Capitulo 25

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Esto que estaba haciendo está mal, claro que lo sabía pero simplemente no pude evitarlo, durante mucho tiempo reprimí este sentimiento pero ya no podía seguir fingiendo que no sentía algo por Sebastián, claro que me movía el piso y ahora con lo que había pasado con Raúl me sentía más vulnerable, me separé de él lentamente.

-dime que fue eso?-dijo el juntando nuestras frentes.
-no lo se-le conteste-solo se que necesitaba hacerlo.
-yo también-dijo y me volvió a besar, maldito Sebastián besaba tan bien que no podía negarme-y ahora que va a pasar?.
-nada Sebastian-le dije poniéndome de pie-todo tiene que seguir igual.
-porque?-dijo el tomándome de la mano-no puedes negar que tu sientes algo por mi así como yo por ti-dijo el y yo negué.
-no puede ser, entiende Sebastián-le dije tratando de soltarme de su agarre pero el no me dejó-yo tengo un compromiso con Raúl y no puedo tirar a la basura esto por algo que tal vez sea pasajero.
-yo no llegue a arruinar nada entre Raúl y tú-me dijo el.
-no, claro que no-le dije rápidamente-tú no eres culpable de nada pero yo estoy bien con Raúl.
-estás segura?-me dijo el sin dejar de mirarme-porque eso no fue lo que dijiste el día que te emborrachaste en la casa de vacaciones de Edson-yo lo mire con los ojos muy abiertos.
-de que estás hablando?-le dije mirándolo con preocupación.
-sabes que dijiste-dijo el tomándome por los hombros-dijiste que tu relación con el era felicidad para todos los demás pero no para ti-yo parpadeé un par de veces entonces todos los recuerdos que yo creía eran solo alucinaciones mías eran reales-tal vez tú y yo estamos destinados a estar juntos.
-no digas tonterías Sebastián, crees que las cosas son tan fáciles?-le dije un poco molesta porque se estaba tomando las cosas muy a la ligera-yo estoy construyendo una vida con Raúl y no puedo simplemente tirar todo a la basura por algo que no estoy segura que vaya a funcionar.
-entonces tú tienes miedo de dejar a Raúl por algo que no puede ser seguro y no porque estés enamorada de el-me dijo.
-lo qué tú quieres es confundirme pero no lo vas a lograr Sebastián-le dije molesta-así que yo ya me voy.
-espera-dijo el cuando yo camine a la puerta-discúlpame por favor, prometo no decirte nada más pero no te vayas-dijo el y yo no sabía que hacer-desde que Bruno te conoció me pedía que te invitara a comer porque le caíste muy bien.
-me voy a quedar solamente por Bruno-le dije-pero está prohibido el tema.
-lo prometo-levantó la mano-pero piénsalo por favor.
-Sebastian-le dije en modo de advertencia.
-está bien-me contestó el y susurro un leve "piénsalo"-Bruno!-el niño salió disparado del cuarto a donde nosotros estábamos-que quieres comer?-le pregunto.
-pasta!-dijo el feliz.
-bueno, voy a ordenar-dijo sacando su teléfono y yo negué.
-porque no la preparamos aquí?-le pregunté-tú dijiste que preparabas una pasta mejor que los italianos.
-es que no tenga todo lo que necesitamos-contesto rascándose la nuca.
-bueno pues podemos ir al supermercado-le dije sonriendo.
-si!-dijo Bruno feliz-Tu sabes cocinar ____?-me pregunto acercándose a mi.
-si, y déjame decirte que también se cocinar una pasta deliciosa-le dije cargandolo-te gustaría probarla?-le pregunté y el asintió.
-bueno, si los dos están de acuerdo vámonos al supermercado-dijo Sebastian sonriendo.

Salimos los tres y nos fuimos en el auto se Sebastián, la verdad es que me divertí mucho con ellos pues Bruno tomaba lo que se encontraba en su camino lo metía al carrito y Sebastián lo sacaba, compramos todo lo necesario para hacer una pasta y nos fuimos, termine sintiéndome mal por Bruno y le compré un juguete que Sebastián no quería ya que decía que tenía muchos pero no me pude resistir a su carita de tristeza, cuando volvimos Sebastián llevaba las bolsas mientras yo llevaba a Bruno cargado ya que se había quedado dormido en el camino, cuando salimos del elevador nos encontramos de frente a una mujer mayor que en cuanto nos vio sonrió.

-hola Sebastian-lo saludó la mujer-como estás?.
-hola señora Bertha-dijo el sonriendo-muy bien y usted cómo está?.
-bien, voy a visitar a mis hijos-dijo ella sonriendo y desvió su mirada hacia mi-y esta muchachita tan hermosa es tu novia?-yo iba a negar pero el hablo primero.
-no, pero intento convencerla de que soy una buena opción para ella-dijo mirándome y yo apreté más a Bruno al sentirme nerviosa.
-cariño, no tienes nada que pensar-me dijo la señora sonriendo-Sebastián es un buen chico-dijo mirándolo-lastima que su ex-esposa no supo valorarlo, pero tú no dejes ir a este muchachito-dijo ella.
-no se preocupe yo se que es un hombre maravilloso-le sonreí a Sebastián.
-bueno, yo los dejó porque mi taxi me está esperando-dijo caminando al elevador, nosotros caminamos al departamento de Sebastián, en cuanto entramos dejé a Bruno en el sofá y camine con Sebastián a la cocina donde el estaba sacando las compras de las bolsas.
-así que intentas convencerme?-le dije sonriendo y el asintió.
-quiero que sepas que soy tu mejor opción-dijo el sonriéndome-que te des cuenta que yo también puedo ser un buen partido.
-mejor que te parece si me ayudas a cocinar?-le dije sonriendo y el asintió-pica el tocino mientras yo preparo la salsa-le dije y el comenzó a hacer lo que le dije.

Con ayuda de Sebastian rápido terminamos de cena y comimos, la verdad me la pase muy bien y el tema de los sentimientos de Sebastián ya no lo volvimos a tocar, cuando se hizo de noche en me llevo a mi casa, dijo que iba a pasar por mi el viernes ya que íbamos a ir al Spa y pues la boda ya era este sábado, me fui a dormir con Sebastián metido en la cabeza.

Un Giro Inesperado (Sebastián Cordova y TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora