Bienvenido a mi pesadilla, creo que te va a gustar.
—Alice Cooper
| La cena |
Es jueves, y tengo una resaca asquerosa, el cuerpo me sigue doliendo y la cabeza me va a explotar al igual que los ojos por la luz que se filtra por las cortinas. No sé qué hora es y realmente poco me importa.
Arrastro los pies hasta llegar al baño, para lavarme la boca, la cual siento pastosa. Lavo mi cara viendo el obsequio del pelinegro, que me ayudo a regresar a la habitación.
Salgo de los mundos de yupi, cuando golpean mi puerta de manera ruda. Me apresuro a abrirla para que el ruido cese. Y al hacerlo encuentro a Romy, con un morado en la comisura del labio. Se abalanza sobre mí, abrazándome, y susurrando mil cosas que no logro entender.
— Lo siento mucho Riley, no debí llevarte a la fiesta y separarme de ti, y menos ebria. ¿Dime que no te ha pasado nada?, me sentiría muy mal si te ha pasado...
— Estoy bien, un par de rasguños, y una resaca del asco.
— ¿Rasguños?
Asiento y ella lleva su vista hacia mi pelo justo donde está el clip.
— ¿Esos rasguños te los provocó el hombre que te dio el tocado?
— No, al contrario; Me había perdido por el bosque, y él me ayudo, ha llegar hasta mi habitación, ¿Pasa algo?
— No, nada. Espero que no te importe que te pongan falta en la primera hora.
Cambia de tema.
— Mierda.
Susurro dejándome caer en la cama.
—¿Y a ti que te ha pasado en el labio?
— Nada importante... ¿Pero, de verdad, estás bien?... Si te lo vuelves a encontrar alejate de él, evita quedarte solo con ese hombre.
— Sí, estoy bien, pero me preocupa tu advertencia, ¿Quién es ese pelinegro?
— Nadie
Es lo único que dice después de advertirme con temor en su voz.
Lo averiguaré.
— Detesto que me den la información a medias, pero ya hablaremos de ello en otro momento. Deja que me vista y vamos juntas a la siguiente hora de clase.
— ¿No nos podemos quedar durmiendo?, juro que no he pegado ojo buscándote toda la noche.
— Bueno, entonces quédate tú a dormir.
— Hasta mañana
Se cubre con la manta acurrucándose. Por otro lado, yo busco el uniforme escolar. Vistiéndome velozmente. Me baño en colonia, ya que las duchas femeninas, estarán ya cerradas, hasta la noche.
— Oye en mi chaqueta hay un sándwich.
— Gracias.
— ¡Bye!
Corro por el pasillo mirando que nadie me esté observando, ya que me llevarían a dirección; es decir, con Catalina.
Busco el aula de historia, viendo a todos sentados, pero el profesor aún no está.
— ¿Está tratando de llegar tarde a su primera clase de historia?
Me doy la vuelta para ver a una mujer de cuarenta y pocos con una falda azul marino y una camiseta rosa palo. Me quedo viéndola al ser atrapada.
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Lacronette
Teen FictionVerdades que duelen, secretos que matan. Una familia inusual, una institución convencional, dos muertos, más secretos, mentiras y escándalos. Bienvenidos a Lacronette.