Zombie (OhmFluke)

una mala realidad

La voz era familiar..., si.... Tan familiar que podría pasarse una eternidad escuchando esa voz masculina del otro lado de la línea telefónica...

-Fluke está ahí..?!!- el hombre que hablaba al teléfono sonaba desesperado.

-Oh, lo siento, es solo que estaba ocupado, ¿pasa algo phi Ohm?

-como estas tú? Estás bien? En donde estás?!!- muy preocupado del otro lado del teléfono.

-son muchas preguntas, pero... sí, estoy bien, estoy solo en casa; quería tomarme un descanso y justo hoy apenas quería leer me llega un mensaje diciendo cosas que...para ser sincero, no entiendo.

-Gracias a dios que estás bien, pero ¿sabes siquiera lo peligroso que es estar ahi solo?

-no, a decir verdad sabía que el meteoro había caído en el océano Índico, pero jamás creí que pasaría algo más!

-pues ahora lo sabes, no hay tiempo para más charla, así que si estás en casa, solamente no salgas en toda esta semana, no abrir la puerta a nadie ni para nada, si llegas a tener contacto con el aire estos días....podrías pasarlo mal, muy MAL.

-es así?

-totalmente, por favor fluke, Ohm ama a fluke y solamente quiere protegerlo. Cuídate mucho.

-igualmente Phi - su tonto rubor pintó sus mejillas al escuchar el hecho de que Ohm se preocupaba por él.

-ire por ti el viernes, te daré una señal si soy yo. No garantizo una llamada, porque la señal telefónica no durará más que un par de minutos.

-de acuerdo Ohm, te voy a esperar aquí.

La llamada terminó, y por unos segundos pensó en porqué la voz de ese hombre había calmado su reciente alteración.

Era como si su voz le podía transmitir paz y tranquilidad...

Unos minutos más tarde al terminar de beber su té, miró por su ventana y se apresuró a distribuir sus raciones de comida para esa semana.

El agua potable debía cuidarse al extremo, la pérdida de una gota significará....la muerte.

Su comida alcanzaba para una persona para alrededor de una semana y media.

No acostumbraba a guardar comida en conservación, pero la comida que tenía le alcanzaba justo hasta el día en que Ohm vendría por él.

Después de separar su comida, se sentó de nuevo a pensar en cómo estarían sus familiares, p'note...¿donde y como estarían?

Justo en ese momento lo único que deseaba es estar soñando.

De alguna manera recordó esas veces en que había estado soñando con algo, y en el sueño se decía "quisiera que fuera un sueño" y de la nada despertaba.

Sonrió de manera tonta y se llevó sus manos a la cabeza...

Vaya, que complicado es esta situación, pero no se puede cambiar nada.

Mientras tanto, en la ciudad, la capital de Tailandia ardía en llamas por doquier, aquella sustancia inflamable había causado estragos por todos lados.

Demasiado humo, muchas personas corrían de un lado a otro buscando alguna salida,....era como estar en el mismo infierno, plagado de demonios horripilantes, sin extremidades arrastrándose en busca de carne humana...

Las llagas de los vagabundos y pordioseros se ampliaron al tener contacto con aquel polvo tóxico e inflamable.

Una destrucción total, fatal! Como aquellas películas sacadas de la mente de alguna persona con serios problemas mentales.

Enmedio de un tremendo caos, un hombre alto se desplazaba con su coche en busca de una persona que según el mensaje que le había mandado, vestía una playera gris y un pantalón marrón.

Apesar de la imponente situación, aquel hombre alto seguía sin detenerse buscando a aquella persona....

Al pasar de unos minutos y después de que las llantas de su coche dieran unos cientos de vueltas más, se encontró con una esquina donde estaban decenas de personas batidas en su propia sangre, algunas se movían cual gusanos moribundos entre la suciedad de las calles y otras yacían inertes sobre el suelo.

El alto que hiba en su coche supo de antemano que el pobre mortal de playera gris estaba totalmente muerto y deshecho entre los demás cadáveres.

Así que sin más dió media vuelta y regresó por el camino donde vino.

Aquel día estaba prácticamente concluido, eran cerca de las ocho de la noche, no había señal telefónica y los canales de televisión no estaban disponibles.

Lo único que en ese momento estaba en función era la radio, pero seguro que muy pronto, probablemente dejaría de funcionar.

El castaño bajó al sótano con una linterna para buscar un radio, que según el recordaba tenía uno guardado allí abajo; bajó las escaleras y empezó a buscar entre las cajas de cosas que no le servían en su día a día y encontró, después de buscar por horas, un radio de color azúl.

Estaba un poco empolvado pero serviría para estar informado por el momento.

Puso a cargar la radio y después lo encendió, el aparato estaba muy viejo que apenas y agarraba con mucho esfuerzo alguna que otra estación donde solamente había música.

Después de intentar cientos de veces, por fin una estación emitía las noticias de aquel día.

Después de enterarse que todo aquello en verdad era una situacion muy peligrosa apagó el artefacto y se fue a tomar un baño; aquel día había sido uno trágico, del cual queria despertar pero aparentemente era imposible, pues era algo real, y que tendría que afrontar tarde o temprano.

Fluke se dirigió a tomar una ducha, apenas estaba por entrar al agua tibia, cuando las lámparas empezaron a parpadear...

Fluke miró hacia los focos de luz y estos seguían prendiendose y apagandose, el miendo no tardó en llegar al pequeño cuerpo húmedo del castaño.

Los espejos alrededor de la tina de baño daban escalofrío, era como si en cualquier momento algún fluke de los reflejos fuera a salir y atacarlo.

Parecían sonreírle....una ilusión óptica solamente, el estrés estaba hasta el tope.

Las lámparas terminaron en lo que había supuesto, se apagaron y todo quedó en completa oscuridad.

Muy a lo lejos, los vecinos gritaron cuando la ciudad entera quedó en una ola de oscuridad y llamas que iluminaban a la distancia.

Los cables de luz estaban explotando, y causaban incendios al encontrarse con los tanques de gas en las viviendas.

Fluke se hizo bolita en la tina y abrazó sus rodillas, esperando a que la luz regresara, apretó sus ojos para pensar en otra cosa que no fuera la realidad que estaba sucediendo.