Capítulo 21 - Belleza interior

18 3 0
                                    

 Alina fue la primera en despertar... Para la joven elementalista no era inusual descansar con su detallado antifaz metálico puesto, pero al incorporarse, todavía medio adormecida, se quitó sin pensar la máscara que cubría su rostro, antes de ver el cuerpo casi desnudo de Izun a su lado, a excepción de su cara, tapada por la blanca y genérica máscara.

La joven dejó escapar un corto grito de sorpresa y se colocó rápidamente el casco, pero en el tosco y súbito proceso, despertó a la materializante, que no hizo más que mirar confusa a su alrededor.

—¡¿Qué ocurre?! —preguntó Izun mientras tanteaba hacia todos lados en busca de su espada, hasta que vio el desaliñado aspecto de su aliada y el torpe intento por tapar su cara.

—Lo siento... No acostumbro a compartir la misma habitación durante la noche con nadie... —Se disculpó.

La materializante suspiró y comenzó a reír, risa que se convirtió rápidamente en una contagiosa carcajada.

—Ponte bien la máscara, ¿quieres? Si te ven así pensarán que ha ocurrido algo entre nosotras. —Izun alzó su máscara levemente cuando recuperó el habla y se secó una lágrima.

—Gírate, ¿quieres? —dijo Alina, todavía incomoda, podía sentir las chapuceras ataduras de su máscara cada vez más sueltas.

—Oh, pensaba que no te disgustaba que vieran tu rostro mientras aseguras tu antifaz, teniendo en cuenta como actuaste cuando me viste despertar en la casa de enfermos. —Se burló Izun. Alina suspiró y le dio la espalda, entonces, desató por completo su máscara metálica y desveló su cabello dorado a la materializante, antes de atarlo para comprobar que su detallado casco encajase a la perfección—. Ahora estamos en paz. —Rio la materializante desde la cama.

Un golpe contra la puerta las sobresaltó.

—Soy Janos. ¿Estáis despiertas? —preguntó el capitán de Edoven.

—Sí, danos un minuto. —Contestó la elementalista—. Ponte algo, ¿o prefieres salir así? —bajó la voz y miró a su compañera, todavía con la translúcida camisa sobre su cuerpo.

—Tienes razón, sería impresentable presentarme ante un noble casi desnuda, ¿no? —bromeó de buen humor Izun, antes de buscar entre sus pertenencias las pálidas y ceñidas prendas azules.

—Teniendo en cuenta cómo lo encontraste al conocerlo, quizá no lo sea tanto. —Respondió ella en el mismo tono.

La materializante se colocó su atuendo y le acercó la máscara de búho.

—Toma. No creo que la vayas a usar de inmediato, pero creo que puedo confiar en ti para dejártela ahora... —Agregó.

La joven miró las sutiles marcas que formaban el blanco antifaz con forma de búho y lo cogió entre sus manos.

—¿Dónde la conseguiste? —preguntó.

—La fabricó un amigo, un elementalista como tú. —Izun pareció sonreír ante el recuerdo.

—No quiero parecer descortés, pero Edoven ha solicitado la presencia de todos ahora. —Insistió Janos desde el elegante pasillo.

Las aventureras agarraron sus pertenencias y desbloquearon la puerta, al ver al guerrero, Alina se fijó en la capucha que Janos usaba para camuflar su máscara e intentó ver el color que esperaba tras la tela azul y amarilla.

—Perdón, ya estamos preparadas. —Contestó al verlo.

—Nos reuniremos en el mismo lugar, al parecer el señor Ozoka ha encontrado cierta información durante la noche en Kirut... —Explicó este—. Seguidme, por favor. —Agregó, en un tono tranquilo.

Crónicas de Viltarión I ‧ Canción de Piedra y HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora