quien es...?

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Los tres que discutían se quedaron en silencio, mientras se sentaban en el piso a esperar que la puerta se abriera para que el señor Deen les diera las armas y largarse se ahí cuanto antes.

Después de esperar, la puerta se abrió y entró a la habitación uno de los subordinados del jefe del grupo del señor Deen.

—muy bien..., Aquí tienen sus armas, ahora largo! — azotando la puerta y saliendo del cuarto.

—Tomen éstas — repartiendo Ohm las ametralladoras y pistolas — cuidenlas, valen más que todo, sin ellas son hombres muertos — cargando su pistola con municiones.

Los que estaban con él recargaron sus armas y metieron a sus mochilas lo que debían de llevarse.

Se acercaron a la ventana para volver a bajar, pero había muchos de esos tipos, infectados como les llamaban muchos.

—vamos, arriba, por los techos es más seguro. — habló Ohm saliendo de la habitación y empezando a escalar por una pequeña escalera que daba al techo del edificio.

Los otros tres lo siguieron, subieron hasta al techo y se quedaron ahí hasta el anochecer....

No se podía salir en ese momento, decenas de infectados estaban por todas partes, de noche se volverían menos activos y era la oportunidad perfecta para salir de ahí.

Por el contrario, dentro de aquella casa de color blanco, fluke culminaba aquel día en una completa oscuridad...la cual sólo estar ahí podía enloquecer.

El cuarto dia en el infierno era el nombre con el que podía bautizar aquella noche sin luz, sin una pizca de electricidad y en una casa completamente oscura, nada mejor ni nada peor solamente la vida en el apocalipsis, completa desesperación y pensamientos de locura, el solo pensar que había algo extraño allá afuera... personas lastimadas y caminando como sin nada, sólo causaba pánico.

El castaño subió a un lado de su habitación, un cuarto para practicar sus guiones donde por el techo pasaba la iluminación de la luna.

Fluke se sentó en su silla y empezó a sacar los cuchillos de la cocina, pasó sus dedos por el filo de cada uno hasta rasgar la piel de sus dedos.

Pequeñas gotas de sangre caían por sus brazos...

"Ahh..... ¿que mierda estoy pensando?!— la mente de fluke no paraba de dar vueltas pensando en cual cuchillo era el que podía pasar por sus venas y olvidarse de todo de una maldita vez. —" basta, tenemos que descansar..."— cerrando sus párpados y posteriormente callendo en un sueño profundo.

Allá afuera, las personas buscaban un objetivo en común, el cual era uno: sobrevivir.

El mundo siempre había sido asi, no estaba cambiando sólo estaba tomando su forma real, el ser humano se crea a si mismo, pero también se destruye con sus propias manos.

Desde el momento en el que homo erectus alzó sus pies en aquella sabana con pastos altos y se puso de pie por primera vez, hasta este momento, el único cambio que experimentó fue el de su aspecto y algunas evoluciones en el cerebro.

Pero aquel instinto de supervivencia, el de matar o ser asesinado jamás sería arrancado de nadie, de ningún ser humano, el mundo ahora más que nunca se abría como un libro mostrando esa única realidad...

Los hombres que estaban en el techo amarraron una cuerda de alambre a un fierro que salía del piso de la azotea y comenzaron a descender.

Los infectados estaban lejos de ahí por el momento, pero no por mucho porque empezarían a llegar pronto.

El grupo de cuatro hombres se desplazó hasta el auto que habían dejado cerca, subieron y se marcharon de prisa.

—Ohm, dime una cosa, y necesito que seas claro. ¿enserio vas a regresar por fluke hasta su casa?!— kao le habló en tono alto y molesto.

—No tengo que pedirte permiso, iré allí y eso es todo lo que tienes que saber.

—No no hermano, me estás mal entendiendo...es sólo que, tu sabes todo lo que hay allá afuera, ¡es peligroso, ya te arriesgaste por ir a recoger a su manager y ahora quieres ir por fluke!

—lo que yo haga o nó, no es asunto tuyo. Si no estás conmigo puedes ir a buscar el refugio tu solo, adelante nadie te detiene.

—Solo cálmate kao, Ohm sabe lo que hace — Boun dejó un golpecito sobre el hombro de éste.

—Bien, haz lo que quieras.— por fin se resignó el hombre que había iniciado la discusión.

Ohm condujo hasta la casa donde estaban.

Así, llegó la mañana y en la ventana de fluke se colaba un rayo de sol entre sus cortinas.

El castaño podía jurar que sentía tanto coraje con el mismo sol por alumbrar aquel día, era sólo que estar ahí encerrado y con miedo le había hecho mal, el estrés siempre llega tarde o temprano.

Todo había sucedido tan rápido, ya eran cinco días desde que Ohm le había prometido volver por el, aunque fuera una mentira prefería morir ahí que salir afuera.

Tomó un libro de su estante y comenzó a leerlo, hablaba acerca de la muerte, es algo que a todos nos llega ciertamente, pero nadie está para decidir ese momento ni siquiera uno mismo, aunque esta vez nó, no ahora, pues las cosas estaban más claras que nunca, el fuerte vive y el débil muere...

Las horas comenzaron a correr, fluke miro por la ventana a esperar que una persona llegará a recogerlo o algo!

Pero nó, no había nada ni nadie, en la carretera sólo había basura y estaba  desierta, más que el mismo desierto.

De vez en cuando, el aire soplaba y se llevaba la basura de la carretera, la arrinconaba entre el pasto creciente de las orillas.

Hasta que una persona se alcanzaba a ver a lo lejos....

Zombie (OhmFluke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora