"Cuando mi mundo estaba en silencio trajiste ruido"
Jeon Jungkook es un chico que comenzaba su preparatoria, sería algo distinto para él, no solo el hecho de que era la primera vez que iría a la escuela presencial desde su infancia, hacer amigos no...
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Jungkook se despertó un poco mareado después de todo lo sucedido, Yoongi se acercó a él viéndolo un poco preocupado, el menor no dijo ni una palabra, solamente comenzó a llorar para ser abrazado por su hermano quien le susurraba que todo estaría bien.
Los señores Jeon habían llegado al hospital, principalmente para hablar con Jungkook sobre lo sucedido y que diera su declaración, la señora Jeon les había llevado ropa para que pudieran cambiarse la que tenían manchada con sangre, tanto como Jimin y Yoongi eran testigos de lo sucedido, Jungkook habló a través de las señas.
—Cariño, ¿Algo pasa con tu voz? —Su madre preguntó.
—No hablaré con nadie hasta que Tae este bien, mi voz es suya —Hizo las señas a su madre.
—Hijo, todo estará bien, veras que Taehyung saldrá de esta en el tiempo que menos imaginas, él es muy fuerte —Su madre tomó su mano.
Un toque en la puerta de la habitación llamó su atención, Jimin había entrado acompañado de la señora Kim quien se veía un poco decaída.
—Taehyung... Fue llevado a una habitación en la uci, imagino que quieres verlo —La señora Kim intentó sonreírle, Jungkook asintió.
—Puedo llevarte, tienes que cambiarte ya que... Es un área que es muy limpia —Habló.
Jungkook asintió, miró a sus padres quienes lo animaron a seguir adelante, siguió a la señora Kim fuera de la habitación por varios corredores hasta llegar al área de uci, le indicó lo que tenia que ponerse y en que parte estaba Taehyung, Jungkook se acercó y le dio un corto abrazo a la mujer en forma de agradecimiento por permitirle ver a su novio.
Las lagrimas no tardaron en salir cuando vio a Taehyung conectado a una máquina, se veía tan tranquilo, pero en realidad estaba completamente inconsciente de lo que estaba pasando, Jungkook acercó el pequeño taburete sentándose junto a él y luego tomar su mano con extrema delicadeza
—Tae... Tienes que ser fuerte y... Despertar —Dijo en voz baja. —Me hiciste una promesa, dijiste que nos casaríamos y yo... Te creo, se que nos-nos casaremos, tendremos varios perritos y los cuidaremos mucho, yo... Tenía una... —Jungkook no podía aguantar sus ganas de llorar, era inevitable. —Había hecho una pintura para ti, quería... Obsequiártela y... No me dejes, por favor —Dijo besando la mano de su novio. —No diré ni una sola palabra hasta que despiertes, porque... Mi voz es tuya, ¿Recuerdas? Nada ni nadie cambiará eso, yo estaré aquí esperando a que despiertes —Sollozó.
Jungkook secó sus lagrimas y volvió a besar la mano de Taehyung, se veía tan tranquilo, pero él no quería eso, quería que su novio abriera los ojos y le dijera que todo estaría bien, si perdía a Taehyung no se perdonaría nunca nada en la vida, se arrepentía tanto de no haberlo retenido más tiempo dentro de su casa, quizás así habría evitado que todo aquello pasase, jungkook le prometió ir a verlo todos los días hasta que despertara, sería una promesa, una como ellos prometiéndose casar dentro de unos años.
