Pretendiendo a un desconocido #1 [Completa] ✔️

Capítulo 16: ¿Ya quieres sobrinos?

Repítetelo: Puedes sola, siempre pudiste y está vez no va a ser menos.

-Cesar Ortiz

Actualidad...

Rose

Hoy es la cirugía de Declan, Ian pidió permiso en el trabajo porque me quiere acompañarme en el hospital será en horas de la tarde la operación.

Ya que seremos muchos los que estarán pendiente de Declan, sus padres hablaron con la administración del hospital así nos dejarán estar todos.

Seríamos Chloé, Liam, Charlotte, Mía, Emily, Adrián, Brian, Kate, Agnes, Ian y yo en total somos once sin contar a los padres de Declan, ellos irán a descansar unas cuantas horas lleva bastante tiempo sin descansar bien.

Agnes y Kate se están arreglando, Ian nos recogerá yo también estoy en las mismas, me coloque un jean ajustado con unas plataformas y una blusa corta, le compre a Ian una loción fina ayer me pagaron así que con eso pude comprar y además Max no se quedará atrás también tiene su regalo.

Se lo entregaré después que vengamos del hospital y las galletas yo misma se las daré a Max.

Llevaré una chaqueta, busco el dije que mi papá me regaló en mi cumpleaños número quince y el anillo de rubí.

No me quiero aplicar maquillaje a listo mi bolso llevando mis papeles, cargador, tarjeta de crédito y débito, mi identificación, audífonos, llaves tanto de la casa como el auto por si las moscas, elige un bolso negro pequeño que combina con mis plataformas negras

Ayer me hicieron el tatuaje quedo en mi espalda, casi no se nota por lo que es algo pequeño pero lo ame, en otra ocasión se los mostraré a las chicas, igualmente guardo en mi bolso el regalo de Ian y las croquetas para Max.

Salgo de la habitación y ya Agnes y Kate están listas, Agnes se colocó un short formal blanco con una blusa negra formal, haciendo conjunto a sus tacones bajos, en cambio Kate no está tan formal tiene unos jeans y camiseta amarilla con una chaqueta de cuero y unas converse blancas.

Suena mi iPhone once, es una notificación y mensaje de Ian:

"Williams estoy en el parqueadero, ya pueden bajar."

—Señoritas, ya nos vamos así que ¿traen todo?, no sabemos hasta qué hora nos vayamos a quedar allá—digo, asienten, me dirijo a la puerta de mi apartamento la abro espero que ambas salgan, lo hacen.

Me parezco como si fuese la mamá, me siguen, buscamos el ascensor, lo hallamos entramos ambas están muy calladas, se encuentran concentradas en sus teléfonos, presiono el botón que lleva al estacionamiento.

Llevamos y fue fácil encontrarlo ¡Dios mío! este hombre con el tiempo se coloca más bueno.

Está sentado en el capó revisando su celular, tiene un buzo azul y su placa de la CIE le cuelga en el cuello, tiene unos jeans y zapatillas blancas, trae el mismo reloj que se puso en nuestra cita.