor no llore... — La organizadora con una servilleta le seca cerca de los lagrimales, Isabel siente calidez. —. Se le correrá el maquillaje y no contrataré a la maquilladora de nuevo.

Y la calidez se fue.

— Iré sola —. Responde finalmente. Su voz yace estoica, ante la nula amabilidad de la señora. —. Ya puedes recoger tus pertenencias e irte.

La señora cierta la puerta y comentando que se apresure, Isabel observa su figura en el alto espejo. Ciertamente engordó al comer más de lo que debía, pero ¿Era necesaria la faja? Siente que en cualquier momento va a provocarse un aborto instantáneo de lo apretado que está, y aunque el vestido contiene joyas preciosas y encajes delicados, el escote y brazos están cubiertos por la fina y costosa tela, el velo le dificulta su ya deteriorada vista y el largo del vestido apenas hace que camine bien.

¿Será un presagio? ¿Tener dinero pero sentirse como en una jaula de oro como lady Di?

La base del maquillaje le hace ver muy pálida junto con el sombreado claro en los párpados, y el labial es rosado. Si no tenían ganas de maquillarla que al menos consiguieran la base para su tono de piel ¿No?

Nunca se había sentido bonita, pero esta vez, se siente como si la maquilladora hubiese hecho una improvisación en su rostro y se estuviese burlando de ella.

No sabe quién fue el o la ojete que contrató a la maquilladora, pero el gasto por sus servicios no valen la pena, da vergüenza.

Por lo que se va al baño y cómo puede se quita el maquillaje con jabón y una toalla que la hace correr en el agua, pero le cuesta y al menos debe admitir que el maquillaje barato no es. Al terminar, su frente, nariz y mejillas están tan coloradas por la fuerza aplicada que le llega a irritar.

Y ahora que pudo quitarse el maquillaje llora todo lo que no pudo en los días previos a la boda, maldiciendo por la confusión que hay en su mente. Siente que no puede más, pero no puede dejar a Regulus en el altar, ha hecho mucho por ella. Y no merece esa reputación.

Por lo que luego de pasar su cara en agua helada para desinflamar su rostro Isabel respira múltiples veces, tratando de calmar su ansiedad y sus nervios, para poder decir acepto sin arrepentimientos.

QUANTUM SALTUS: HOGWARTS [1976 - presente] (aka "Latinas en Hogwarts")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora