Rose Williams.
¡Increíble! Hoy es el día de San Valentín y no tengo ni la más mínima idea que puedo regalarle a Ian, siempre he sabido que darle así sea algo material o con acciones, porque al llevar más de un año de relación con él, me di cuenta que él no es casi de regalos materiales, por el simple hecho de que toda su vida lo llenaban de cosas materiales.
Cuando en realidad él es de detalles simples pero significativos, dentro de unos cuantos minutos vendrá por mí, optó por colocarme una falda corta, también un corcel, me miró en el espejo para hacer bien el nudo en mi espalda, después camino hacia el armario.
Y busco los zapatos indicados, también la joyería, elijo unos tacones que combinan con la falda son de color beige. En mi cuello dejo que cuelgue el dije que me regaló mi padre, en mis orejas unos aretes de plata que hacen juego.
No soy de joyas relucientes, más de sutiles pero elegantes, cuando salgo Max y Bella están sobre la cama mirando cada movimiento que hago, vuelvo a mirarme en el espejo para comprobar que me veo bien.
Mi celular vibra en la mesita de noche, durante estos días nos hemos estado quedando en la Mansión Evans, reviso la notificación y mi prometido se encuentra en la sala de la propiedad, entonces guardo el móvil en el pequeño bolso y ya se dónde podré ir con él.
Dejo la puerta de la habitación abierta por mis dos pequeños cuatro patas, camino por el largo pasillo de la segunda planta, mientras bajo las enormes escaleras rectifico si una de las mejores galerías de arte de encuentra disponible en la ciudad y sí, aprovecho para realizar la compra de dos entradas de manera virtual.
Llegó al final de las escaleras y continúo caminando hacia la sala, después levanto mi vista del dispositivo, me sonrojo al ver cómo se encuentra vestido mi futuro esposo, unos vaqueros con una camiseta blanca después un bleizer negro, siempre he dicho que Ian viste muy bien.
El sonríe al detallar como estoy vestida, deja de estar cerca de la chimenea y camina hacia mi dirección guardo de nuevo el móvil en el bolso, para que no se vaya a enterar de mi sorpresa, hoy será un día de esos dónde no tendremos escoltas.
Solo somos él y yo, cómo una pareja normal dónde no llamaremos la atención como suele suceder y podremos ser nosostros mismos, sin estar en la mira de alguien. Cuando está a unos cuantos centímetros de mí, coloca su mano en mi espalda para acercarme a él y con mis brazos rodeo su cuello.
Luego depósito un beso corto en la comisura de sus labios, haciendo que su sonrisa se expanda.
—Estas hermosa. —musita. —aunque siempre lo estás, preciosa.
—Y tú no estás nada mal, Evans. —digo y se sonroja, en algunas ocasiones sucede.
Nos separamos después caminamos hacia la puerta principal de la mansión, tomados de la mano, luego suelto su mano y soy quién abre con ambas manos las puertas, Ian las cierra, por el silencio de la mansión. Probablemente Joseph salió con Diane, Gael iba a tener una cita a ciegas con una chica y Ryan se encuentra en Nueva York.
Por ahora solo se encuentra el personal de la mansión, nadie más. Bajamos los pequeños escalones y el sonido de la fuente que hay en el centro, es relajante Ian vuelve a tomar mi mano y al parecer iremos en una de las camionetas negras de Mercedes.
El chico de ojos azules saca las llaves de su bolsillo para quitarle el seguro al vehículo, posteriormente nos acercamos hacia la puerta de copiloto y él la abre.
—Todo esto está siendo muy romántico ¿No crees? — bromeó y lo miro.
—Sabes muy bien que de vez en cuando lo somos. —tambien bromea y observó el asiento al encontrar un enorme ramo de tulipanes, siempre han sido mis favoritas.
—¿Te gusta? —me pregunta Ian y asiento.
Son hermosas trató de levantarlas del asiento, son muchas y me doy cuenta que tiene una cajita, arruga las cejas por curiosidad, abro el pequeño cajón y me encuentro con un brazalete de plata.
Ian lo saca de la cajita azúl, tiene un dije de libros.
—Quiero que en el quedé cada dige de nuestras aventuras. —me explica y lo coloca en la muñeca que tengo libre. —Nos conocimos en la biblioteca de tu universidad, por eso tiene el dige de los libros.
Corto la poco distancia que tenemos estampando mis labios con los suyos, él nunca dejará de sorprenderme con sus acciones, deja su mano a un lado de mi cintura.
Dejamos de besarnos, después el acomoda las rosas en los asientos traseros del auto, mientras me ubico en la silla de copiloto de regreso conduciré yo, me coloco el cinturón de seguridad, dejo el bolso sobre mis piernas, después Ian ingresa al vehículo quedando como el piloto, cierra la puerta a sus espaldas y encienda el auto.
💙
Convencí a Ian de que primero estuviéramos en un lugar que quería conocer, además sería una de mis dos sorpresas porque recuerdo que la otra está en la habitación que Evans tiene como estudio de arte.
Las calles de Nueva York pasan a nuestros costados, una ciudad que siempre se ha conocido por ser la jungla donde se cumplen los sueños, la iluminación de la ciudad es intachable, por sus edificaciónes, Central Park.
Llegamos al museo de arte, nos bajamos del auto y el ballet recibe las llaves del vehículo, saco mi móvil del bolso, porque tengo las entradas de manera digital y necesito mostrarlas, llega Ian a mi lado derecho y comenzamos a caminar tomados de la mano, el edición es moderno.
Y iluminado con cierta tonalidad clara, al estar en la entrada nos encontramos con un joven.
—Buena noche. —nos saludo cordialmente.
—Buena noche. — contestamos al mismo tiempo.
—Me pueden mostrar por favor sus entradas. —dice.
Y desbloqueo el móvil, mostrando lo que hacía comprado hace unos cuantos minutos atrás.
—Que disfruten la noche Señor Evans y Señorita Williams. —vuelve a hablar formalmente.
Ingresamos a la galería hay varias veces personas observando las distintas obras que están exhibidas, se acerca un mesero hacia nosotros y nos ofrece dos copas de vinos para ambos, las recibimos.
Caminamos hacia uno de los grandes salones donde se encuentran obras abstractas, una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver a Ian tan concentrado detallando cada pintura.
—Se que no eres de regalos materiales. —digo y captó su atención. —, pero tienes un maravilloso talento oculto que deberías explotar Hottie, admiro lo que haces y tus pinturas son excepcionales.
Una sonrisa media se refleja en su rostro, gracias a los contactos que he hecho al trabajar en las empresas de mi familia como en las de los Evans quiero que una de las pinturas de Hottie sea exhibida.
—Gracias preciosa, por siempre apoyarme. —murmura Ian para nosotros.
Deposita un beso corto en mi frente, me abraza por detrás y recuesta su cabeza en la mía, ambos nos quedamos absortos por una obra bastante reconocida nivel mundial Vicent Vagh Gogh.
Con sus tonalidades azulejas, mi día de San Valentín no puede ser mejor al compartir momentos inigualables con Ian, recordando que siempre nos tendremos del uno para el otro
Nota: ¡Feliz día de San Valentín! 💫 Aquí les traigo un especial de esta bonita pareja, espero que lo hayan disfrutado, la próxima actualización sucederá en Resiliencia. ❤️
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Pretendiendo a un desconocido #1 [Completa] ✔️
Fiksi Remaja{Serie Encantó Oscuro} (BORRADOR) Rose Williams es una estudiante de leyes, es conocida por ser una persona cariñosa, amable con sus seres queridos, responsable, fuerte a sabido enfrentar cada batalla que la vida le ha llegado a colocar. En su pasad...