Red De Mentiras-James Potter

Estrellas

Capítulo 42

Estrellas

La oscuridad pinto el cielo, las estrellas y la luna alumbraban el camino, todo estaba perfectamente detallado como si hubiera sido pintado, pero el humano no podría hacer una creación tan hermosa como la vista que se presenciaba.

El aire soplaba con fuerza llevándose las nubes y dejando esa hermosa vista, la luna estaba en la mitad de su ciclo y las estrellas la acompañaban, se miraba tan cerca si tan solo pudiera estirar su mano y tomar una estrella para dársela a su amada pero realmente las estrellas estaban demasiado lejos al igual que Layra.

Dos toques en la ventana esperando que esta se levantara, su cabello reposaba en su almohada dejando a la vista esos curiosos mechones que cada día iban opacándose más, toco dos veces más esperando que ella escuchara.

Pasada la media noche todo alumnado de Hogwarts está descansando en sus alcobas pero esta vez uno se escapó de esta, Layra se levantó tomando su varita y mirando que tocaba la ventana y se llevó un grato susto.

-¡James, estás loco! – dijo en un tono de regaño viendo como este solo sonreía montado a su escoba y con un buen abrigo.

-Loco por ti, te quiero mostrar algo –

-¡NO! – su tono un poco elevado hizo que una Marlene se removiera.

-¿Asustada Nott? – dijo divertido estirando su mano para que pasara.

Tomo unos zapatos y un saco, enredándose la varita en el cabello y abriendo con sumo cuidado aquella ventana.

-Si nos descubren es tu culpa – dijo mirando a los lados -¿Y la otra escoba? –

-Iremos en la mía, relájate no es como si te dejara caer –

James se acercó al ventanal esperando que Layra se animara, esta se apoyó en su hombro y paso con cuidado la pierna al otro costado, James se tambaleo un poco.

-¿Potter quieres matarme? – dijo en un susurro teniéndose más fuerte de su acompañante.

Este solo rodo los ojos y al sentirla ya lista se balanceó dejando que el aire golpeara su cara, Layra se pegó más a su torso agarrándose de los costados de James para tener un mayor equilibrio.

-Que miedosa eres Layra, pensé que te gustaba volar – dijo divertido debido a la fuerza con que la chica lo sujetaba.

-Me gusta pero tengo miedo de que nos hagas caer, mejor ve más despacio – dijo apoyando su barbilla en el hueco de su cuello.

Este al contrario acelero como si de una carrera se tratara, soltó sus manos del mango y soltó una gran carcajada llenando sus pulmones de aire.

-Inténtalo, es liberador – dijo mientras se elevaba más alto.

Layra se despegó con cuidado sintiendo como el leve moño que llevaba se soltaba y su varita se resbalaba la tomo antes de que fuera demasiado tarde, el aire golpeando su cuerpo e inundo sus pulmones de un aire fresco y helado, despego sus brazos sintiéndose libre por tan solo un momento, se sentía como un ave queriendo alzar vuelo, cerro sus ojos dejándose llevar por el momento por las emociones, permitiéndose liberarse.

James sonrió al verla, descendió con cuidado permitiéndose disfrutar de la vista.

-¿Dónde estamos? – preguntó Layra al ver le gran campo que aunque estuviera de noche la luz de las estrellas, la luna y unas luciérnagas le permitían ver todo el lugar, las flores, y los dientes de león adornaban todo el campo y justo al lado de ellos un gran árbol de manzana.