Pretendiendo a un desconocido #1 [Completa] ✔️

Capítulo 37: Equipo de básquet

Nota: Este capítulo puede tener escenas no aptas para todo el público, en algunas ocasiones (cuando me sienta cómoda de lo que publicaré), habrá capítulos +18, aquí tienen de vuelta al teniente Evans y a la primogénita de los Williams. <3

Los Evans Williams.

Lamentablemente no he podido dormir, abro mis ojos y estiro mi brazo derecho para tomar mi móvil reviso las horas que son y son más de las tres de la mañana, Ian tiene su brazo encima de mi abdomen, lo muevo con delicadeza para no levantarlo, miro sus ojos que están cerrados, para poder así saber si se despertará.

Bueno misión cumplida quedo en la cama, me levanto y camino descalza trato de no ningún ruido, los dos pequeños cuatro patas me siguen lo único que se escucha son sus pasos, estoy en el pasillo que dirige a cada una de las habitaciones y despachos, paso cerca del de Ian, entro y es inmenso. 

Todo en este lugar es grande, me colocare a leer lo necesito por lo menos haré algo hasta que el sueño me llegué, tomo su IPad que está encima de su escritorio es de color plateada la enciendo y esta pidiendo un pin.

—Bueno Rose piensa—digo en voz alta, ingreso la fecha de su cumpleaños y me indica que es errada, después su año de nacimiento, tampoco es, me frustró indico la fecha de mi cumpleaños y vuelve a indicar error.

—Evans ¿Entonces cuál es?—pregunto y miro a Bella recuerdo la fecha cuando me la dio, otra vez es incorrecto, aparece una notificación de que solo tengo una oportunidad de intentarlo de nuevo, bueno mi única salvación será la fecha de nuestro aniversario.

La recuerdo y ¡Funcionó! «2009» septiembre 20 que ingeniosos eres teniente, muevo mi caso y recuerdo «mayor», salgo de su oficina, empiezo a bajar las escaleras del apartamento, llego a la primera planta y camino hacia el minibar que hasta al frente del comedor, busco una botella de vino que no tenga alto porcentaje de alcohol. 

Sacó de su lugar lo botella, rodeó la barra del minibar después me arrodillo y saco de un mini congelador un elemento plateado hondo, donde se acomodan las botellas de vino normalmente cuando entras a un restaurante.

En seguida me ubicó encima de la barra, coloco a un costado el objeto plateado y abro la botella, ya estaba destapada y al ver la marca, creo que fue el vino que me dio Ian, en la noche que estaba realizando mis trabajos para la universidad y él los suyos.

Descargó la aplicación naranja «Wattpad» en el dispositivo tecnológico , ya quedo la aplicación ingreso mi usuario y contraseña, lo reconoce y empiezo a ver toda mi librería, las pocas veces que he llegado a leer han sido libros en físico hace tiempo no usaba esta aplicación y con ello recuerdo que no me he terminado de leer Lujuria de Eva Muñoz, amo la saga es una de mis favoritas. 

Sin importar que destruya mi estabilidad emocional, quedé en el capítulo 18 lo bueno es que soy muy buena terminando libros y más cuando se trata de uno que me gusto o me entretuvo, ¡Este capítulo! esta buenísimo sigo leyendo acerco la botella de vino a mi boca y bebo, muchos pensarán que soy alcohólica pero no, tomo en algunas ocasiones no todos los días.

—Te tomaste muy a pecho la frase de lo tuyo es mío y lo mío es tuyo—dice Ian detrás de mí y salto, trato de recomponerme toso, porque estaban tomando. 

—¿Nosotros la aplicamos no?—inquiero sin dejar de leer, siento sus manos me abraza por detrás apoya su cabeza encima de mi hombro, dejo la botella en donde estaba, ubico mi mano libre encima de sus brazos. 

—Claro que sí.

—¿Qué lees?—me pregunta Evans. 

—Lujuria.