》CAPÍTULO 66《

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¿Qué rayos había pasado aquí?

—Señor Alessandro Reyes, queda arrestado por el homicidio de Caleb Strauss.

El oficial lo condujo hasta la patrulla. Cuando conectamos miradas, él levantó un tanto su comisura, pero jamás bajó su cabeza. Me impresioné por el color carmesí que evidenciaba su camisa.

—Señora Evelyn Adams, queda arrestada por el asesinato de Caleb Strauss.

Esta estaba en estado de shock, no obstante, se resistió un poco al toque de los policías.

También me miró al pasar, aunque en su mirada solamente podía descifrar consternación.

Paralizada y expectante observaba como los arrestaban en la que en su momento fue mi hogar. Mi cerebro no podía analizar todo lo que mis ojos estaban viendo.

De pronto, una camilla pasó ante mí con un cuerpo cubierto y deduje que se trataba de la víctima. Automáticamente, me acerqué a ver de quién se trataba. Me congelé cuando los paramédicos me mostraron el rostro de aquel joven que choqué en aquella gala.

¿Qué relación tenía él con ellos?

«¿Qué parte me perdí?»

Las patrullas se movieron a toda velocidad. En realidad, todos se movían ligero, pero yo veía pasar todo en cámara lenta.

—¿Señora? ¿Qué sucedió? —La voz de Madeline me asustó.

Al girarme estaba ella con mi pequeño  y su cachorro, sin entender absolutamente nada. Menos lo hacía yo.

—Mi vida... —Corrí a sujetarlo en mis brazos—. ¿Están bien?

—Sí, mami. ¿Qué pasó? ¿Por qué hay policías?

Ethan miraba al resto de los oficiales que inspeccionaban su casa.

—Luego te contaré, cariño. Ahora, iremos al departamento.

—Señora...

—Tú también, Madeline. Hablaremos allí, no quiero que Ethan esté más aquí.

—Comprendo, señora.

Luego de ponerle el cinturón a mi hijo, conduje al departamento. Llegando hasta allí, Ethan se había dormido en el viaje.

—¡Paula! ¿Qué pasó? —Valentina me asaltó a penas, me vio.

Dejé a los mellizos con ella y salí sin decirle mucho. Era obvia su reacción.

—¡Shh! —Le hice seña por Ethan que estaba dormido en mis brazos—. Ya bajo y hablamos.

Subí las escaleras y recosté a mi hijo en mi habitación, acompañado de los mellizos y, luego bajé.

—¿Estás bien, Madeline? —pregunté al llegar a la sala y verla desorientada.

—Sí, señora. Pero no entiendo lo sucedido.

—Yo tampoco, solo puedo decirte que recibí un mensaje de Alessandro que fuera por Ethan y lo cuidara, no especificó nada más. Presentí que algo malo había pasado; sin embargo, jamás imaginé ver algo así.

—A mí solo me ordenó el señor Alessandro que llevara a Ethan al parque y que nos quedáramos el tiempo que quisiéramos, ya que su seguridad nos cuidaría.

—Entonces, de ellos era la camioneta que nos perseguía.

—¿Qué? —cuestionaron ambas.

—Sí. Vi una camioneta perseguirnos gran parte del camino, pero luego desapareció.

Soy la esposa de mi jefe ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora