Epilogo

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Termine de poner los platos de desayuno en la mesa, hoy era sábado así que hoy era día familias.

-ya está el desayuno-grite al pie de la escalera, en ese momento bajo Sebas con el pequeño bulto que se removía en la mantita azul, detrás de el bajo Alonso y Bruno corriendo como locos-les e dicho que no corran-los regañe y Sebas volteo a verlos burlón.
-lo siento ma-dijo Alonso entrando a la cocina.
-lo siento ____-dijo ahora Bruno.
-parecen niños chiquitos-les dije a ambos que se sentaron en sus lugares.
-no los regañes-dijo Sebas acercándose para darme un beso-aun son unos niños-dijo acariciando el cabello de Alonso.
-tú siempre defendiéndolos-le dije sonriendo-Alonso, llamo tu papá-a el se le iluminó el rostro de felicidad.
-y qué dijo?-pregunto entusiasmado.
-que mañana regresa de su viaje en Londres-le dije-dijo que estar aquí para tu fiesta de 7 años-el salto feliz.
-y también vendrá Dani y mis hermanos?-dijo refiriéndose a Daniela, y a los dos hijos que habían tenido juntos.
-supongo que si-le dije sonriendo.
-escuchaste eso Bruno?-dijo el a su hermano que nos miraba atento-mañana todos mis hermanos estarán conmigo-me pareció tan tierno ver que el era feliz con el simple hecho de tener reunidos a sus hermanos-y también vendrán mis primos?-pregunto refiriéndose a los hijos de los chicos.
-si corazón-le dije acariciando su cabello-mañana todos estarán aquí-le dije mirando con ternura a mi hijo.
-lo único malo es que Mateó es aún muy pequeño para jugar-Mateó era el primer hijo que Sebas y yo habíamos tenido juntos, y digo el primero ya que teníamos planeado tener uno más en cuanto Mateo creciera un poco ya que aún tenía 1 año.
-ya falta poco travieso-le dijo Sebas ayudándolo a partir sus pancakes en pequeños cuadritos-si ustedes dos son un tornado de tiempo completo no quiero imaginar como serán los 3 juntos-dijo el riendo.
-pregúntale a Daniela que me contó que la última vez se les ocurrió a Alonso, Arya y Ander jugar volleyball dentro de la casa y rompieron un florero que habían traído de su luna de miel-le dije.
-siempre creo que serían más tranquilos-dijo mirando a Bruno y Alonso que comenzaban a discutir por la mermelada, de pronto Mateo comenzó a gritar y manotear al igual que ellos como si quisiera también entrar en la pelea-míralo -dijo Sebas divertido-no sabe porque es el problema pero ya está opinando-yo me reí.

Sin duda la familia cada día era más grande y ruidosa pero del mismo modo los días eran más alegres al tenerlos a todos cerca.

Un Giro Inesperado (Sebastián Cordova y TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora