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Pasaron minutos corriendo bajo la lluvia, hasta que Ohm detuvo al grupo en un callejón, dónde había un techo encima.

Los cubriría del agua por lo pronto.

La mañana estaba próxima a llegar. Entre tanto que, infectados caminaban de manera errada bajo la tormenta, se dirigían hacia ellos.

Fluke junto a su novio, tomaron las armas y dispararon; de vez en cuando aparecían esas cosas, la lluvia los dejaba algo perdidos...

Durante horas, estuvieron en aquel lugar, hasta que amaneció y la lluvia fue parando poco a poco.

Earth estaba recargado en la pared, viendo al muro enfrente de él, Aom estaba sentada sobre unos bloques en el suelo.

Las últimas gotas caían sobre las calles, casi imperceptibles.

Así que, decididos a salir de aquel lugar, fueron hacia dónde sus compañeros dijeron que iban a llegar.

Aunque eso, parecía complicado, la zona aún estaba invadida de muertos.

-debemos seguir, si nos quedamos esperando aquí, no vamos a conseguir nada- Ohm habló a sus cuatro acompañantes hasta el momento.

Mientras que el sol salía y el viento soplaba, levantaba algo de basura.

Ante aquella situación, se alejaron de aquel lugar. Esta vez la ruta había cambiado, y el destino próximo serían las afueras de la ciudad, hasta llegar a las vías de tren.

Mientras tanto, Mew, junto a Gulf y Off, estaban en la cima de un techo esperando a que los enfermos se retiraran y poder bajar de ahí, habían quedado rodeados.

-¿Algún otro plan?- preguntó Mew.

-esperar....y nada más - dijo Gulf mirando hacia abajo.

Y así, aquel montón de gente quedó dividida en dos partes. Las probabilidades de que se volvieran a ver eran poco menos que nulas.

Pasaron tres días, Ohm y los otros cuatro aún permanecían a su lado, caminando entre las calles desiertas que cada vez más se declaraban desposeídas de vida

Tenían balas, lo suficiente para sobrevivir, pero solo quedaban dos raciones de alimentos.

El sol se volvía más agotador y alumbraba con fuerzas. En lo que debajo de él, las cinco personas arrastraban sus pies hacia adelante, persiguiendo una salida del laberinto de la muerte.

-¿Aún le queda agua a alguien?- con voz reseca y cortada habló Sammy.

-tengo la mitad solamente, te daré un poco- fluke le dió una botella de plástico.

-estamos tardando mil veces más que ir en un auto...- decía Earth tapándose del molesto sol con un suéter.

-nos falta poco, alrededor de....una semana a pie, los enfermos están por todas partes más adelante seguramente- informó Ohm.

En el lado de Mew, ellos regresaban en un vehículo viejo y despintado a donde supuestamente tenían que estar sus compañeros.

Pero lo que había ahí, era un local destruído y enfermos caminando lentamente de un lugar a otro.

-se fueron, los infectados llegaron primero que nosotros- sospechó Mew dando reversa.

De esta manera, desviaron su ruta y se fueron por otra parte donde era más probable volverse a reunir.

¿Cuántos años habían transcurrido?

Solamente cinco días, transitando entre la ciudad, que a esas fechas los edificios habían acabado y comenzaba una zona rural.

Ohm alcanzó ver una tienda quemada a unos metros de ahí.

Corrió como si hubiera tenido buen alimento en todos esos días y pateó la puerta, ésta cayó al suelo al momento.

Entró rápidamente y sus ojos brillaron al ver que había una caja de galletas, además de algunas botellas de jugo tiradas por debajo de algunos estantes.

Minutos después, llegaron sus amigos y abrieron desesperadamente las envolturas, comiendo aquello com ansias.

-toma cariño, come algo- Ohm le entregó a fluke un paquete de galletas, en muy buen estado.

-te amo, gracias - le dió un beso en la mejilla.

Aquel día, justo a las doce del día, estaban alimentándose debajo de un techo quemado, pero aquello era menos importante, pues tenían algo comestible en mano que no fueran balas.

Fluke se sentó al lado de Ohm y lo abrazó.

Su ropa manchada con sangre seca, aún le quedaba muy bien.

El más alto correspondió, le dió un beso sobre sus cabellos castaños, finos y hermosos...

Sujetó suavemente una de sus manos, lo acarició y fluke se recostó en su hombro.

Aquel par era sumamente dulce, que el apocalipsis se quedaba tan corto ante tal pareja complementaria, simplemente algo demasiado bello para contar.

Se levantaron después de aquel descanso y, el camino seguía por delante, las calles cada vez más rústicas esperando por ellos.

En otro lado, alrededor de aquellos lugares, Gun corría a toda velocidad hacia ningún lugar, y solamente trataba de escapar de aquello que lo perseguía.

Dos grandes perros feroces lo habían seguido desde metros atrás.

Ya no tenía balas ni nada a la mano para defenderse.

Las cosas se le habían salido de las manos y no consiguió ningún auto. Lo único que logró fue quedarse sin municiones.

Al llegar a la esquina de la última casa de la ciudad, había algunas piedras que usó para espantar a los animales.

¿cuándo se había quedado en ruinas? No lo sabía exactamente, cierto día lanzó la última bala a un muerto idiota que casi lo muerde en el tobillo.

Todo lo que traía en su mochila era un buen montón de antibióticos y analgésicos.

Después de eso, se la pasó vagando por las calles rurales sin un mapa en mano.

Buscó vehículos, pero no halló ninguno, así que iría a pie, a dónde la mayoría de la gente se estaba dirigiendo, a la única salida más cercana.

Al puerto.

Gulf, al lado de su novio y Off, habían parado en una gasolinera a recoger lo poco que quedaba de combustible.

Buscaron comida en algunas tiendas, solo quedaba basura en casi todas, la mayoría estaba vacía y en su lugar había sangre.

Aquella semana fue algo solitario, pues habían construido entre todos una red de amistad...

Y así, como las nubes se llevan los días, pasó un largo mes, en los que las lluvias eran frecuentes y existía la necesidad de parar en algún lugar donde no hubiera tanta agua.

¿Prem? A juzgar por su apariencia, lo había tenido difícil.

Él ahora tenía una gran cicatriz en la mejilla izquierda, una herida que comenzaba a sanar, aún así era demasiado notable.

El recuerdo amargo de un ser importante, se desvanecía con cada herida que traía en su cuerpo.

"Prometo que...voy a olvidarte"

Ese era su lema ahora, vivía para no volver a ver esos ojos que cuando una vez miró, le fascinaron demasiado. Si tuviera que morir para verlos de nuevo, elegiría vivir eternamente.

Prem tenía a su lado un chico de trece años, ambos estaban inmersos en los presagios de la vida.

En ese momento, se dirigían hacia un automóvil que podían ver desde ahí.

E inesperadamente, aquella camioneta estaba en condiciones de avanzar.

El mayor cerró la puerta y encendió el coche, las llaves estaban tiradas en el tapete del carro.

A una distancia algo lejana, muertos se levantan del suelo con lodo y comienzan a caminar, el sol de nuevo día ha salido y es el comienzo de un verano con calores extremos...



Zombie (OhmFluke)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora