Zombie (OhmFluke)

suceso

Detrás de unos bultos de basura, un chico con una marca en la cara, estaba sentado en lo alto de unos remolques.

Comiendo los restos de una galleta en el fondo de su empaque.

Cuando de pronto escuchó unos ruidos que surgían debajo de un carro gris y sucio.

Así que enseguida se agachó y trató de esconderse al momento que sostenía en sus manos una pistola de gran calibre que había robado en alguna parte.

De pronto, el ruido se hizo más cercano y aquel rugido de muerto llegó a sus oídos.

-¡Maldito idiota!- susurró en voz baja antes de desfundar un cuchillo.

Inmediatamente salió de su escondite y saltó hacia su objetivo, enterrando aquella arma en la cabeza del infectado.

Un charco más de sangre dibujandose sobre el suelo.

Y aquel chico salió de la zona, yéndose directamente hacia el puerto...

-¿cariño estás bien?- Ohm quizo saber.

-lo estoy- respondió cálidamente.

Cruzaron sus miradas tiernas y se tomaron de la mano.

Así que el grupo propuso un plan para llegar hasta los barcos que definirían su destino y rumbo.

Buscaron un coche que estaba en un estado mejor que los demás, y trataron de repararlo por que se encontraba un poco averiado.

-no vamos a resolver esto nunca, y ya es algo tarde...- opinó Mew.

-por aquí cerca hay una refaccionaria para autos. Yo y fluke podemos ir hasta ahí y conseguir la pieza, no tardaremos- propuso Ohm.

-bien, no tarden, por el momento iremos a conseguir más suministros. Si llegan primero que nosotros, reparen el vehículo y llegaremos a tiempo para irnos juntos- Mew respondió.

Así que dejaron el auto en aquel callejón y se dividieron.

Los dos caminaban a paso acelerado, ambos trataban de seguir vivos solo para contemplar al otro...

Esa fue su regla desde el principio del fin.

La tienda no parecía ser peligrosa, más aún, no se veían errantes por aquel lugar, aunque claro, había mucho desastre.

Todo estaba en silencio y tan calmado, el escenario parecía sacado de alguna pintura en la que todo está en completa inmovilidad.

Lentamente y con sus armas en la mano abrieron lo que quedaba de la puerta de cristal de la tienda.

No se escuchó ruido alguno, solamente sus pisadas haciendo eco en la habitación casi intacta llena de piezas para autos.

Ohm dió una pequeña vuelta viendo todas aquellas piezas perfectamente colocadas en su sitio y miró a su pequeño novio.

-vamos cariño, adelante seguro está la que falta - le habló suavemente y entraron entre los pasillos de la gran refaccionaria.

Por algún motivo y ninguno en especial, recordaron desde el primer día en que se conocieron.

¡Como habían podido enfrentar todo aquello! Cuando el mundo entero es un caos..

Cuando la mayoría había muerto y todas las esperanzas con ellos.

Pero su amor fue tan inevitable e indestructible que un maldito apocalipsis únicamente aferró la mano del uno al otro.

Si ohm estaba junto a fluke, sabía que estaba listo para enfrentar a todo lo que ese mundo le retara.

El ligero roce de su mano lo hacía sentir seguro...

Fueron por un pasillo donde estaba más oscuro que lo usual, las piezas para automóviles eran algunas pesadas y otras ligeras pero siempre muy limpias e impecables.

-ven aquí- el más alto lo tomó de la mano- No te separes de mi...

Ahí estaba otra vez, su calidez haciendo latir su corazón. Desde que lo vio en el primer instante, lo había hecho tan felíz.

Pero, de pronto, fluke, al abrir sus ojos vio como una figura negruzca se aparecía justamente detrás de su novio...

No le dió tiempo de hablar, mirar con claridad ni mucho menos pensar.

Su mente se perdió en una cortina de nube gris mientras gritaba...

-¡¡Ohm!! ¡A un lado!- se dió la vuelta rápidamente y tomó el lugar de su chico.

Aquello ocurrió en cuestión de segundos, fue tan rápido que un parpadeo duraría mucho más.

Un zombie de gran estatura mordió con ansias el cuello de fluke, retirando gran parte de su piel, dejando que la sangre brotara sin control.

Ohm de inmediato agarró bruscamente a su novio y lo apartó del zombie que trataba de comérselo aún más.

Lo pegó a su pecho y se arrastró junto con él entre la oscuridad del reducido e incómodo pasillo, buscó su pistola y disparó tantas veces como pudo a aquella figura de muerto viviente...

Tan pronto como el infectado cayó al suelo y no se movió más, Ohm se levantó del piso, en el lugar en que un gran charco rojo intenso se deslizaba gota por gota.

Estaba en total shock, no podía hablar, se encontraba temblando.

El hombre alto e indestructible no era él, había mutado, pues no asimilaba lo que acababa de pasar, y ello le estaba rebanando el corazón milímetro a milímetro.

Abrazo a su novio y lo aferró a él mientras ambos temblaban.

En aquel rincón olvidado, sombrío y opaco, vio aún sus lindos ojos miel.

Esos ojos que lo enamoraron perdidamente desde la primera vez hasta ese segundo.

Su corazón aún latía.

-fluke...no, no pasó nada, solo fue un rasguño, salgamos de aquí rápido, hay que llegar a tiempo para tomar un barco...- Ohm dijo con voz nerviosa y torpe.

Su novio no respondió pues el efecto de aquel virus empezaba a hacer efecto.

El más alto encontró la pieza que necesitaba, la puso en su mochila y salió de la tienda con su novio en brazos...

Mientras que su sangre manchaba toda su ropa.

Y con todo su universo cayéndose en pequeños pedazos, se fue por dónde había venido.

Entre tanto que los demás ya se habían reunido en el lugar acordado, además, traían a un viejo amigo con ellos.

Y todos se preguntaban...¿Que ha pasado con Ohm y Fluke?

-¿es que no iremos a buscarlos? Pronto vendrá una horda y nos atraparán en la calle y sin refugio!- gritó eufórica Sammy.

-tranquila, seguro vendrán pronto, son inteligentes- respondió Prem. La persona que se habían encontrado al salir por provisiones...