Rose.
Me quejo de dolor al moverse, siento que estoy encima de una cama abro mis ojos y la luz natural que ingresa por el cuarto me golpea automáticamente hago que mis ojos se acostumbré a ella, traigo puesta una bata de hospital, estoy unida a varios monitores mis manos están amarradas a las orillas de la cama. Una chica con el traje de enfermera está revisando los dispositivos electrónicos revisando cada uno de mis signos.
—Pensaba que ibas a morir. —dice con alegría al verme.
—¿Por qué lo dices?—le pregunto y trato de sentarme en la cama, pero los dolores en la zona baja de mi espalda me lo impide ya que son muy fuertes.
—Porque...—ella deja de hablar cuando la puerta del cuarto se abre e ingresa un médico, después Martin, Jhon y Mario detrás de él.
—Eres muy valiente ojos verdes. —habla Mario.
—A la señorita Williams debemos realizarle pronto la dilatación. —menciona preocupado el médico.
La sala se quedó en total silencio y miró a la enfermera para hallar una respuesta, al término médico que se fue mencionado porque no tengo ni la más mínima idea que pueda llegar a significar.
—No, no quiero que le hagan nada a ella, debe morir lentamente. —interviene Jhon.
—Señorita Williams gracias a lo sucedido el día de ayer usted tuvo un abortó voluntario. —dice felizmente Martín.
Y mis extremidades se quedan quietas por unos minutos, no puedo creer que ellos estén tan felices porque gracias a todo lo que me ocasionaron. No quiero llorar ni lo haré, lo que ahora siento es rabia, irá y ellos pagarán por lo que hicieron dejan el cuarto y me quedo sola con la enfermera de nuevo, trato de deshacerme de los nudos de mis muñecas lo logró y con cuidado sacó cada una de las agujas que habían en mis brazos.
La enfermera suelta la planilla al verme que estoy de pie.
—No quiero hacerte daño, pero dime dónde estoy y...—le digo con tranquilidad.
—Estás en Alemania, te ayudaré a escapar pero si quieres hazme daño para que no se enteren. —me contesta y saca un arma de uno de los cajones de la mesita de noche, luego me la entrega.
—En está fortaleza hay un cuarto de armas, dónde encontrarás municiones. —me explica la chica. —Todo lo que llegues a necesitar, ahora adelante lastímame.
Le quitó el seguro al arma y la hiero en la pierna para que no se tan profundo y grave, porque de una u otra manera no quería lastimarla, ella cae al suelo soltando quejidos de dolor, evita gritar para que nadie escuché, con la cabeza me indica el armario que hay al otro costado del cuarto revisó y hay prendas de ropa también zapatos, tomó unos vaqueros después una camisa.
Me coloco ambas prendas mientras lo hago, noto que la herida de mi pierna está vendada es un avance, así puedo llegar a tener ventaja evitó pensar en que mi bebé está muerto porque no quiero cargar con la culpa de que todo esto sucedió fue por mí, no fui capaz de llevar a un bebé vivo.
Después realizaré el maldito duelo, pero debo vengarme porque no dejaré que se burlen de mí cómo si nada. Luego me coloco unas botas de cuero que me llevan a las rodillas, recojo mi cabello en una coleta y me acerco a la mesa de noche donde la enfermera había sacado el arma. Me encuentro con la sorpresa de que hay otra así como un silenciador, sacó ambos elementos.
—Lamento lo de tu bebé...—murmuró la chica a mis espaldas y abandonó la habitación.
Teniendo ambas armas en mis manos comienzo a asesinar a los escoltas que hay en el pasillo, tratan de atacarme, pero no lo permito, en uno que otro momento me defiendo combatiendo cuerpo a cuerpo usando mis habilidades a favor.
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Pretendiendo a un desconocido #1 [Completa] ✔️
Ficção Adolescente{Serie Encantó Oscuro} (BORRADOR) Rose Williams es una estudiante de leyes, es conocida por ser una persona cariñosa, amable con sus seres queridos, responsable, fuerte a sabido enfrentar cada batalla que la vida le ha llegado a colocar. En su pasad...