Capitulo 55

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El llanto de Alonso me hizo despertar, escuché a Raúl quejarse contra la almohada, este niño lloraba toda la noche y desde que lo habíamos traído a casa hacía 2 semanas Raúl y yo dormíamos muy poco.

-amor, te toca a ti-me dijo el con voz ronca y cansada, yo me queje pero me puse de pie pues la vez anterior el se había levantado a cambiarle en pañal.
-tiene hambre-le dije y el se sentó en la cama tallándose los ojos-voy a prepararle su biberón.
-está bien-me contestó bostezando-pásamelo-yo tome al niño y se lo di, mientras bajaba a prepararle su leche.

El bebé no había querido leche materna así que tenia que darle fórmula, cuando abrí la alacena mire que el bote pequeño que le había traído Raúl ya casi se terminaba, suspire y prepare la última que quedaba, cuando estuvo listo se lo lleve y Raúl se encargó de dárselo, mientras tanto yo me metí a bañar pues ya había amanecido y iba a ir a visitar a Ana que había tenido su bebé ayer en la tarde, Raúl me ayudaba mucho con el bebé y eso era un gran alivio para mi ya que al ser madre primeriza me daba miedo lastimarlo, cuando salí me quede con Alonso mientras Raúl se preparaba para irse a trabajar, cuando estuvo listo se despidió de mi y se fue a la oficina a trabajar, mientras tanto yo preparé una pañalera  para Alonso y salí rumbo a la tienda a comprar lo que me faltaba para después ir a visitar a Ana al hospital, cuando llegue a la tienda acomode a Alonso en uno de esos carritos donde podías meter a los bebés y entré a la tienda, pase por varias cosas para el hogar y por último fui a donde estaban las cosas de bebés, estaba muy entretenida decidiendo cual era la mejor fórmula para Alonso que no me di cuenta que alguien se acercó a él, de no ser por los pequeños sonidos que comenzó a hacer yo no hubiera volteado, me puse de pie de prisa al ver a un hombre de espaldas mirando a Alonso, pero cuando iba a hablar el se dio la vuelta, mi corazón se aceleró al ver la gran sonrisa de Sebastián.

-hola-me dijo y yo parpadeé un par de veces.
-hola-me limite a contestas.
-es tu hijo?-yo asentí y el volteo a verlo de nuevo-es muy lindo, se parece mucho a ti.
-gracias-dije un poco nerviosa.
-puedo?-me pregunto apuntándolo y yo asentí, el lo saco del carrito con cuidado y me sonrió-es tan pequeño que me da miedo lastimarlo-dijo sonriendo.
-lo se-le conteste con una sonrisa mientras ponía un mechón de cabello detrás de mi oreja-a mi me pasa lo mismo-le conteste-aun no me acostumbro a ser mamá.
-como estás?-me pregunto después de unos segundos de silencio.
-bien, tú como estás?-le dije y el suspiro.
-más o menos-dijo y con cuidado puso a Alonso de nuevo en su lugar-vine a buscar algo para llevarle al bebé de Ana-me dijo mostrándome un carrito donde llevaba una canasta con cosas para bebé.
-yo vine a comprar fórmula para Alonso y después voy a ir a visitar a Ana-el sonrió.
-ya desayunaste?-me pregunto y yo negué-te parece si te invito a desayunar y después vamos juntos a visitar a Ana?.
-Sebas, no se si sea buena idea-le dije.
-oye, no vamos a hacer nada malo, solo vamos a desayunar-yo no conteste pues en verdad no estaba segura de que eso fuera una buena idea-me gustaría hablar contigo, saber cómo está todo.
-está bien-le dije finalmente-no creo que sea nada malo, sólo somos amigos-el asintió con una mueca de lado en los labios.
-si, solo somos-hizo una pequeña pausa-amigos.
-te parece bien si nos vemos en donde tú digas?-el asintió.
-vamos a la cafetería que está frente al hospital-me dijo el y yo asentí.
-te veo haya-le dije y el asintió.
-bien, nos vemos-me dio una última sonrisa y camino con su carrito a al lado contrario de donde yo estaba.

Me cuestione a mi misma si esto era lo más correcto pero para ser sincera yo también me moria por saber que era de su vida, además yo iría también a ver a Ana y no le veía el caso a tratar de estar todo el tiempo sacando la vuelta a Sebas así que después de pagar me dirigí a donde quedamos en vernos, el hospital no estaba lejos de aquí así que no tarde en llegar, cuando entre el ya estaba sentado en una mesa, en cuanto me vio se puso de pie para ayudarme con el porta bebé.

-gracias-le dije cuando lo tomo y se dirigió a la mesa.
-pedi un café y un sandwich para cada quien-me contesto pues en un par de ocasiones habíamos venido aquí y siempre pedíamos lo mismo.
-está bien-le dije y comencé a jugar con mis dedos un poco nerviosa.
-si hace un par de meses alguien diría que ni siquiera íbamos a poder sostener una plática no lo hubiera creído-me dijo el y yo suspire.
-lo se-le dije y volteé a ver a Alonso-este pequeño vino a cambiar los planes de todos-el asintió-pero sabes que a pesar de todo no cambiaría nada-el me miró atento-porque tener a Alonso es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida.
-si, aunque pudiste tener las dos cosas-me dijo-a tú hijo y a mi.
-y por cuanto tiempo Sebas, antes de que esto se convirtiera en un problema entre nosotros?-el me miró con el ceño fruncido.
-toda la vida ____-me dijo en tono serio-yo te amo y yo sabía que antes de que hubiera un nosotros tú habías estado con Raúl, yo no iba a tener problema con eso.
-eso dices ahora porque nunca pasó-le conteste-pero tal vez no hubieras pensado lo mismo si las cosas hubieran sido distintas.
-como se nota que no me conoces ____-me dijo riendo entre dientes.
-sabes que?-le dije poniéndome de pie y tomando el porta bebé-esto de comer juntos fue mala idea, me di la vuelta para salir del lugar pero el se puso de pie y me tomo de la mano.
-a donde vas?-me dijo.
-me voy de aquí, esto es ridiculo, estar discutiendo de algo que ya no tiene importancia.

El no me contesto nada pero sin que yo lo esperara me beso, me quede de piedra al principio y traté de separarme de él pero el me apretó más a su cuerpo y después de unos segundo yo también le seguí el beso.

Un Giro Inesperado (Sebastián Cordova y TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora