》CAPÍTULO 22《

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Holissss...Estoy de vuelta😌
Les quiero pedir una enorme disculpa por hacerlas esperar, realmente se me complicó muchísimo😔. Las estuve leyendo y les agradezco el apoyo, me encantaron los comentarios. Les quería decir una noticia con respecto a las caras para los protagonistas, elegí oficial a la actriz Karen Sheila Gillan como Paula. Es la que más se asemeja a como la tengo en mi imaginación sino que castaña. Y para Alessandro no encontré a nadie que sea parecido al que tengo en mi mente así que eso se los dejo a su imaginación o si quieren aportar con algún otro hombre que me parezca el indicado será ese. Como dije en un comentario, soy de dejarlos más a la imaginación de cada uno.
Ahora sí, que disfruten del capítulo y ya saben con su voto y comentario me ayudan😊.
Y gracias a la hermosa personita que se acordó del cumpleaños de Paula.

(~~~)

Iba en el auto mirando mis sortijas de compromiso y casamiento mientras jugaba con ellas. Estaba súper nerviosa y se sentía la tensión en el ambiente, gracias a Dios había una tremenda pantalla enfrente de nosotros, en los asientos traseros donde estábamos sentados en el cual pasaba música y eso entretenía a Ethan y no había un silencio incómodo.

Mi jefe iba muy pensativo mientras miraba la ventanilla, apoyado en su puño contra la ventana, sabía mirarlo de soslayo y había veces que apretaba su mandíbula y su puño. Eso daba miedo. Menos mal, Ethan, estaba entretenido con el videoclip de una canción.

Y ustedes se preguntarán, Paula, ¿por qué los nervios? Fácil, esto era todo nuevo para mí y sabía que era un error haber cometido esta locura, pero ya no tengo tiempo para lamentaciones, debía confrontar con lo que conllevara esta unión y eso era aterrador, además de muchas preguntas que mi cabeza estaba generando.

Aparte mi querido jefecito, sarcasmo puro, no me ayudaba en lo absoluto. Verlo así me daba a entender que estaba enojado conmigo por lo sucedido en la iglesia y eso de seguro me traería problemitas.

¿Por qué no hui como una lunática cobarde? Tonta, Paula, tonta.

Prefiero ser eso a enfrentar mi estúpida y patética realidad.

Ay, Dios.

¿Qué me harás pasar en mi lastimosa vida?, bueno, de mucha ayuda no fuiste. Te pedí, no, mejor dicho, rogué una ayudita a esta maniática chica y ni señal de vida disté. Gracias, igual. Ya aprendí mi lesión de no confiar ni en mi propia sombra, porque ya ves, una confía en su "amigo" y terminas casada con tu jefe Supremo, narcisista, ególatra, presumido, arrogante, raro y sexi playboy. Sí, entendieron bien.

Para que negarlo, si el cabrón está bien buenazo, es todo un papacito, ¡Ja! Y lo mejor de todo es que lo tengo ¡Yo! Está casado conmigo esta cosa bien hecha y formada.

¡¿Qué?!

Joder, Paula, deja de pensar estupideces. Ya te está afectando.

¡Oh por Dios! ¡Ya me está afectando! ¡No, no, joder, no!

Ya reacciona, estúpida.

«¡Estúpida, mi pelo, idiota!»

Ja, ja, me acordé de ese meme. Estuvo bueno.

Paula, ya, concéntrate, mujer. Deja que los patitos naden tranquilos y tú piensa en cómo lidiar con la cruda realidad. Bien y... ¿Cómo carajos lo hago?

Estupendo, Paula, genial, sigue así.

¡Oh, no! Todavía debo presentarles mi jefe a mi Familia, eso va a estar de locos, me merezco un aplauso por la extraordinaria suerte que cargo.

¿Y qué les digo?

Familia, él es mi esposo. Ay, sí serás mensa, Paula. Ya lo saben, entonces les digo: «Querida familia, él es Alessandro».

Soy la esposa de mi jefe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora