Zombie (OhmFluke)

encuentro

Fluke dió un brinco de susto y retrocedió bastante rápido, sacando su arma y apuntando.

—de verdad quieres matar a Phi?— sonrió Ohm.

Fluke bajó su arma y suspiró.

—tienes que asustarme así?— lo regañó.

—lo siento de verdad, sólo quería...hablar un poco, ¿sabes? Me alegra que no me hallas disparado con tu arma— señaló su bolsa.

—te lo he dicho, me asustaste— sentándose en una piedra, cerca de las brasas.

—se lo difícil que es seguir adelante pero..., Sólo necesito saber qué es lo que te molesta de mi, me aterra hacer algo que te asuste o no te parezca, eres una persona especial para mí — se acercó hasta él.

—Lo sabes bien, tu para mi eres...— volteó a mirarlo — olvídalo, yo solo tengo miedo! Porque... ya nada es seguro..

—pero lo que siento por ti si lo es— interrumpió.

Ohm se acercó lo suficiente al castaño como para quedar a sólo un paso de él, miraron sus ojos sin decir más nada como era casi de costumbre, los únicos que hablaban eran las miradas. Fluke se levantó de donde estaba sentado y cargó con su mochila.

Se dirigió al vehículo dejando solo al hombre alto frente a la hoguera casi apagada, cuando de pronto los brazos contrarios le impidieron entrar al vehículo.

Fluke volteó la mirada y se encontró con lo que siempre anhelaba ver, el rostro de su chico preferido y lo más lindo que pudo apreciar en un mundo de desastre, más perfecto que un amanecer de verano.

Así que volvió a cerrar la puerta del camión y se dejó guiar por la mano de Ohm, que lo llevaba por entre los árboles, hasta llegar al borde de un acantilado...

La luna en lo alto del cielo emitía luz, lo suficiente para poder contemplar las facciones del otro.

—todo este tiempo...lo único que he querido es que sigas con vida, lo sabes, así que— comenzó Ohm — no me apartes así, nada es seguro, eso es verdad, pero desde que nos conocimos hasta hoy, eres lo que más valoro...

—creo que te debo una disculpa— se acercó más a él — actué sin pensar, sólo porque tengo miedo de perderte...

Ohm se dió cuenta de que en verdad conocía la verdad, del porque fluke no quería nada más de él, aunque justo en ese momento todo lo demás parecía quedarse atrás, pues su mirada lo delataba.

—se que este no es el momento más oportuno pero, quiero que lo sepas— tomó las manos de Fluke entre las suyas — yo siempre te...

—shhh...!— le puso sus dedos en sus labios— no lo digas, yo lo sé cariño.

Lo último hizo que Ohm acercara su mano hasta la espalda de fluke, lo atrajo a él y aproximó sus labios al castaño.

—si lo sabes, entonces no me alejes de ti, no quiero prometer nada pero... Siempre haré todo para estar contigo— lo miró fijamente— quiero que lo sepas.

Fluke asintió, reteniendo una lágrima, recordando lo bien que hubiera podido amarlo desde el principio sin más rodeos, y aceptando la realidad tal cual era, tal como Ohm lo haría para él.

El más alto rozó sus labios finos y rosados con los de fluke, generando una sensación preciosa, pues eran cálidos apesar de que era un clima frio, tan suaves en un mundo áspero; su pequeño corazón apesadumbrado se reunía con el otro que latía fuertemente. Supo ahí que el tacto de los labios contrarios sobre los de él era más bien una promesa sin palabras, tal vez.