Red De Mentiras-James Potter

Vacaciones de verano

Capítulo 33

Vacaciones de verano

La ancestral casa Black era como otra casa para mí siempre era bien recibida, además de estar mis dos personas favoritas, Sirius como siempre estaría encerrado en su cuarto y Regulus también o podría estar charlando con Kreacher o en la biblioteca, ambos tocaban el piano pero lo dejaron de hacer ya que a Walburga le molestaba el ruido.

-Layra ven – Regulus me tomo de la mano y me llevo a su cuarto.
-Hola ¿Cómo estás? Bien gracias por preguntar y tú – le dije sarcásticamente mientras me sentaba y empezaba a inspeccionar los libros que tenía, bastante eran de magia oscura solo negué suavemente mientras miraba cada título.
-Necesito que me ayudes en algo – dijo mientras me rapaba el libro de las manos – Es de mala educación husmear en lo que no te importa -
-Te verás con Pandora así que necesitas que alguien te cubra ¿Me equivoco? – le dije sonriéndole, ella me había escrito en la mañana pidiendo que ayudara a Regulus a salir de su casa.
-Si para eso – me sonrió haciendo que pareciera más una mueca.
-Te ayudare pero solo porque es ella, Regulus ten cuidado con lo que haces – le dije mientras le daba un vistazo a los libros.
-No soy un niño Layra se lo que hago y ¿Cuál es el plan? -
-Saldremos con Sirius – lo vi hacer una mueca ante la mención – Regulus saldré con Sirius y tu vendrás con nosotros.

Salí de la habitación ahora buscando a Sirius quien estaba en la sala tocando una suave melodía, sonreí al recordar que hace mucho no tacaba el piano, se veía relajado y un poco feliz aunque sea en esta casa, me pare detrás de él y me senté a su lado.

-Hace mucho no tocabas – le dije haciendo que este solo moviera su cabeza hacia un lado y seguía tocando.
-A Walburga no le gusta y tampoco estaba de ánimo – seguía tocando siempre me pregunte como podían hacerlo intente aprender varias veces pero no lo lograba.

-¿Recuerdas? Regulus tocando la guitarra, tu cantando y yo tocando el piano es uno de los pocos recuerdos alegres de esta casa que tengo – dijo Sirius dejando de tocar.
-Si... eran buenos tiempos. –

Durante el almuerzo me la permanecí callada, los únicos que hablaban eran los adultos mientras Regulus me dio una patada debajo de la mesa, que me hizo quejarme, recordándome que digiera que íbamos a salir pero ellos parecían tan absortos en su conversación.

-Claro que he escuchado los rumores Walburga, pero solo son rumores – dijo mi madre mientras tomaba de su copa de vino.
-Por fin alguien se está alzando en contra de los sangre sucia este es nuestro momentos, nuestra oportunidad, créanme que el sí podrá lograr lo que Grindelwald no – dijo Walburga cruzándose de brazos.
-Ni siquiera lo he escuchado, ver para creer – dijo mi padre moviendo su anillo.
-Bellatrix dice que lo ha visto y sus habilidades son extraordinarias, sus seguidores se hacen llamar mortífagos – dijo Orión Black.
-El pronto dominara el mundo mágico Edgar, de hecho ya lo hace, acaso crees que los raros sucesos de los sangre sucias son normales él los ha ocasionado y ténganlo por seguro que al menos la familia Black apoyara su causa – dijeron los Black.

-Disculpen, nos gustaría ir a... - antes de que pudiera terminar la frase, todos asintieron y siguieron hablando permitiéndonos irnos.

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-¿Por qué debemos llevar a Regulus? – me pregunto Sirius mientras lo esperábamos en la planta baja.
-No te quejes – le dije rondando los ojos.

Regulus bajo con Kreacher a su lado, ambos tocamos al elfo y nos transportó a un gran campo, Regulus sonrió y tomo la mano de Kreacher.

-Recuerda Kreacher si te preguntan dónde nos dejaste tú dirás que en el callejón Diagon es una orden, yo te llamare cuando sea la hora de que vengas por nosotros – dijo Regulus y un segundo después el elfo desapareció.