Un favor

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Capítulo 25

Un favor

Toque la puerta esperando que Sirius abriera y ahí salió el con su deslumbrante sonrisa y el cabello un tanto húmedo, acababa de bañarse eso estaba claro tan pronto como me vio me rodeo en un abrazo y me dio un suave beso en la mejilla.

-Layra, no esperaba verte y menos tan temprano – dijo mientras cerraba la puerta.
-Al parecer nuestros padres tendrán una charla matutina –
-Creo que me has venido como anillo al dedo – dijo Sirius con una divertida sonrisa igual a la que ponía cuando tenía alguna travesura en mente.
-No, mil veces no, es una misión suicida, no vas a contar conmigo para lo que intentes hacer, me voy con Regulus –
-No te salvaras cariño, Regulus esta con sus amigos estas vacaciones, solo estamos tu y yo –
-¿Que haremos? –

Y ahora me encontraba nuevamente en la oficina pero con Sirius a mi lado, no sé cómo me convenció a hacer lo que tenía planeado pero lo hizo.

-Lo que quieran hacer la respuesta es si – Al parecer nuestra presencia no era bienvenida por lo que ambos nos retiramos.

Ahora nos encontrábamos en un gran portón, era una casa grande con un jardín hermoso definitivamente a la señora Potter se le daba de maravilla la jardinería.

-Niños pero que alegría verlos, estoy alegre de que por fin puedas conocer nuestro hogar Layra –
-Gracias, señora Potter y déjeme decirle que tiene un jardín realmente encantador – le dije mientras estaba nos daba un abrazo a ambos.

La casa o mejor mansión Potter era realmente deslumbrante desprendía lujo por donde la vieras pero también calidad y amor que esperas ver en una familia, esto era digno de revista realmente James tenía una familia que desearías enmarcar.

James se asomó por la cocina y traía consigo un plato de galletas y una gran sonrisa en su cara, al parecer hasta ahora estarían desayunando lo que me hace cuestionarme a qué horas me desperté yo.
Nos abrazó a ambos su cabello estaba más despeinado que de costumbre y su pantalones de cuadros rojos y negros me hacía recordar que se aproximaba la navidad, estaba sin gafas lo que ayudaba a visualizar aún más sus ojos azules que ahora estaban llenos de alegría.

-Layra, no sabía que vendrías – dijo James mientras me ofrecía una galleta.
-Tampoco fue por voluntad propia –
-Pero te la pasaras excelente, apuesto a que no te hubiera gustado quedarte con nuestros padres – dijo Sirius dándome un codazo.
-En un rato llegaran los chicos iremos al mundo muggle – lo último lo dijo en voz baja soltando una suave risa.
-No, y si mis padres se enteran el solo venir acá fue suicida te imaginas ir al mundo muggle – le dije abriendo mis ojos y sacudiéndolo en un intento de hacerlo entrar en razón.
-No seas exagerada Layra nadie se dará de cuenta, seremos muy discretos y a provechando que tu estas con nosotros nos ayudaras en algo -
-Y yo que obtengo a cambio si los ayudo – sé muy bien que se acostumbran a meterse en problemas y si arriesgaría algo yo necesitaba algo a cambio también.
-Lo que tú quieras, pero solo necesitamos que nos ayudes con tus conocimientos, no hay nadie mejor que tú con la magia sin contar a Lily pero es obvio que ella no nos ayudaría – dijo James mientras posaba su brazo descaradamente sobre mí.
-Sí, que quieren saber o hacer – les dije quitándome a James de encima y dirigiéndome a la sala.

La sala se veía hermosa un gran árbol con regalos abajo, había un aroma a roble pero era agradable algo suave y sutil, habían varios cuadros con James y sus padres era realmente encantador, en uno de ellos se miraba como James de tal vez uno 5-6 años estaba montando una escoba y se cayó al hacerlo, solté una pequeña risa al ver reproducir la imagen varias veces.

-¿Que sabes sobre los animagus? – pregunto Sirius mientras jugaba con las decoraciones.
-Que se necesita una licencia o algo parecido para ser uno y la poción es sumamente cuidadosa un solo error y quien la beba puede morir – les dije dejando de mirar los retratos y ahora mirarlos a ellos con una ceja alzada - ¿Por qué quieren saber sobre ello? –
-Layra, sabes lo del pequeño problema peludo de Remus y quisimos ayudarlo y buscamos información, curiosamente los hombres lobo no atacan a los animales, desde que vimos a McGonagall nos interesamos en el tema y desde que supimos lo de Remus aún más – James hablaba con delicadeza y entusiasmo.
-No, no están locos, si algo falla en la poción pueden hasta morir entienden la gravedad del asunto – les dije entendiendo a lo que se referían con que necesitaban mi ayuda.
-Por eso acudimos a ti, Layra eres increíble en todas las materias, no me cabe duda de que lo lograras de manera excepcional después de todo tu eres la mejor en todo ¿no? – Sirius hablaba en un tono manipulador sabe muy bien que si quería conseguir algo en lo que yo participara, agrandar mi ego era una buena estrategia y vaya que lo logro.
-Vamos Layra, nosotros conseguiremos todo tú no te preocupes – dijo James.
-Acepto, pero que quede claro ustedes me deben una y muy grande por cierto – dije señalándolos.

-James ve a abrir yo estoy ocupada – dijo la señora Potter mientras se volvía a escuchar unos toques en la puerta principal.
-Les apuesto a que yo les gano a llegar a la puerta – dijo James mientras nos veía con burla.
-Nunca retes a una Nott, yo nunca pierdo Potter – dije mientras me paraba del sillón.
-Por favor los voy hacer comer polvo – dijo Sirius haciendo a la par de nosotros.

Ambos corríamos era obvio que me ganaría ellos eran mucho más rápidos y altos, pero yo soy mucho más astuta, acorte el camino por las escaleras que dirigían a la puerta y me subí en el barandal dejándome deslizar como si estuviera en un parque de juegos, estaba unos dos metros más adelante que ellos por lo que me apresure y abrí la puerta con la respiración agitada, sonreí al ver quiénes eran Remus y Peter estaban parados con una gran sonrisa, Remus traía unas flores y se rio al ver chocar a Sirius y James.

-Layra hizo trampa, gane yo – dijo Sirius mientras se apoyaba contra la pared.
-No, yo gane Sirius – dijo James mientras agitaba sus manos.
-Ustedes no dijeron que camino debía tomar – dije mientras me cruzaba de brazos.
-Layra tiene razón, solo dijiste "Les apuesto a que yo les gano a llegar a la puerta" – dijo Sirius rodando los ojos e imitando la voz de James.
-Yo no habla así- dijo soltando un bufido como un niño chiquito.
-Si lo haces – dijo Peter riendo.

Remus se dirigió a la cocina en busca de la señora Potter y tan pronto como la vio esta lo rodeo en un abrazo y él le entrego las flores que llevaba.

-Sabes a veces pienso que quieres más a mamá Euphemia que a mí que soy tu amigo – dijo Sirius mientras le daba un leve empujón.
-Acaso esos son celos pulgoso – dijo Remus con diversión haciendo sonrojar a Sirius.

James, Peter y yo, que presenciábamos la escena nos dimos una mirada cómplice y nos burlamos en silencio del sonrojo de Sirius.

Red De Mentiras-James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora