hacerlo contigo

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La habitación es oscura, la luz de la tarde lluviosa entra por las ventanas con cortinas solo iluminando de manera opaca unos metros cúbicos.

Ohm cerró muy bien la puerta para impedir el paso de los infectados hacia adentro.

Se sentó en la cama y suspiró, abrió la ventana y entró algo de claridad sin brillo.

De pronto, en el siguiente cuarto que aún no habían revisado, se escuchó un ruido...

—quedate atrás cariño, iré a revisar— indicó Ohm.

Siempre buscaba el mejor cuidado para su chico.

—de acuerdo, ve con cuidado— le respondió quedándose junto a la puerta.

Lentamente el más alto se dirigió a aquella habitación completamente oscura, mientras que un ruido extraño se escuchaba al fondo.

Caminando lentamente y con el arma al frente, sin seguro, esperaba a jalar el gatillo tan pronto como se necesitara; sus ojos se acostumbraron a la escasez de luz y enseguida pudo percibir algunas cosas, entre ellas un infectado que estaba atado con cadenas a los pies y asegurado a un muro.

Aquella escena reflejaba una larga historia, tal vez los antiguos inquilinos que vivieron ahí no quisieron matar a la chica que tenía no más de dieciséis años.

La muchacha, que ahora era un caníbal, rugía y hacia un característico ruido molesto, propio de un zombie...

Ohm bajó el arma y regresó con fluke.

—¿Que pasa? ¿No vas a matar a ese infectado? Parece ser uno de ellos ¿No?— cuestionó al ver que su novio regresaba a su lado.

— está encadenada..— el más alto le respondió, y le dió un pequeño beso en los labios.

—y...¿Porqué no la acabaste?— siguió sus preguntas.

—no puede hacernos daño, solo dejémoslo así— sonrió tiernamente para él— sería una bala desperdiciada...

Fluke le devolvió aquel gesto hermoso, tal vez ese hombre era demasiado bueno para su alma que no puso más atención en que había dejado con anima a un muerto.

Más bien, nada tenía más importancia que Ohm en su vida.

Sin decir más nada, el castaño rodeó el cuello contrario y lo besó lentamente y con tortura así como el otro había empezado.

Acariciaba su espalda por encima de las prendas y metía sus dedos entre los cabellos negros intensos de su novio.

—te amo demasiado — las declaraciones de Ohm en ese momento, invadían cada milímetro de él.

—yo más...— respondió con ansias de sentirlo darle amor.

Entre abrazos que recorrían la complexión ajena, que ahora declaraban casi propia, iban metiéndose en aquel río de amor donde las caricias sobran y se hace presente la necesidad de frotar algo más abajo...más al fondo, más intenso y profundo.

Ninguno de los dos se resistió a usar la lengua para hacer de ese momento uno erótico y sensual.

Ohm sostuvo la cabeza de fluke entre sus manos y metió su carne mojada en saliva muy profundo, e hizo que el castaño se quedara sin aire.

Dentro de su boca revolvió su lengua con la del otro, hasta generar desesperación por jadear.

El más bajo le acarició el cuello y rasgó su espalda con la ropa puesta encima.

¡Cuan duro estaba ya el chico alto!

Bastó para hacerle gemir cuando fluke restregó su propia erección con la del otro.

Zombie (OhmFluke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora