QUANTUM SALTUS: HOGWARTS [1976 - presente] (aka "Latinas en Hogwarts")

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25 de diciembre, 1991

Aquel día de navidad, Harry despierta con mucho entusiasmo y frente de su cama, hay un montón de regalos de distintos tamaños y colores.

-¡Feliz Navidad! -lo saluda medio dormido Ron, mientras Harry salta de la cama y se pone la bata.

-Para ti también -contesta Harry-. ¡Mira esto! ¡Me han enviado muchos regalos!

-¿Qué esperabas, calabazas? - dice Ron, volviéndose hacia sus propios paquetes, que son más numerosos que los de Harry ha visto en su vida.

Harry toma el paquete que está más arriba. Yace envuelto en papel de embalar y tiene escrito: «Para Harry de Hagrid». Contiene una flauta de madera, toscamente
trabajada. Es evidente que Hagrid la había hecho. Harry sopla y la flauta emite un sonido parecido al canto de la lechuza. El segundo, de contenido mediano, es un cuaderno en blanco de pasta dura y lápices. El tercero es bastante pequeño y contiene una nota.

«Recibimos el mensaje de Lily y te mandamos tu regalo de Navidad. De tío Vernon y Petunia.»

Pegada a la nota está una moneda de cincuenta peniques.

-Qué detalle -comenta Harry. Petunia es amable con Harry en las visitas mensuales (el cuaderno es de ella). A Harry le es incómodo recibir regalos caros por parte de ella por la escasa relación, pero Vernon, sigue siendo el mismo hombre de siempre.

Ron está fascinado con los cincuenta peniques.

-¡Qué raro! -dice- ¡Qué forma! ¿Esto es dinero?

-Puedes quedarte con ella - dice Harry, riendo ante el placer de Ron-. Hagrid, mis tíos... ¿Quién me ha enviado éste?

-Creo que sé de quién es ése - dice Ron, algo rojo y señalando un paquete deforme-. Mi madre. Le dije que tu madre y tíos te iban a regalar y que no era necesario que... oh, no -gruñe-, te ha hecho un jersey Weasley.

Harry abre el paquete y encuentra un jersey tejido a mano, grueso y color verde esmeralda, y una gran caja de pastel de chocolate casero.

-Cada año nos teje un jersey - dice Ron, desenvolviendo su paquete- y el mío siempre es rojo oscuro.

-Es muy amable de parte de tu madre - comenta Harry probando el pastel, que es delicioso.

El siguiente regalo también tiene golosinas, una gran caja de ranas de chocolate, de parte de Hermione, ropa nueva que madre le ha comprado, un libro de grandes jugadores y sus tácticas de quidditch por Sirius, un botiquín de primeros auxilios y un libro de hechizos médicos de Remus. Isabel fue mas allá y le entregó un chaleco de quidditch de Gryffindor algo viejo, y vaya sorpresa al enterarse que perteneció a James (de hecho tiene el apellido Potter en la espalda y debajo el número cinco) y una snitch que según Isabel siempre andaba revoloteando cerca de su cabeza, ambas cosas las encontró en la casa de Fleamont y creía que su hijo debía de tener aquellos objetos.

Ron queda maravillado ante aquel chaleco que usan los estudiantes para jugar quidditch, más si es de alguien tan famoso como el padre de Harry. Mientras Ron observa el chaleco (que es demasiado grande) y la snitch que agita sus alas Harry agarra el último regalo y nota que es muy ligero.

Lo desenvuelve.

Algo fluido y de color gris plateado se desliza hacia el suelo y se queda brillando.